Genio ‘Cabal’ Rescate del olvido

PANAMÁ. Los pinceles y el destino llevaron al artista español Tomás Cabal Barros desde su Valladolid natal a Panamá, país en el que residió hasta su fallecimiento en 1966.

Durante su prolongada estancia en el Istmo, donde residió en las provincias de Chiriquí y Veraguas, pudo captar la belleza y exuberancia de las tierras altas chiricanas, sin olvidar lo adusto del paisaje de España, su tierra natal. ‘En su obra la España árida, ocre, seca contrasta con nuestro trópico, húmedo y exuberante’, subrayó la galerista Arlene Lachman, una de las curadoras de la retrospectiva ‘Tomás Cabal Barros: 1897-1966’, que se estará presentando en el Museo de Arte Contemporáneo (MAC) hasta el 7 de noviembre.

La muestra está compuesta por 105 obras en total, entre las que se encuentran paisajes, retratos y grabados. El arduo proceso de selección de las obras estuvo a cargo de Lachman y del docente universitario Pedro Luis Prados, quienes durante tres años se dieron a la tarde de reunir los lienzos que integran la exposición.

De acuerdo con Lachman, la mayoría de las pinturas que integran la exhibición fueron donadas por Marcela Cabal de Díaz, hija del artista ibérico.

‘Fue uno de los grandes impresionistas que llegaron a Panamá e hicieron su pintura acá’, manifestó la promotora cultural. Añade que los panameños ‘debemos sentirnos orgullosos de que un pintor tan maravilloso, con una hermosa paleta de colores’ como lo fue Cabal Barros haya pintado y vivido en el Istmo.

Para Lachman el hecho de que la obra de Cabal Barros no sea más conocida se debe a que nunca ‘residió en los centros urbanos’ donde se concentran las galerías y los museos de arte.