Adiós, peso muerto

Actualizado
  • 06/01/2013 01:00
Creado
  • 06/01/2013 01:00
B ueno señoras y señores, ya pasaron las fechas de festejo, celebración y desboque, es hora de ponernos en el buen camino de la cordura ...

B ueno señoras y señores, ya pasaron las fechas de festejo, celebración y desboque, es hora de ponernos en el buen camino de la cordura alimenticia. El 2012 nos dejó buenos momentos, recuerdos alegres y una cantidad de libras extras que queremos que desaparezcan mágicamente antes de carnavales. Es increíble como para estas fechas, nuestro cerebro se pone de acuerdo con nuestro estómago para consumir asombrosas cantidades de comida y licor sin medir las consecuencias que nos pueden esperar del otro lado de la cerca. La mayoría de los panameños somos dados a celebrar estas fiesta de fin de año a lo grande y nuestras mesas de viandas no se quedan atrás, por ende comemos dos y hasta tres veces por noche sin contar las ‘picadas’ que te llevas a la boca de casa en casa, los dulces que te ofrecen los vecinos, las copas de ron ponche o ponche de huevo, los desayunos con roscas y lascas de jamón a tutiplén y los litros de soda y licor que hayas consumido. Ahora, dependiendo de cuanto te hayas dejado llevar por tus golosos instintos festivos, puedes demorar hasta tres meses en liberarte de esas libras de más si no te pones las pilas como debe ser.

Pero no todo está perdido atento lector, todavía hay salvación para nosotros los caídos en batalla pero no será tarea fácil. Cambiar tu alimentación por un par de meses y seguir el camino del ejercicio te dejará buenos resultados para los meses de rumba por venir. En un estudio por la terapista Melissa Sabo para livestrong.com recomienda lo siguiente:

ELIMINA LOS CARBOHIDRATOS

Uno de los cambios más drásticos que ocurren en tu dieta para las fiestas de fin de año es el incremento desmedido de azúcar por la gran cantidad de galletas, dulces, bebidas dulces y licor. Removiendo el exceso de azúcares en tu dieta va a reducir tus ansias por golosear más cosas dulces llevándote a restablecer tus niveles de azúcar en la sangre. Trata congelando todas las galletas y dulces que te quedaron, así cada vez que quieras meterle diente te dará pereza esperar a que se descongelen y por ende tendrá más tiempo para considerar tus opciones y controlar tu impulso de comer cosas dulces que realmente solo te están haciendo mal. Dato adicional: suelta la rosca de pan.

INCREMENTA TUS VEGETALES

Son muy pocas las comidas navideñas que son a base de vegetales o frutas, y no, las pasitas no cuentan y ni empecemos con la ensalada de papas. Para estas fiestas, siempre dejamos los vegetales a un lado disminuyendo el consumo de fibra diario y por eso es que en muchos casos nos sentimos inflados o hasta constipados. Si aumentas tu consumo de vegetales y frutas con al menos tres tazas diarias puedes regular tu movimiento intestinal a como estaba antes de la acción navideña. Dato adicional: invierte en una máquina para hacer jugos, no son baratas pero valen la pena especialmente para todas esas personas que no ‘tienen tiempo’ para comer vegetales. Estas máquinas trituran TODOS lo que le eches dejándote como resultado un ‘casi sabroso’ batido de poderes frutales.

REORDENA TUS HORARIOS DE COMIDAS

Es muy fácil perderse en la ruleta de la comedera en estas fechas, comiendo a las 9 de la noche y luego a las 12 media noche, tomando hasta las 4 de la mañana y desayunando por ahí mismo para seguir tomando y gritar ‘HASTA QUE EL CUERPO AGUANTE’. Por una semana o dos, establece un horario estricto para tus comidas y síguelas al pie de la letra sin saltarte siquiera una. Asegúrate de comer con proteína e igualmente termina tu día comiendo algo de proteína en pocas cantidades por ejemplo: tuna, maní, algo de pollo, yogurt, huevos, mantequilla de maní solo por mencionar algo. Esta i ngesta de proteínas a estas horas va a activar tu metabolismo al empezar el día y ayudarás a tu cuerpo a seguir un metabolismo óptimo mientras duermes. Dato adicional: las nueces son buena fuente de proteínas y grasas buenas, considera tener algo de almendras, maní o pepitas de marañón a mano cada vez que te pegue el hambre.

A TOMAR AGUA SE HA DICHO

Es simplemente natural que durante estos días hayas substituido tu consumo de agua por sodas, vinos, licores y de todo menos agua. Aumenta tu consumo diario de agua para botar esas toxinas que gratamente alojaste por mucho tiempo. Generalmente se recomienda tomar por lo menos medio galón de agua diario pero dado a los eventos festivos deberás aumentar tu consumo diario a tres cuartos o hasta un galón. Resiste la tentación de toma r líquidos carbonatados o de añadirle saborizantes al agua ya que estos pueden contener sodio, altos contenidos de azúcar y a la larga solo te deshidratan. Por otro lado, esquiva endulzantes artificiales y edulcorantes que te llevarán a aumentar tus ansias por dulces. Considera hacer tés descafeinados con poca o nada de azúcar, estos no solo te ayudarán a la rehidratación sino que también añades antioxidantes a tu dieta. Dato adicional: nunca es ‘mucha agua’. Si alguna vez te has preguntado si tomas mucha agua, la respuesta es no, jamás se toma mucha agua.

PLANEA Y SE REALISTA

Que si tienes que ir al Parque Omar, que si tienes que tomarte un vaso de avena cruda en las noches, que si tienes que brincar 15 veces mientras te comes una remolacha, sí todo está bien y perfecto pero si no eres consistente no vale de nada.

El error número uno de todas las personas que empiezan un régimen de ejercicios o dietas es la irregularidad o el abandono. Perder peso no sucede tan fácil como llegaron las libras de más y tomará algo de dedicación.

Lo primero que debes saber es, que dejar de comer no es una opción. Muchas personas cometen el error de dejar de comer con la mágica excusa que su cuerpo se alimentará de la grasa extra y no es así. Realiza un buen plan de ejercicios a base de cosas leves como subir y bajar escaleras, jugar fútbol, montar bicicleta o caminar en las tardes sacando a tu perro de paseo, además ten en cuenta que debes comer tus tres comidas diarias y nunca pasar hambre o ayunar como si fueras un ermitaño.

Con esto en mente ya sabes querido lector que soluciones y lo mejor del caso es que no tienes que pasar hambre ni correr las 5000 millas del desierto para lograrlo, son solo leves cambios en tu rutina diaria que con la consistencia adecuada harán un mejor tú.

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