El trance de hacer películas

Actualizado
  • 28/04/2013 02:00
Creado
  • 28/04/2013 02:00
PALABRA. Y a sea llevando al cine una historia de amor entre dos sobrevivientes de las calles de Bombay o transportando al espectador a ...

PALABRA. Y a sea llevando al cine una historia de amor entre dos sobrevivientes de las calles de Bombay o transportando al espectador a una Inglaterra apocalíptica cuyas calles son azotadas por zombies, el británico Danny Boyle es, en la actualidad, uno de las más talentosos narradores del séptimo arte.

Conocido por el ritmo vertiginoso que le imprime a sus películas, Danny Boyle se inició en el cine con Shallow Grave (1994). Su segunda película, Trainspottting (1996), que cuenta las peripecias de un grupo de heroinómanos de Edimburgo, se convirtió en una película de culto.

En The Beach (2000) escogió a una mega estrella del cine comercial, como lo es Leonardo DiCaprio, para adentrarse en el mundo de los mochileros que recorren el globo es busca de sitios apartados y exóticos.

Con 28 días después (2002) alcanzaría el éxito comercial (de esta cinta se derivó una secuela, que corrió a cargo de otro realizador) y pondría nuevamente en boga las películas de zombies. Alcanzaría el Óscar como director en el 2008 con Slumdog Millonaire, rindiendo homenaje al cinema estilo Bollywood. En el 2010 su cinta 127 horas estuvo nominada en la categoría de mejor película.

En una entrevista reciente Boyle reveló su visión muy particular de su oficio -que se acerca bastante al de un prestidigitador- y la manera cómo escoge al elenco de unas películas, entre otros temas.

¿CUÁNTO CAMBIÓ ‘EN TRANCE’ DESDE EL MOMENTO EN QUE DECIDISTE INICIALMENTE QUE ESTO ES LO QUE QUERÍAS HACER Y LA PELÍCULA TERMINADA?

Siempre es difícil evaluar ese proceso. Las personas, otras personas, son mejores para analizarlo. En un nivel del día a día, como siempre lo estás cambiando, no notas la forma en que de algún modo lo has repintado. De alguna manera no puedes ver lo que estaba ahí. Otras personas dicen ‘¡caray!’. Por ejemplo recientemente platicaba con Rosario, que la vio nuevamente anoche en la premier, y me estaba comentando cuánto había cambiado... Hay un par de cosas que quedaron igual, como el personaje femenino central, que fue una de las razones por las que se nos antojó hacer la película en primer lugar. Pero da giros y cambia mucho a partir de eso.

LA NATURALEZA DE LA TRAMA SIGNIFICA QUE NO TENEMOS LAS HISTORIAS DE FONDO USUALES PARA CADA UNO DE LOS PERSONAJES, UN SENTIDO DE SU MOTIVACIÓN. ¿QUÉ CLASE DE DESAFÍO REPRESENTA ESO PARA TI COMO REALIZADOR?

Eso me encantó. Es algo con lo que puedes jugar. Obviamente James McAvoy, al principio, está clásicamente colocado para ser el favorito. Digo, parece ser simpático, gracioso, conocedor y exitoso; tiene la voz de narrador, hasta mira directamente a la cámara como tu guía, advirtiéndote. Luego lo ataca un francés, y es como, ‘Ah, pobrecito de James’. Desde luego, las cosas no resultan ser así del todo. Esa fue una de las premisas principales de la película. Y fue agradable poner a Vincent como el gángster francés; es una identidad que ya lo hemos visto tomar antes. Obviamente ya tiene una gran facilidad para hacerlo, pero para el final de la película ya es básicamente como un adolescente perdido de amor. Y luego tienes a Rosario que, tienes un papel que en su construcción es el clásico papel de femme fatale. Al mismo tiempo no quieres en el papel a una rubia fría. No quise hacer eso porque la historia no es eso. En realidad hay un dolor dentro de la historia. Y finalmente una emoción, que es más, que es más rica que el comportamiento frío y cínico de simplemente portarte peor que los hombres para poder sacarles algo que necesitas.

¿EL HACER QUE TUS PROTAGONISTAS FUERAN DE TRES NACIONALIDADES DISTINTAS FUE UNA ELECCIÓN DELIBERADA?

Originalmente íbamos a filmar en Manhattan con una chica inglesa. Siempre fue deliberado que ella, Elizabeth, no fuera de ese país. Queríamos que se sintiera muy lejos de casa, para que no tuviera nadie a quien acudir. Se sentía como una extraña en una tierra extraña de cierta forma. Lo cambiamos a Londres, por lo de los Juegos Olímpicos, y buscamos a la chica en Francia y España, pero principalmente en América. Vincent fue un accidente, en realidad. De pronto estaba disponible, e interesado, y cuando eso ocurre saltas. Así que Christian Colson (productor) y yo nos subimos a un tren que tenía por destino París y nos reunimos con Vincent media hora – me encanta como actor. Es uno de los mejores actores del mundo. No está actuando en su propio idioma, lo que es obviamente una limitación para él. Ahora tiene el extraño trabajo de tener que ir a París a doblar su voz en francés. Eso es como un pasillo de espejos trucados, ¿no? Especialmente en una película como ésta.

¿ALGUNA VEZ OBSERVAS AL PÚBLICO VIENDO TUS PELÍCULAS?

Cuando tienes la oportunidad de hacer eso es en las proyecciones de prueba. Sé que muchos realizadores odian las proyecciones de prueba, pero yo de verdad las disfruto. Digo, la película aún no está terminada, pero no hay otro momento en que tengas la pureza de respuesta cuando la gente literalmente no sabe nada. Encuentro que el proceso, el ritmo de ver una película con un público me ayuda inmensamente. Algo que he aprendido sobre mis películas es que la película estalla en el cuarto al principio. No pide disculpas y se va con todo hacia ti al principio, no tienes que hacer ningún esfuerzo porque es como puuuuuum – ahí te va el principio. Me encantan esos tipos de inicios. El cine debe de ser comunal. Esa especie de experiencia comunal de ver una película juntos.

¿QUÉ TE PARECEN LOS ESPECTADORES ESTADOUNIDENSES, QUE SIEMPRE QUIEREN SABER TODO LO QUE ESTÁ PASANDO, A DIFERENCIA DE ‘EN TRANCE’ DONDE LAS COSAS SON MÁS AMBIGUAS?

Tenemos una tendencia en Europa a pensar que en los Estados Unidos son tontos. Son espectadores muy sofisticados. Aman el cine en una forma que nosotros no. Creo que no lo tenemos en la sangre igual que ellos. Así es que siempre soy muy cuidadoso cuando la gente piensa fácilmente que en los Estados Unidos son tontos y dicen. Les gusta más el sentimentalismo, más abiertos a las montañas rusas emocionales.

¿AÚN HAY GÉNEROS QUE TE GUSTARÍA EXPLORAR?

En este momento estamos trabajando en dos películas de época, que no es un género que hemos elegido. Nunca antes he hecho una, así que pensarías que deliberadamente nos fuimos hacia eso. Aún me encantaría hacer un musical, habiendo dicho todo lo anterior. El problema con eso es que de verdad necesitas dejarlo emerger. Hemos hecho una película que podría haber sido un musical, que fue Millonarios.

MENCIONASTE EN EL PASADO QUE SENTÍAS QUE LOS TALENTOS DE ROSARIO DAWSON NO HABÍAN SIDO PLENAMENTE APROVECHADOS. ¿QUÉ HACES PARA SACAR ESTAS ACTUACIONES DE ESTOS ACTORES QUE OTROS DIRECTORES NO HACEN?

Conocí a Rosario hace algunos años en una película, y ella iba a estar en ella, pero la película no se concretó. La vi subsecuentemente, y siempre pensé que era capaz de interpretar buenos papeles... Yo vengo del teatro, así que me siento muy cómodo con los actores y me gusta que actúen. No quiero que se queden sin hacer nada. Digo, algunos actores no hacen nada, simplemente no hacen nada y funciona. Me gusta que los actores realmente actúen, y trato de motivarlo si puedo.

¿QUÉ INFLUENCIAS ARTÍSTICAS ESTÁN PRESENTES EN ‘TRANCE’?

No en particular, pero tratamos de tomar cada decisión en la película para que fuera parte de una especie de reclutamiento. Era intentar seducirte hacia la película para que todo, como el casting, el vestuario, los lugares donde vivían, los colores, la música — todo está tratando de reclutarte. Literalmente cautivarte. Porque en algún momento vas a terminar en una serie de trances. Ésa es la idea de la película...

¿EL ARTE PUEDE PONERTE EN TRANCE?

Bueno, a mí sí. Fuimos a una subasta en Sotheby’s. El tipo que es el jefe de los subastadores al principio de la película, Mark Poltimore, es un jefe de subastas de arte en Sotheby’s. Y nos llevó a conocer muchas cosas. Nos llevó a una subasta en serio, de verdad en serio, donde están gastando cientos de millones de dólares. Y había un cuadro de Sehgal ahí. ¡Dios mío! ¡Era tan hermoso! Y piensas, ¡maldita sea! Si tienes 700 mil libras, eso podría ser tuyo. Ésa era la cantidad de arranque. Pero acabó siendo vendida por 2.4 millones de libras. El hecho de imaginar que estaba ahí, y que la mano original la había trazado. Eso fue muy hipnotizador.

¿ES VERDAD QUE ESTÁS ADAPTANDO ‘PORNO’, LA CONTINUACIÓN DE ¡TRAINSPOTTING, LA VIDA EN EL ABISMO’, PARA 2016?

Estamos intentándolo, en serio. Esto no es una broma. Estamos intentando regresar a ‘Trainspo tting, La Vida en el Abismo’. Intentamos hacer ‘Trainspotting 2: T2’. Obviamente fue una película muy exitosa así que piensas, bueno, una segunda parte es algo que sabes que puedes hacer. Lo pensamos hace diez años, pero los actores se veían igual. Ahora, veinte años, o ciertamente en 2016, la idea sería ver a los mismos tipos interpretando los mismos papeles, y lo que les ha pasado en ese tiempo. Tendría su propia estética, y su propia razón de ser. No sería necesariamente una repetición del estilo de la película original, o del atractivo de la película por el tiempo que ha transcurrido. ¿Qué les ha pasado? ¿Se quedan en el mismo pueblo? ¿Siguen unidos? ¿Han amado? ¿Han perdido a alguien? Ése es el mundo que querrías explorar.

¿YA SE COMPROMETIERON TODOS LOS ACTORES A HACERLA?

Bueno, no se comprometerán hasta que tengamos un libreto, y hacen bien. Es una especie de umbral de calidad en el que emitirán su juicio y así debe de ser. No creo que nadie quiera hacerlo para decepcionar a la gente con una segunda iteración.

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