Teatro en La Central

‘Mi novia se formó en un teatro clásico de drama. Yo aprendí en La Plata. Cuando salí no sabía nada, era vendedor ambulante. Hice artes...

‘Mi novia se formó en un teatro clásico de drama. Yo aprendí en La Plata. Cuando salí no sabía nada, era vendedor ambulante. Hice artesanías. Hasta que un día observé a alguien haciendo malabarismos y me dije: Estos es lo que quiero’, asevera Sebastián Cerrudo, quien salió de Argentina junto a María Elena Pensanti años atrás. Necesitan mundo, experiencia, espacio para desarrollar su arte. En las plazas, los parques, las peatonales esparcidas en las ciudades de América Latina: México, Colombia, Argentina. ‘En Venezuela, la gente se aglomeraba en la gasolinera en espera de poder llenar el tanque, y mientras tanto, nosotros ofrecíamos el espectáculo’, recuerda el acróbata, conocido con el nombre artístico de ‘cogollo’.

Arribaron recientemente a Panamá, acompañados por Luna, su hija de 10 años. Juntos forman una compañía familiar, un ‘circo, teatro ambulante’, que han acordado en llamar ‘Kandango’, un vocablo que en portugués quiere decir ‘todo terreno’. Un nombre más que apropiado para un colectivo que se ‘banca lo que venga’, y que se presenta indiscriminadamente en teatros y gasolineras.

En la capital se han presentado en la peatonal de la Avenida Central y en la Cinta Costera. Allí unos patrulleros intentaron sacarlos mientras actuaban. El público lo impidió. Ellos siguieron sonriendo igual, como siempre lo hacen cada vez que la adversidad se asoma.

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