Suecia, Dinamarca y Noruega, a la delantera

Actualizado
  • 11/05/2014 02:00
Creado
  • 11/05/2014 02:00
Veinte equipos de países europeos participaron el 7 y 8 de mayo en el Bocuse d’Or de Europa

El sueco Tommy Millymaki ganó en Estocolmo la medalla de oro del Bocuse d’Or de Europa, el danés Kenneth Hansen consiguió la de plata y el noruego Orjan Johannessen el bronce en la competencia continental para la que también se clasificaron otros nueve países para la final mundial.

Precisamente, el chef sueco es uno de los favoritos para la final mundial de estas olimpiadas gastronómicas, que se celebrarán en enero de 2015 en Lyon (Francia), ya que consiguió el Bocuse de plata en 2011 y se espera que siga los pasos del danés Rasmod Kofoed, que se hizo con el oro en 2011 tras ganar el bronce en 2005 y la plata en 2007.

Por su parte, el noruego bajó dos puestos en el Bocuse d’Or de Europa, que ganó en la pasada edición, celebrada en 2012.

La ceremonia se vivió como una auténtica fiesta en el abarrotado pabellón del recinto ferial de Estocolmo que acogió las jornadas clasificatorias de las olimpiadas gastronómicas, con las hinchadas de los países participantes celebrando el pase a la final en unos casos y la despedida de esta edición de la competición en otros.

La gala estuvo presidida por el príncipe Carlos Felipe de Suecia y contó con la asistencia de Jerôme Bocuse, hijo del fundador del premio, Paul Bocuse, quien no pudo acudir por los problemas de salud que sufre.

El jurado, presidido por el sueco Mathias Dahlgren y con la española Elena Arzak como presidenta del jurado internacional y el también sueco Björn Frantzén como presidente de honor, está compuesto además por otros once prestigiosos cocineros.

Además de elegir a los doce clasificados, decidieron otorgar a Francia el premio al mejor plato de pescado, a Finlandia el de carne y a Rusia el de mejor ‘commis’ (chef asistente), un galardón que busca reconocer jóvenes talentos y apostar por el futuro de la cocina. También se anunció que Budapest acogerá la próxima edición del Bocuse d’Or de Europa en 2016, lo que supondrá una oportunidad para divulgar los mejores productos gastronómicos húngaros, que son elegidos por la organización de uso obligatorio en los platos que compiten, tal como reconoció hoy el príncipe Carlos Felipe.

También agradeció el ‘buen trabajo’ a los seguidores de los 20 países participantes, entre los que se encontraba por primera vez Turquía, porque con sus banderas, instrumentos musicales y cánticos no han cesado de animar a los chefs participantes durante las cinco horas y 35 minutos en los que han debido cocinar, bajo gran estrés, 14 raciones de un plato de pescado y otras tantas de carne.

La preparación de pescado se presenta en platos individuales a los jurados, pero la de carne debe exhibirse además en una única pieza con sus guarniciones, y es ahí donde los equipos hacen gala de su sentido artístico sobre grandes bandejas plateadas, más o menos cargadas de adornos y que pueden tener diferentes alturas.

Entre las más sorprendentes en esta edición estuvieron la alemana, la finlandesa y la británica. Además de la originalidad y la estética de esta presentación, el jurado evalúa el buen uso de los productos, el aprovechamiento de los ingredientes, la limpieza y la profesionalidad.

Los cien puntos máximos se reparten entre los 80 que otorga el jurado de degustación, que valora el gusto, punto de cocción, la presentación, el respeto al producto y la originalidad, y los 20 que concede el de cocina, que puntúa la higiene y la metodología.

La final se celebrará el 27 y 28 de enero de 2015 en Lyon (Francia) entre 24 países: doce europeos, cinco asiáticos, tres de América Latina, dos seleccionados por la organización y otros dos invitados.

Los doce europeos merecedores de pasar la final, según el jurado, son, por orden de clasificación: Suecia, Dinamarca, Noruega, Francia, Filandia, Reino Unido, Islandia, Estonia, Hungría, Alemania, Holanda y Suiza.

Se han quedado fuera países como España o Italia.

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