El camino hacia el “documental panameño”

Con el nombre de Foro de Cine Documental el Instituto de NeoArte abre el espacio para los cursos para documentalistas o simplemente para quienes tienen un proyecto, una realidad que contar.

La dinámica del curso según explican no es solo la de contar qué es un documental y cómo hacerlo, ‘el objetivo es que la persona pueda meterse en la historia y crear ese lazo intimo entre el relato y el espectador. Los temas que trate el documental nos deben tocar hasta las víceras y provocar preguntas a quien lo ve', explicó Orgun Wagua, quien ofrecerá un taller de cine documental próximamente en el Instituto NeoArte.

Orgun -con imágenes de documentales de cineastas mundiales como Werner Herzog, Sebastián Salgado y Víctor Kossakovsky como fondo- explicó los tipos de documentales y cómo éstos, a través de los silencios, música e imágenes reales, marcaron a una generación de cineastas.

‘Ellos crearon un estilo, son instituciones en sí mismas. Tal es el caso de Werner Herzog, que con el documental, ‘Balada de un pequeño soldado' mostró la crudeza y ternura de los niños guerrilleros de los años 80 en Nicaragua', comentó Wagua.

En la misma senda se encuentran los cineastas de Mente Pública, quienes a través de el taller de Cine documental, que comienza los primeros días del mes de agosto, reunen a jóvenes interesados en perfeccionar sus técnicas como realizadores. ‘Actualmente el documental es un género que se produce poco en Panamá, no es fácil lograr su distribución y por ende hay poco consumo del mismo. En los años 60-70 hubo un auge del género y su distribución, aunque muy artesanal, tenia buena acogida en el público', definió Nyra Soberón, una de las facilitadoras del taller.

Para Soberón, quien será facilitadora del taller junto a Ana Endara, José Rommel Tuñón, entre otros, ‘al documentar la vida, se le permite al espectador tener una visión más amplia y más cercana a la realidad del tema que trate y pueda crear su propia opinión. De ahí que nos parezca importante fomentar su ejercicio. Nuestra sociedad es asidua en creer, sin cuestionar lo que se dice en los medios locales e internacionales y las redes'.

Son 16 estudiantes los que estarán cursando el taller, seleccionados gracias a sus proyectos y es que el talento se tiene, pero evoluciona en la medida que reciba información, orientación y práctica.

‘A partir de ese talento y su formación, es el nicho en donde se podría cocinar un lenguaje cinematográfico propio, un lenguaje que nos identifique, que nos muestre tal cual y como somos sin estereotiparnos, ni exaltaciones equívocas. Para nosotros como organización eso es medular y en eso trabajamos desde hace 6 años muchas; a veces sin apoyo económico, pero con buena aceptación de las personas y de un público que asiste a nuestra convocatoria año tras año', sanciona Soberón Torchia.

Para ella -en función de evitar que la pasividad crítica sea un factor que atrase nuestra evolución humana como individuos y como sociedad- ya hay cineastas que se ponen al servicio del género no solo documentando, sino también guiando a otros futuros documentalistas.

Orgun Wagua, Abner Benaim, Perez Him o Ana Endara no sólo poseen la sensibilidad artística, sino también una mirada crítica y profunda sobre la realidad nacional, donde lo más interesante es que se producen contenidos por fuera de los medios masivos, que no quieren arriesgar nada y siguen sumergidos en fórmulas que ya quedaron en el pasado.

‘El documental, a diferencia de la ficción, siempre es el relato de algo que nos ha sensibilizado', agregó Luis Romero.

En busca de lo que fuimos, somos y seremos. Así está este género, con decenas de seguidores para construir identidad, dar voz, cuestionar o destruir mitos.

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‘Al documentar la vida, se le permite al espectador tener una visión más amplia y más cercana a la realidad',

NYRA SOBERÓN

ACTRIZ