Los paisajes verticales de Guillermo Trujillo

Actualizado
  • 15/10/2017 02:05
Creado
  • 15/10/2017 02:05
El maestro Trujillo presentó sus más recientes obras en una exposición que inauguró un nuevo espacio de Habitante, galería con quien ha trabajado por muchos años

Colores vivos, brillantes y unas inconfundibles figuras verticales son el punto en común de las obras que forman parte de la más reciente muestra de Guillermo Trujillo, denominada ‘Paisajes verticales'.

La exposición fue inaugurada el pasado 28 de septiembre y la cita marcó la apertura del nuevo espacio de Galería Habitante en Costa del Este.

‘Queríamos abrir el espacio con la obra de Trujillo, un artista muy representativo de la galería. Él ha estado exponiendo con nosotros por muchos años, hay un gran cariño, recíproco', dice la galerista Vivian Sosa.

‘Los totémicos perfiles, inspirados en los nuchus (espíritus benevolentes que residen en pequeñas tallas usadas en rituales curativos guna) cobran más protagonismo en esta serie de lienzos'.

ORLANDO HERNÁNDEZ

La muestra ‘Paisajes verticales' consta de 20 obras en formato 50' x 60', con trabajos que van desde 2013 a 2017.

Sobre ella, el Dr. Orlando Hernández Ying hace un detallado análisis en el que destaca que ‘los totémicos perfiles, inspirados en los nuchus (espíritus benevolentes que residen en pequeñas tallas usadas en rituales curativos guna) cobran más protagonismo en esta serie de lienzos', estas figuras dejan de ser una referencia a la cosmovisión indígena y se convierten en elemento clave de la composición. ‘Trujillo compone directamente sobre el canvas guiado por un subconsciente que guía de manera casi instintiva el sofisticado balance de sus obras', destaca el crítico.

Estas figuras espigadas se destacan de los fondos por el contraste generado por el uso de colores muy vivos. Mientras en algunas destacan de manera prominente, en otras se convierten en puntos focales entre los paisajes arbóreos.

Hernández observa cómo las figuras, femeninas en mayoría, se contonean como tallos de un mundo vegetal estableciendo una metáfora entre la fecundidad de la mujer y de la tierra.

En la obra de Trujillo ha destacado elementos que nos llevan a lugares y personajes relacionados con nuestra herencia cultural. En este caso, observa Hernández, una referencia más literal sobre la cosmovisión guna, en ‘dos figuras erguidas que emergen de verdes lenguas vegetales inspiradas en la sansevieria trisfaciata o ‘lengua de suegra'.

Otros elementos recuerdan a las estelas de basalto de sitios arquológicos precolombinos como El Caño, en la provincia de Coclé. ‘Estas monumentales columnas de piedra volcánica ocasionalmente están coronadas con representaciones de varios animales de importancia ritual en el Panamá precolombino', obras que han cobrado vida de diferentes maneras a lo largo de la carrera del Maestro, las más significativas, sus monumentales bronces, como establece el especialista.

En otras obras, algunas aves ganan protagonismo y parecen interactuar con las figuras humanas, ‘en varias obras se funden elegantemente con las abstractas formaciones verticales metamorfoseando en forma de bastones ceremoniales similares a los utilizados por los jaibaná (chamanes wöunaan ). En la cosmovisión wöunaan se cree que el jaibaná que posee la mayor cantidad de bastones es aquel capaz de comunicarse con la mayor cantidad de jai o espíritus protectores.

Las obras de Trujillo crean un completo lenguaje visual que hace referencia a las tradiciones ancestrales panameñas pero que permiten una lectura atemporal, y universal legible de manera visual a nivel local y global. ‘He aquí donde reside la trascendencia de Trujillo como artista panameño de impacto internacional', asegura Hernández.

Completan la exposición unos 10 dibujos del artista, que corresponden a años anteriores de su carrera.

Superados los 90 años de vida, Trujillo ya no asiste a las presentaciones de sus obras.

‘Él estuvo el día anterior a la apertura, miró todo, pero ya no asiste a las inauguraciones', dice Vivian Sosa.

Sobre el Maestro, en la crítica de su obra, Hernández termina diciendo: ‘En una conversación que tuve con el Maestro Trujillo para familiarizarme con su obra más reciente, me repitió una frase que no había querido citar la primera vez que q escribí sobre él hace tres años: ‘Pintar es lo único que me hace olvidar el dolor'. No quise hacerlo en su crítica porque visualmente la melancolía no tiene voz en esta obra, sin embargo, en esta ocasión veo apropiado realzar el impulso creativo que no cesa de ejercer en el cuerpo y mente del artista, dándonos una lección acerca de la vida convirtiendo sus retos de salud en bellas victorias en la permanente búsqueda de la belleza'.

Probablemente el maestro no realice una nueva exposición con obras de esta envergadura. Admirarlas es un lujo que no debemos perder.

La exposición ‘Paisajes Verticales' estará disponible al público hasta el 20 de octubre.

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