Un niño cavando los regresos

Actualizado
  • 17/02/2018 01:00
Creado
  • 17/02/2018 01:00
Ariel Romero Hernández. Las despedidas se acumulan

Ariel Romero Hernández

Las despedidas se acumulan

En libros desolados.

La reiteración de lo que ha acabado subsiste en pequeñas gotas de lluvia

Que son deidades,

Máscaras quebradas,

Pasadizos tétricos,

Cucarachas que vomitan noche

En los callejones,

Algún habitante que derrama su sangre

Como una tormenta que arrasa con tus pasos;

Aquella mirada de la tierra que es un cielo que perdió sus pies.

Ahora lloras la partida de quienes han besado tu rostro,

Y lo sagrado del ayer remueve sinfonías de mariposas negras que callan en las paredes.

Tomamos su alfabeto, acariciamos la historia de sus vuelos con la lluvia,

Tocamos su fe alada que solo es una profecía de lo imposible.

¿Cuántas veces retomamos la inmortalidad que yace como un cadáver en el silencio más

Hermoso de la madrugada?:

La lágrima que cae tras la ventana,

Seres que vigilan las esquinas,

El frío que explota sobre las ánimas.

El final irremediable;

Callejones abandonados por sus nombres,

La Ciudad triste que los arboles esconden,

El barrio pobre con su túnica de polvo donde empezaste la ruta:

Más allá está un niño con una pala,

Cavando los regresos.

ARIEL ROMERO HERNÁNDEZ

Escritor

Nació en La Chorrera, desde hace años escribe poesía. Con su obra poética ‘Los faroles sostienen la noche', gana el concurso Gustavo Batista Cedeño 2015.

En el 2016 gana el segundo lugar en los premios del Instituto Panameño de Estudios Laborales con su libro ‘Los hombres de tierra', y en ese mismo año gana el segundo lugar en el Concurso Nacional de Poesía León A. Soto con su libro ‘Niñez de aire entre la piedra'.

Sus poemas han sido publicados en la Revista Literaria La Maga de la Universidad Tecnológica de Panamá y en Blogs Literarios. Actualmente escribe poesía.

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