Fotografía y arte abstracto moldean la 'forma de la luz' en la Tate Modern

Actualizado
  • 30/04/2018 12:05
Creado
  • 30/04/2018 12:05
La muestra, que se adentra en la relación de ambas disciplinas, está formada por 350 trabajos de un centenar de artistas 

La fotografía y el arte abstracto del último siglo cohabitan en la exposición "Shape of Light" ("Forma de la luz") de la Tate Modern de Londres, la primera gran muestra que se adentra en la relación de ambas disciplinas a lo largo de los años.

La exposición explora el desarrollo de la fotografía y la pintura abstractas desde el año 1910, cuando se contemplaban "como dos disciplinas artísticas completamente separadas", hasta nuestros días, cuando "cuesta distinguir entre ambos géneros", señaló hoy la directora del museo londinense, Frances Morris.

Más de 350 trabajos de un centenar de artistas componen el conjunto, que podrá visitarse desde el próximo 2 de mayo hasta el 14 de octubre en la capital británica y que hoy dio el pistoletazo de salida con su presentación a los medios.

"La idea de la relación entre las dos formas artísticas es muy importante porque tenemos esa concepción de la fotografía como algo separado del arte", apuntó hoy el comisario de la exposición, Simon Baker.

El experto explicó que "la fotografía no es algo independiente" y que "siempre ha estado conectado en el corazón de la historia del arte". "Algunas veces los fotógrafos querían replicar lo que hacían los pintores y, en otras ocasiones, iban por delante o a la par", manifestó Baker, que insistió en la "complejidad" de esa relación.

La muestra, que se desarrolla a lo largo de doce salas ordenadas de manera cronológica, la inicia parte de la serie "Vortografías" del fotógrafo Alvin Langdon Coburn (Boston 1882-1966).

Coburn produjo en 1916, a su llegada a Inglaterra, este tipo de imágenes abstractas prismáticas realizadas a través de un caleidoscopio con tres espejos. Con su trabajo Langdon Coburn trató de "romper los moldes de la fotografía tradicional" con imágenes que rozan la abstracción, relató la comisaria de fotografía de la exposición, Emmanuelle de l'Ecotais.

Las "Vorotgrafías" conviven en el comienzo del espacio dedicado a "Shape of Light" con cuadros como "Swinging" (1925), del ruso Vasily Kandinsky (1866-1944), uno de los precursores de la abstracción en pintura.

El pintor francés George Braque (1882-1963), uno de los artistas que más contribuyó a cambiar la forma de ver el arte y creador, junto a Pablo Picasso, del cubismo, también está reflejado en el conjunto, cuyo trabajo se presenta en yuxtaposición con imágenes del fotógrafo Pierre Dubreuil (1872-1944).

Dubreuil formó parte, tal y como señaló l'Ecotais, de esa generación de fotógrafos que dio prioridad a "la forma y la expresión a los objetos reconocibles". El expresionismo abstracto ocupa asimismo un espacio en la exposición, representado a través del influyente pintor estadounidense Jackson Pollock (1912-1956) y su obra "Number 23" (1948), presentado en contraste con obras del fotógrafo alemán Otto Steinert (1915-1978).

"Ambos juegan con la luz, creando formas en movimiento, uno a través de la pintura y otro de la fotografía", detalló la comisaria. La obra "Distorsiones" del fotógrafo húngaro André Kertész (1894-1985), en la que se reflejan abstracciones del cuerpo humano asociadas con el surrealismo copan una de las salas de la Tate Modern, un trabajo que a su llegada a Estados Unidos en 1936 fue considerado "chocante y obsceno".

Los efectos ópticos, el minimalismo y la abstracción contemporánea ocupan las últimas salas de la exhibición que integra la pintura y fotografía abstractas, alejando a esta última disciplina de su tradicional percepción de reflejo de la realidad.

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