Las cartas, tras los barrotes, de Nelson Mandela

Actualizado
  • 11/07/2018 02:00
Creado
  • 11/07/2018 02:00
El patriarca de la Sudáfrica libre escribió manuscritos donde denotó su amor por su esposa y su espíritu de lucha. Hoy esas misivas han sido publicadas

Fue un hombre de ideales firmes. Capaz de sacrificar su libertad por la lucha de los derechos de su pueblo, de su etnia y de su gente. Durante los 27 años que estuvo encarcelado, Nelson Mandela escribió cientos de cartas que este mes, centenario de su nacimiento, llegan en forma de libro para contar cómo el primer presidente negro de Sudáfrica fue padre, camarada y líder en la lucha contra el régimen racista del apartheid .

The prison letters of Nelson Mandela (publicado en español como ‘Cartas desde la prisión') recopila 255 misivas escritas por Madiba, como se le conoce popularmente en su país, que ven la luz a pocos días de que el 18 de julio se cumplan 100 años de su nacimiento.

Homenaje en Panamá

Alberto Barrow, representante de la sociedad de la etnia negra del país , informó un dato curioso de Mandela en nuestro país.

‘¿Sabía usted que a Nelson Mandela se le impuso la más alta Orden que la República de Panama reserva para un extranjero destacado y extraordinariamente meritorio?', expresó Barrow. Este suceso ocurrió en julio de 1988, mientras Mandela aún estaba encarcelado en Sudáfrica, acotó.

La condecoración fue recibida en Panamá por el Dr. Neo Mnunzama, embajador y enviado especial del Congreso Nacional Africano (ANC) acreditado ante la Organización de las Naciones Unidas.

‘Mis queridas, una vez más, nuestra querida mamá ha sido arrestada y ahora tanto ella como papá están en la cárcel. Mi corazón sangra al pensar en ella sentada en alguna celda policial lejos de casa, quizás sola y sin nadie con quien hablar ni nada que leer. Veinticuatro horas al día añorando a sus pequeñas', reza una de las misivas, enviada a sus hijas Zinzi y Zenani en junio de 1969.

Hay también cartas escritas a su segunda esposa, Winnie Madikizela-Mandela, a políticos, a las autoridades de la prisión o a sus abogados y amigos, organizadas en orden cronológico.

‘Estuvo escribiendo cartas desde el principio y hasta el último minuto, es impresionante', dice a Efe Sahm Venter, editora de la obra.

Lo que comenzó como un proyecto periodístico terminó convertido en un libro que cuenta la historia de Mandela de manera inusual: es el marido impotente que sabe que su esposa sufre, el padre ausente en los cumpleaños y el abuelo que no conoce a sus nietos.

‘Tu foto es fuente de consuelo cuando pienso en ti, mirarla una y otra vez es lo único que me da confort cuando el amor y el recuerdo me engullen. Tu estado y salud y el de nuestras hijas, los reconocimientos y todo lo que le inquieta a tu alma me preocupa', escribió Mandela a su esposa en septiembre de 1976.

También es el abogado que trata de mejorar las denigrantes condiciones de los prisioneros políticos y el activista que intenta deslizar datos en clave para sus compañeros de lucha.

‘Tenemos además al Mandela líder, al soñador y, sobre todo, al optimista. Uno podría pensar que en su situación en algún momento podría haberse dado por vencido, pero esto pinta el retrato de una persona que decidió no renunciar nunca a su dignidad, pasase lo que pasase', opina la editora.

Venter pasó diez años trabajando con los archivos de los registros oficiales sobre Mandela en prisión y contactando a amigos y conocidos del Nobel de la Paz para recopilar todas las misivas posibles. Algunas sacan a la luz fragmentos de historia que hasta ahora no se conocían o de los que no había pruebas ni contexto.

‘Las cartas cuentan no solo la historia de lo que pasaba en la cárcel y en el mundo, sino de lo que pasaba por su cabeza. Cuentan la historia de lo que era ser aquella persona en prisión', indica Venter.

La editora pone como ejemplo una misiva en la que Mandela solicitaba permiso al ministro de Justicia para que su esposa pudiera tener un arma de fuego, algo altamente inusual para una persona negra que, además, era una notable oponente política.

En su mensaje, Mandela cita cartas de Winnie en los que ésta le describía ataques sufridos hasta en su propia casa, como una noche en la que despertó al notar que alguien intentaba estrangularla.

‘¿Puedes imaginar lo que es ser el marido y saber que a tu mujer intentan matarla una y otra vez pero no poder hacer nada excepto escribir al ministro de Justicia? Nunca consiguió el permiso, pero lo intentó. Él lo intentaba, trataba ser el marido, el padre y el líder', explica.

Toda la correspondencia que escribía Mandela con letra apretada era revisada, copiada y censurada por los funcionarios de prisiones.

Al principio, solo se le permitía escribir seis al año y muchas de ellas nunca fueron enviadas a sus destinatarios, pero Madiba redactó mensajes que hoy forman parte de la historia de lucha contra la opresión de la mayoría negra sudafricana.

The prison letters of Nelson Mandela es solo el primer volumen de cartas de un total de tres que Venter tiene previsto publicar.

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