Kibutz: un pueblo entregado a la esperanza

  • 07/06/2019 02:00
En Israel vienen luchando desde hace siglos. Ni las bombas ni los malos ratos han podido remover de su corazón, ni siquiera por un segundo, las ganas de salir adelante.

Quiero hablarles de una de las cosas que más me llamó la atención durante la visita a Israel: los llamados kibutz o kibutcin. Es la forma de vida que originalmente escogieron los habitantes de Israel. Los kibutz son comunidades socialistas donde se reúnen para trabajar la tierra.

A lo largo del tiempo han ido evolucionando. Hoy en día no sólo se dedican a la tierra y a las labores agrícolas. En consonancia con los cambios que se han suscitado a lo largo del siglo XXI, han surgido otras actividades relacionadas con la tecnología.

Los estuvimos visitando en diferentes sitios de Israel. Los que más me impresionaron, por supuesto, son los que están en la franja de Gaza, en un territorio que se encuentra a cinco minutos de distancia. Allí mismo viven y trabajan en comunidades en las que todo es de todos. Ya no funcionan como mencioné antes, pero al visitar Israel es una parada necesaria, ya que abre la mente conversar con estas personas y ser testigos de la forma en que viven.

Allá viajamos seis panameños, quienes tuvimos la oportunidad de escuchar las vivencias propias del lugar y atestiguar cómo llevan las situaciones que mantienen con sus vecinos.

Asimismo, presenciamos los lugares donde ocurren los retiros, acogiendo los llamados de peligro.

Más allá de su capacidad de organización, me llamó la atención escuchar cómo las madres contaban que tanto ellas como las del otro lado desean la paz: ‘En última instancia, no existen bandos malos, solo somos seres humanos que queremos lo mejor para nuestros hijos, ya sean israelíes o palestinos'.

Nunca olvidaré el mensaje recibido, que seguiré plasmando de por vida en mi corazón. Israel me enseñó el significado real de la esperanza, es un pueblo que viene luchando durante siglos contra muchas vicisitudes; son verdaderos valientes: ni las bombas ni los malos ratos han podido remover de su corazón, ni por un segundo, las ganas de salir adelante. Es uno de los pueblos más valientes y maravillosos, siempre estará en mi corazón. Les invito a seguir aprendiendo de su historia en mis próximos artículos.

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