España y Colombia acuerdan rechazar explotación comercial de galeón San José

Los gobiernos de España y Colombia manifestaron hoy viernes su rechazo a la "explotación comercial" del galeón San José, hundido en 1708 y que sería rescatado en los próximos años.

 Los ministros españoles de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, Josep Borrell; y de Cultura y Deporte, José Guirao, coincidieron en este punto con la vicepresidenta de Colombia, Marta Lucía Ramírez, quien se encuentra en España. 

"Los dos países coincidimos en rechazar la explotación comercial que conlleve a que objetos patrimoniales que hayan estado sumergidos sean objeto de transacciones, pago en especie u operaciones de compra, venta o trueque, por actividades de extracción o conservación de dicho patrimonio sumergido", señaló el gobierno español en un comunicado.

 También coincidieron en señalar que están de acuerdo con "el principio de preservación indivisible del patrimonio cultural subacuático", con el que se busca rescatar los tesoros que estaban en el interior del galeón español que fue hundido en cercanías del puerto de Cartagena de Indias (norte). 

Tras el hallazgo del naufragio en 2015, España hizo a Colombia una "oferta de cooperación científica y cultural", que fue analizado por ambos gobiernos. El pasado 9 de octubre, Ramírez anunció la reanudación del proceso de selección de la Asociación Público Privada (APP) para rescatar al San José, hundido por corsarios ingleses, en la que el gobierno colombiano rechazó pagar con los tesoros descubiertos el rescate del galeón. "Para el actual gobierno, esta fórmula de pago es inaceptable. Lo que está en el galeón San José puede tener gran valor económico, pero antes que nada, todas y cada una de las piezas que se rescaten son de enorme e incomparable valor cultural e histórico para Colombia y para el mundo", declaró la vicepresidenta en ese momento. 

Una vez que se conoció del descubrimiento en 2015, el gobierno español pidió a Colombia toda la información referente al galeón hundido, en el que estarían tesoros valuados en unos 10.000 millones de dólares, conformado por monedas de oro y plata, además de piedras preciosas y porcelanas chinas que iban para el entonces rey español Felipe V.