La caída del muro de Berlín, una inflexión en la historia alemana

Actualizado
  • 23/10/2019 00:00
Creado
  • 23/10/2019 00:00
La muralla que muchos consideraron infame dividía la ciudad en dos. Antes de 1961, aproximadamente 3.5 millones de personas, quizás el 20% de la población de la República Democrática Alemana, había cruzado al otro lado

Hace 30 años, el 9 de noviembre de 1989, cayó el Muro de Berlín. Un episodio histórico que provocó la unificación de Alemania y cambió al mundo. Es de los acontecimientos más relevantes del siglo XX , demuestra cómo la naturaleza humana se relaciona con la libertad y su afán de rebelarse contra la injusticia. El muro y su caída moldearon lo que sería la Europa del siglo XXI.

Esa muralla que muchos consideraron infame dividía la ciudad en dos. Y surge por el continuo movimiento de alemanes que abandonaban la parte comunista debido a sus malas condiciones económicas y a las restricciones sociales que contrastaban con el auge de sus vecinos occidentales.

Antes de 1961, año en que se construyó, aproximadamente 3.5 millones de personas, quizás el 20% de la población de la República Democrática Alemana (RDA), había cruzado al otro lado, a la República Federal Alemana (RFA).

Los primeros 45 kilómetros del muro cruzaban la ciudad, y había otros 115 kilómetros de obstáculos que hacían difícil pasar de un lado a otro. Familias enteras quedaron divididas y el afán de la libertad fue oprimido por guardias, perros, búnkeres, torres de vigilancia y alambres de púas. A pesar de la falta de recursos económicos, los comunistas gastaron millones levantándolo.

Por eso los intentos exitosos de fuga sobre el muro demandaron mucho ingenio y provocaron reportajes, películas que asombraron a todo el mundo dando a conocer uno de los más fehacientes resabios de la Segunda Guerra Mundial. Se cavaron túneles, se inflaron globos, y es muy famosa la foto del soldado que en su puesto de guardia, con el arma colgada al hombro, salta a la libertad.

Berlín fue atacada severamente y ocupada en 1945 por el Ejército Rojo de la URSS. Los aliados reclamaron acceso a la capital alemana y esta fue dividida en cuatro sectores: inglés, norteamericano y francés. El ruso vino a ser parte de la RDA.

El muro se convirtió en el máximo símbolo de la oposición entre el mundo occidental y el bloque soviético compuesto por Rusia y las naciones satélites ocupadas como Hungría, Checoslovaquia, Rumania, Yugoeslavia, Bulgaria, Polonia y Albania. Esa nueva frontera que también dividía el continente europeo en dos, fue conocida como 'la cortina de hierro'.

El muro pasaba precisamente por la puerta de Brandenburgo, un sitio icónico de la ciudad y del país. Su construcción fue un secreto. Cuando fue conocida la actividad, provocó múltiples reacciones: John F. Kennedy, presidente de los Estados Unidos, declaró: “Una solución poco elegante, aunque mil veces preferible a la guerra”.

Mientras que el primer ministro británico, Harold Mc Millan, señaló: “Alemania del Este detiene el flujo de refugiados y se atrinchera tras un grueso telón de acero”. Las tensiones generadas en ese momento estuvieron al borde de la confrontación armada. Ambas partes concentraron carros de combates y el muro fue quizás la zona más peligrosa de la llamada Guerra Fría. Un enfrentamiento político, económico, social, militar y científico que buscaba demostrar qué sistema era mejor.

Hubo un detalle muy singular: cuando la RFA celebró el mundial FIFA 1974 y por casualidades del destino, se enfrentó a la RDA en la fase de grupos. En este entonces, la Alemania capitalista gana la copa del mundo, pero pierde 1-0 ante sus hermanos y rivales comunistas. El partido despertó mucha expectación en ambos lados y el jugador Jürgen Sparwasser, anotador del gol, termina cruzándose a Alemania en 1980.

Los años pasan y los tiempos cambian. Unas 5, 000 fugas forman parte de la historia y es famoso el túnel cavado desde la zona occidental, por el que se fugaron 57 personas. En 1989 se resquebraja la extensa “cortina de hierro” por puntos entre la frontera de Hungría y Austria. Por allí los alemanes viajan al occidente. Entonces en un confuso incidente en Berlín, la gente se agolpa a los pasos fronterizos, los guardias no se atreven a disparar y se cruza libremente. El 9 de noviembre de 1989 es una fecha clave: ha caído el muro.

Fue una fiesta para los alemanes, se había unido la ciudad y con ello, la unificación de Alemania estaba cerca. Tras sortear los problemas que planteó la división del país tras su derrota en la Segunda Guerra Mundial y después de enfrentar las dificultades fronterizas con Polonia, Alemania vuelve a ser una nación unida en 1990.

Para Surse Pierpoint, de la Fundación Libertad de Panamá, se comprobó que un sistema que tiene que construir muros para que sus ciudadanos no se escapen del país puede subsistir pero no indefinidamente.

Pierpoint es el presidente de esta entidad, cuyo objetivo, entre otros, es la defensa de la libertad. Buscan identificar y demandar leyes que restrinjan la libertad, identificar y demandar el abuso contra las libertades individuales y tomar acciones legales contra impuestos no universales.

En sus tiempos, el muro de Berlín fue uno de los atentados más grandes a la libertad del hombre en el mundo. La libertad en sentido amplio es la capacidad de la conciencia para pensar y obrar según la propia voluntad de la persona. Por eso también son impactantes las imágenes de los alemanes derribándolo y celebrando cuando caía cada una de sus partes.

Pierpoint agrega: “Es una parte de la historia que muchos no conocen y que tiene treinta años ya, por eso debemos recordar cómo cientos de personas desafiaron esa intransigencia y hasta ofrendaron sus vidas por cruzarlo . La fecha es un ejemplo de que el hombre quiere vivir libre y sin ataduras”.

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