La revolución política feminista entre Clara González y Esther Neira

Actualizado
  • 14/09/2020 00:00
Creado
  • 14/09/2020 00:00
Nuestra historia patria cuenta con personajes femeninos importantes que permiten comprender las huellas que siguen presentes en la sociedad actual. En el nuevo episodio de 'Encuentro con la Historia' se conocerán sus aportes a la soberanía de Panamá

Entre Esther Neira de Calvo y Clara González de Behringer existía una indiferencia y distancia que separaba sus perspectivas de cómo debía protegerse y validarse el rol de la mujer panameña en una época de soberanía recién alcanzada. Ambas profesionales de la ley y de la pedagogía conocieron un Panamá que no sabía que debía luchar por los derechos de las mujeres, pero ellas hicieron cambiar el giro de la historia política.

Clara González

Para Neira de Calvo (1 de mayo de 1890 - 24 de marzo de 1978) las leyes y la búsqueda de la paridad entre hombre y mujer habían reinado sus pensamientos, siendo nieta del general Gabriel Neira, presidente del Estado Federal de Panamá en 1872 e hija de Rafael Neira Ayala, miembro de la primera Asamblea Nacional Constituyente formada por el presidente de Panamá, Manuel Amador Guerrero, para la redacción de la primera Constitución nacional en 1904.

Sus valores y visión la llevaron a obtener una beca de estudios universitarios en el Instituto Pedagógico Wavre-Notre Dame en Bélgica donde se licenció como maestra de primera enseñanza, profesora especializada en educación media y administración, así como en enseñanza de francés e inglés, y enfermera de higiene de la comunidad. Sus conocimientos fueron empleados en la creación de la Sociedad Nacional para el Progreso de la Mujer en 1923 y en establecer, a petición del gobierno, el Liceo de Señoritas en la provincia de Veraguas en 1938, según reseña Panamá Vieja Escuela.

Por su parte, González de Behringer (11 de septiembre de 1900 - 11 de febrero de 1991) se dedicó a la abogacía, convirtiéndose en la primera mujer abogada de Panamá con título expedido por la Universidad Nacional de Panamá, y la primera doctora en derecho en Latinoamérica en la década de 1920. Fundó junto con otras mujeres la primera organización feminista de la República: el Centro Feminista Renovación en 1922. Para ella, el feminismo iba ligado a la protección y difusión de los derechos de la mujer, desde la independencia económica hasta su rol en el mejoramiento sociocultural del país.

Planteaba que “el feminismo es la lucha de la mujer por alcanzar la plenitud de su vida, o el esfuerzo supremo de la misma por la adquisición de todos los derechos que por naturaleza le corresponden en igualdad de condiciones a hombres”, como explicó durante la conferencia 'Orientaciones del feminismo en Panamá' en el Instituto Nacional en 1923, recopilado por la periodista Amalia Nicolau.

Su constante participación en la política nacional la llevó a postularse como candidata para obtener uno de los nueve puestos que el presidente Ricardo Adolfo de la Guardia había abierto para la redacción de la nueva edición de la Constitución de 1946; Neira de Calvo también se presentó a la candidatura, lo que inició una historia de pasos en falso y ataques mutuos públicos que harían ver sus diferencias en convicciones y visión.

La Unión Nacional de Mujeres, liderada por González de Behringer, se enfrentó enérgicamente a la Liga de Patriótica Femenina, liderada por Neira de Calvo y basada en dar educación a las mujeres panameñas como clave de su empoderamiento, y ubicando al sufragio en una posición menos urgente que González de Behringer.

Para Neira de Calvo, su postura calmada y con una respuesta rápida tuvo efectos positivos en su campaña, ya que en 1945 resultó elegida como diputada nacional junto a Gumercinda Páez como diputada de la provincia de Panamá, siendo las primeras mujeres diputadas en la historia de la nación.

Aún así, González de Behringer se puso a trabajar y fundó el Partido Nacional Feminista (PNF) el cual se encargó de presentar un programa de 20 puntos divididos en educación, la necesidad de crear espacios reformatorios para mujeres y menores, las condiciones laborales para mujeres, la creación de casas cuna y comedores infantiles; así mismo, la protección de derechos políticos de la mujer, prevención y tratamiento de enfermedades como la sífilis, anemia y tuberculosis; la crianza de huérfanos indigentes y la creación de ligas femeninas para el embellecimiento de calles, parques, entre otros.

Los aportes de ambas mujeres a la soberanía de la población femenina del país quedan como recuerdo de la fortaleza que reside en la convicción de patriotismo y en un entendimiento agudo de que los derechos humanos deben ser protegidos y validados de generación en generación.

Las actrices Betzi Mayorca y Alicia Alonso, quienes interpretan a González de Behringer y a Neira de Calvo, representarán un fragmento de nuestra historia esta noche, a través de la señal de la cadena estatal Sertv.

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