Nakeiltha Campbell y su música como vehículo para el cambio social

Nakeiltha “Nikki” Campbell es percusionista, artista, docente, intérprete y productora. Nació en Panamá, en la provincia de Colón.

Luego de permanecer varios años en Estados Unidos y de que en 2008 sucediera la gran crisis económica en la potencia estadounidense, decidió arriesgarse e incursionar en el sendero de la música. “Sin la música no sería la persona que soy hoy. La música me ha llevado a conocer lugares alrededor del mundo y me ha conectado con personas de formas inimaginables”.

Campbell fue la única de su familia que se abrió paso en esta industria, los demás destacan en el arte y otras áreas creativas.

Entre sus tantas facetas, la artista colonense es conocida por promover la celebración del patrimonio cultural africano. Su accionar comenzó cuando decidió comprar y estudiar el tambor. “Tuve muchos profesores, pero el tambor también fue uno de mis maestros”.

'Nikki' se posiciona como una defensora cultural, dedicada a compartir sus costumbres y a enaltecer la belleza de la diáspora africana. Dentro de su accionar destaca la creación, en 2015, del proyecto 'Puentes de poder'. Desde entonces ha catalogado el desarrollo del proyecto como “todo un desafío”, donde dio un salto de fe y concibió el intercambio cultural que fomenta el crecimiento de la tradición de la diáspora africana y la herencia ancestral.

“Colaboramos con artistas y organizadores para promover dentro de las comunidades el desarrollo sociocultural y poco a poco hemos logrado ejecutar actividades gracias a la Secretaría Nacional para el Desarrollo de los Afropanameños (Senadap) y a organizaciones como Race & Equality, la Fundación Arnold Walters, la Fundación Danilo Pérez y con el apoyo de la Alianza de California de Artes Tradicionales”, expone.

Inicios y desafíos

“Confiar en el proceso, ser tú mismo, expresarte y tener fe”, han sido la convicción y pilar en la vida de Campbell, y pese a tener dificultades en su camino de formación musical, jamás se dio por vencida. “No tenía tutoría y fue frustrante, pero seguí avanzando y tuve la suerte de aprender y estudiar con algunos músicos y bateristas increíbles”.

Recuerda que su rutina de práctica consistía en una serie de ejercicios, rudimentos y visualización de videos. Sin embargo, gran parte de su capacitación sucedió en el proceso de participación en inducciones de danza comunitaria y talleres de tambores, donde daba clases cuatro veces por semana.

“Las clases de baile eran como tocar en las aldeas junto a los mejores bateristas del pueblo que formaban parte del grupo folclórico de las compañías de danza. Este fue mi mejor entrenamiento para la velocidad, la fuerza, y ver el diálogo entre el tamborero y el bailarín; esto me ayudó a desarrollar el sonido, la consistencia y la práctica”, sustenta.

Dejando atrás su proceso de inducción y adentrándose a las dificultades en el ámbito profesional, comenta que en la actualidad hay oportunidades para las mujeres, pero son pocas. “Estamos creciendo y necesitamos más mujeres para balancearnos en lugares donde dominan los hombres”.

Considera que en esta época existe más apoyo en diversas áreas. Para ella es importante otorgar una mano amiga al género femenino orientada a crear más oportunidades para la nueva generación. “Igual me encantaría ver más mujeres afrodescendientes como percusionistas”, expresa.

En la línea de retos, precisamente en lo social remarca que es importante que todos sepan a qué se enfrentan las mujeres negras y comprendan cómo ser parte de la solución. “La historia de las mujeres negras en el trabajo y en la vida es una historia de resiliencia. A pesar de los desafíos y las barreras en nuestro camino, hemos logrado mucho y seguimos dando pasos asombrosos”.

“Nuestro impulso para tener éxito no es solo para nosotros, sino también para elevar a nuestras comunidades. Como lo hacen las organizaciones afropanameñas lideradas por mujeres como: Nyasha Warren, Krishna Camarena, Stephanie Murillo, Janina Walters, Urenna Best”, comparte.

Para Campbell, las soluciones no se proponen de manera individual, sino colectiva, donde el trabajo grupal pueda colocar a las mujeres afro en puestos de liderazgo en Panamá y el mundo.

Otra problemática que resalta la productora es la discriminación hacia los afrodescendientes. Desde su experiencia sobre este tema viviendo en Estados Unidos y otros países, confiesa que tuvo que enfrentar el rechazo social injustificado. “Me pasó muchas veces en mi lugar de trabajo y en la industria de la música. Las mujeres negras somos discriminadas tanto por ser mujeres como por ser negras y existimos en ambas identidades en todo momento”.

Campbell lamenta que las mujeres afro de todo el mundo deban enfrentarse a diario al racismo sistemático. “La mayoría de los movimientos por la justicia social fueron y se llevan a cabo a espaldas de las mujeres negras”, subraya la intérprete, “nuestras contribuciones a la cultura, en la academia, la literatura, la música, la moda, las redes sociales, el feminismo y mucho más, son innegables. El movimiento lucha por las futuras generaciones para acabar con la desigualdad”.

Pese a este panorama de la falta de equidad y la discriminación, la artista subraya que no todo es negativo y hoy agradece haber trabajado a lo largo de su carrera con varios grupos de mujeres en diferentes géneros musicales. “Mis experiencias fueron con el grupo de folclore tradicional de mujeres tamboreras de Guinea, y las ganadoras del Grammy 'Mariachi Divas', la banda de salsa 'Ellas Son', la música de fusión de 'Adaawe World Music' y hace un año en el Panamá Jazz Festival colaboré junto a 'Las hijas del jazz”.

Multidisciplinar

La percusionista es docente, pero se considera estudiante ya que siempre posee una sed feroz de adquirir conocimientos y “una de las mejores cosas en la vida es el aprendizaje”.

La enseñanza se ha convertido en su fuente de inspiración, donde afirma que las facetas de inducción “son fundamentos de rudimentos y técnicas para la comprensión básica de la música tanto para un individuo como para los grupos diversos”.

Agrega que esto incluye la construcción de la comunidad, como una extensión de las culturas o del patrimonio cultural para explorar una vía para desarrollar conexiones multiculturales y sociales relevantes para la vida de los alumnos, la historia, la interconexión y el legado ancestral.

Por otro lado, en su faceta como productora, ha creado y grabado piezas musicales, educativas para varias escuelas, artes en corrección en instalaciones penitenciarias y universidades, albergues, y ha facilitado múltiples talleres en California y en el extranjero.

Recientemente organizó un intercambio cultural virtual de seis semanas con artistas de Colón con Krishna Camarena, quien es la directora de la Senadap, y el percusionista Eric Blanquicet. “En este encuentro tuvimos como invitada especial a nuestra preciada guardiana de la tradición congo, la reina Marcia Rodríguez y su madre Alejandrina Lan”.

Actualmente, Campbell se encuentra produciendo el tema 'Afro Raíces' que próximamente estará disponible en las distintas plataformas digitales.

Como intérprete multifacética, su enfoque está en la expresión cultural a través de las artes de la diáspora africana trabajando con artistas multiculturales a escala global. “La gira con la cantante y activista Lila Downs fue una inspiración para mí, porque pude explorar mi expresión multicultural en forma educativa en conciertos y talleres”.

La amante de las melodías expresa que quiere seguir ampliando el legado de las mujeres percusionistas e inspirar no solo por el tema de visibilidad, sino para contribuir a la excelencia en el instrumento y la música que se toca, Además de normalizar esta práctica para las nuevas generaciones.

“Espero crear música que inspire y usarla como vehículo para el cambio social. Espero seguir aportando a nuestro legado ancestral el conocimiento de la cultura africana y encontrar soluciones para desmantelar el estigma social”, dice.