Masi, un amorío entre el fuego y el mar

Cocina global con acento panameño que rinde homenaje a la pureza de los ingredientes frescos de productores locales es la propuesta de Masi, en el JW Marriott que abrió sus puertas al público el pasado 15 de abril. Se trata de un lugar luminoso y con una decoración muy limpia, con tonos neutros que hacen destacar el verde del follaje de una diversidad de plantas que engalanan el salón principal, así como una obra del artista Pascual Rudas, inspirada en la experiencia del chef Dávila en Guna Yala y esa fusión entre el mar y el fuego.

Masi cuenta con una amplia y fresca terraza y estará abierto para huéspedes y para el público en general, en horario de 6:00 a.m. a 11:00 p.m. de lunes a domingo.

Inspirado en un amorío entre el fuego y el mar, Masi ofrece una carta con más de 10 variedades de ceviche y una interesante oferta de platillos servidos sobre las brasas.

La carta fue diseñada por Andrés Dávila, chef ejecutivo del hotel. Oriundo de Ecuador, el chef Dávila cuenta con amplia experiencia en cocina internacional, la cual se ha visto enriquecida con su llegada a Panamá desde hace dos años, donde ha aprendido sobre las sazones autóctonas de las comunidades panameñas.

Justamente ahondar en la riqueza gastronómica de Panamá, da pie a Masi, cuyo significado es 'comida' en lengua dulegaya.

“En un viaje hacia el Caribe panameño tuvimos una epifanía de la cocina en su esencia más pura: los productos y técnicas deben conectarse perfectamente para resaltar los sabores en su estado originario, y de esta manera honrarlos. A partir de ese viaje creamos una experiencia no solo gastronómica, sino también sensorial, donde los actores principales de nuestros platillos son los ingredientes y su amorío con el mar y el fuego”, contó Dávila.

Un día antes de la apertura, un selecto grupo de comunicadores e influencers asistimos a una degustación para conocer un poco más sobre la oferta del restaurante.

La velada arrancó con unos cocteles de bienvenida, Seco R y Kuage Panamá, para ir entrando en calor. Los asistentes pudieron recorrer el nuevo salón y admirar sus detalles para luego ocupar sus asientos en la terraza.

La presentación se inició con una bienvenida del gerente general del hotel, Demetrio Maduro, quien destacó que esta apertura es “una apuesta a la reactivación turística del país a través de la gastronomía”.

Luego se acercarían el chef ejecutivo Andrés Dávila y Guillermo Canto, director de alimentos y bebidas del hotel, para presentar el menú de la velada.

De entrada, una degustación de tres de los ceviches que contiene la carta: El Bloody Mary, con camarones, jugo de tomate, cebolla y apio; Amarillo, con la pesca del día, ají amarillo, cebolla y limón criollo, y Jipijapa, con la pesca del día, marinada en limón, cebolla, maní y aguacate.

Masi ofrece unos diez ceviches diferentes, con acentos panameños o de nuestros vecinos latinoamericanos. Así encontrará un aguachile de langostino, el Pacífico, una versión con atún y algunos con nombres muy locales como el Rompe colchón o el Mercado de Mariscos.

Cada uno de los ceviches fue maridado con cervezas artesanales: El Bloody Mary, con una Sir Francis, de Casa Bruja, Amarillo con Lagartija de Cervecería Central y el Jipijapa con Fula, de Casa Bruja.

Continuamos la degustación con un pescado. En Masi, la pesca del día puede variar según su disponibilidad, en filetes, pescados enteros o mariscos cocidos a la sartén de hierro o a la parrilla, en varias preparaciones: con un curry verde a lo panameño, mantequilla de alcaparra, salsa gremolata, escabeche del Caribe o salsa de mariscos. La guarnición se puede escoger entre diversas opciones que incluyen el típico arroz con coco, vegetales asados, ensaladas de hojas, patacones con un toque de tajín y limón, yuca y camote, coliflores rostizadas, puré de papas y una cazuela de plátano verde y maní.

Degustamos un mero con curry verde a lo panameño, con un picante muy sutil y mucho sabor a culantro, con la cazuela de plátano verde. Se maridó con un Santa Margarita pinot grigio.

Llegaría el turno de la carne, un New York Certified Angus Beef servido en el asador, con la versión Masi de la ensalada de feria, con eneldo y cebolla caramelizada, maridado con un Luigi Bosca malbec.

El restaurante ofrece un Asado, plato para dos personas que incluye filete de res y chorizo tableño, vegetales rostizados, pan grillado y mezclun de hojas verdes. Otra opción es el Ansu Surf & Turf, con langosta del Caribe (en temporada) y filete chiricano, un Cowboy (rib eye con hueso), entraña, filete nacional añejado y pollo.

La carta incluye entradas, platos de la granja + huerta y emparedados.

Llegamos al postre, un parfait de café de Boquete, marañón caramelizado, sirope de chocolate, tierra de cacao y helado de café, acompañado con una Bocas Town de Cervecería Central. Otras opciones son un cremoso de ron y coco, quenelles de crema de arroz con leche, crême brûlée de zapallo rostizado y decadencia de chocolate.