Diez hábitos necesarios para proyectar una buena imagen

Actualizado
  • 02/10/2021 00:00
Creado
  • 02/10/2021 00:00
Con el pasar de los años aprendí a jugar el juego de la percepción. Si quería que las personas me dieran una oportunidad, tendría que llevarlos a abrir el libro
A la persona promedio le encanta juzgar un libro por su portada; sin haber leído una sola palabra, ya decidió si le va a gustar o no.

Si me hubieras conocido desde el colegio, “inteligente” no sería una palabra que usarías para describirme.

Graduarme sin repetir ningún año fue mi mayor logro como adolescente. Con el pasar de los años fui entendiendo que mis notas no eran un reflejo de mi capacidad, al punto en que unos años más tarde culminé mi carrera en la Universidad de Música como el primero de la clase.

Pero en nuestra vida diaria, quienes nos rodean crearán con tan solo vernos un análisis general de quiénes somos. La percepción, en el ojo que nos mira, se convierte en la realidad.

A la persona promedio le encanta juzgar un libro por su portada; sin haber leído una sola palabra, ya decidió si le va a gustar o no. Hay quienes cambian de parecer y le dan una oportunidad a la lectura, pero esto no es el denominador común.

Ni mis padres ni mi novia ni mi perro esperaban mucho de mí. Si este hubiera podido hablar, hubiera dicho en perfecto lenguaje canino: “Juan, me estás haciendo pasar vergüenza”.

Por esto hay personas que se dedican a enseñar sobre lenguaje corporal, estilo y actitud. Entienden que la primera impresión es la única impresión que importa.

Con el pasar de los años aprendí a jugar el juego de la percepción. Si quería que las personas me dieran una oportunidad, tendría que llevarlos a abrir el libro.

Estos son 10 hábitos que impactarán en la percepción de otros hacia ti

Usa ropa de tu talla actual: una amiga me regañó hace poco por esto. Engordé unos 5 kilos y la ropa que antes me quedaba bien, pasó a quedarme ajustada. Ahora, mi franela favorita dirigía el enfoque hacia mi barriga y no hacia mi persona. Ropa que nos quede muy ajustada o muy holgada nos hace ver descuidados.

Ponte en forma: una persona que cuide su cuerpo atrae, impacta y genera respeto instantáneo. Perder esos 5 kilos extra es sin lugar a dudas la mejor inversión que podemos hacer para convertirnos en imanes de oportunidades.

Mira a las personas a los ojos: no tienes que mirar fijamente por 60 segundos sin pestañear, solo déjale sentir a la persona que está siendo escuchada. 5–10 segundos a los ojos y 2–3 segundos arriba a la izquierda para pensar en lo que se te está diciendo es una medida de tiempo que puedes probar.

Sé puntual: ¿cuándo fue la última vez que pensaste: “Esta persona es muy inteligente”, de alguien que llega tarde a todos lados? Desorganizado, mentiroso, impuntual, son las palabras que usamos para referirnos a este grupo. No formes parte.

Revisa tu aliento: visita a tu odontólogo, cepilla tus dientes, enjuágate a menudo y ten tu atomizador cerca de ti en todo momento. Tu aliento, literalmente, se siente antes que tus palabras.

Usa perfume: personas que huelen bien son mejores recibidas en la sociedad. No hay excusa para oler mal, solo en el gimnasio mientras quemas esos 5 kilos de más.

Di “por favor” y “gracias”: La educación jamás pasará de moda. Las personas inteligentes se conectan con otros seres humanos a través de sus modales.

Corrige tu postura: En otras palabras, párate derecho. Una persona con buena postura, refleja seguridad, actitud y liderazgo. Valores claros en personas que son percibidas como inteligentes.

Suelta el teléfono: mientras conversas con alguien, deja tu dispositivo electrónico a un lado. Es una señal de autocontrol. Una persona inteligente no es dominada por un aparato.

Sonríe: una buena actitud se demuestra con una sonrisa. ¿A quién no le gusta estar cerca de alguien que sonríe? Por otro lado, sonreír te lleva a despreocuparte, ver la vida desde otra perspectiva, y a encontrar soluciones donde otros solo ven problemas.

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