¿Dónde quedó el cuerpo?

Actualizado
  • 17/10/2021 00:00
Creado
  • 17/10/2021 00:00
Tras los acontecimientos vividos a lo largo de 2020, durante los cuales las relaciones cotidianas quedaron supeditadas a una compleja red de ventanas, el curador Pancho López invita a revisar las múltiples maneras en las que el cuerpo se ha vuelto a hacer presente brindándonos la oportunidad de reencontrarnos, de celebrar y de reinventarnos
En primer plano, obra de Osvaldo De Léón Kantule

Parece que fue una eternidad el tiempo en que, debido a las medidas sanitarias tomadas para combatir la pandemia de covid 19, nos vimos en la necesidad de aislarnos, para comunicarnos a través de una serie de mecanismos dictados por la tecnología, Lo virtual superó totamente a lo real y , en este contexto, ¿dónde quedó el cuerpo?

Es una de las preguntas que el artista mexicano Pancho López, en oportunidad cedida por la curadora Gladys Turner Bosso planteó como pretexto lúdico para realizar una exploración en la plasctica panameña, en miras de hacer una selección para la Subasta anual del Museo de Arte contemporáneo de Panamá.

“luego de tanta pandemia, ¿dónde quedó el cuerpo?” Se pregunta López, dedicado principalmente a las artes performáticas, quien se dio a la tarea de hacer una gran investigación sobre qué ocurre actualmente en la plástica panameña.

La colección es diversa en dimensiones y estilos

“Decidimos ponerle Corpus, repensando justamente la pregunta y justamente lo que queda son ventanas abiertas. De allí nace la exploración de dónde estamos después de esta pandemia que todavía no termina”, comenta López durante una visita guiada que se ofreció a medios de comunicación para conocer las obras que formarán parte de la subasta que este año vuelve con un formato híbrido: exposición en el museo de la selección de obras participantes y encuentros especiales y la puja online en la web www.subastamacpanama.org desde el 21 al 24 de octubre.

En esta ocasión forman parte de la selección obras en pintura, fotografía, registros de performance, escultura y video, con más de 80 piezas seleccionadas por el curador.

“La subasta tiene sus nueve secciones ya planificadas pero este año lanzamos una convocatoria que se llama Emanaciones, que busca abrir la oportunidad para que artistas del interior de la república pudieran participar”, comenta el curador. Llegaron al museo unas cincuenta solicitudes de las cuales se cinco fueron escogidas por un jurado conformado por distintas figuras locales e internacionales.

Pared principal de la Bóveda del MAC

La exposición está abierta al público en la sala de la Bóveda del MAC Panamá hasta el 24 de octubre, fecha en que concluyen las pujas.

La Bóveda del MAC es el espacio donde hasta hace poco estuvo guardada la colección de museo. Las alrededor de 700 piezas reposan ahora en un deposito con las condiciones adecuadas de temperatura y humedad. Quedando desocupado el espacio, desde el mes de junio ha sido utilizado para acoger algunos proyectos colectivos.

En lugar de resanar las paredes para darles un acabado pulido, se ha jugado con algunos colores que destacan un poco más lo desprolijo y la aparición de algunas capas anteriores de pintura.

Obra de Leslie Milson

“Se hicieron algunos trucos con paneles de madera que se decidió no pintar para mantener la crudeza del material”, explica López. Y admite que, por lo limitado del espacio, no se pudo hacer una división de las obras por categoría, sin embargo, cada espacio fue estudiado al milímetro para destacar de la mejor manera posible a cada una de las obras.

Una gran obra de Leslie Milson da la bienvenida a los visitantes desde las escaleras que llevan a la planta alta del museo. La obra es tan alta, que no hubo forma de incluirla en la bóveda, pero ya en su interior, nos da la bienvenida en la pared principal algunas piezas destacables como una escultura en vidrio de Isabel de Obaldía, una de las piezas con más alta cotización, un dibujo del colombiano Antonio Caro, importante artista conceptual de Latinoamérica, fallecido en marzo de este año. También está una sugerente foto de Alegre Saporta y una escultura del venezolano Manuel Ojeda.

Obras de Carlos Zerpa, Kansuet y Jhafis Quintero

La sección que abarca las galerías locales se denomina Melting Pot; este año se han invitado dos galerías nuevas: Galería Tamarindo, que invitó a Jairo Romero y Grid Gallery, un espacio dedicado más al formato virtual, que invitó a Oscar Melgar, conocido pro su trabajo de retratos en los diablos rojos.

En un espacio cercano a la entrada están ubicadas obras de gran formato de Aristides Ureña Ramos y Raquel Cochez. A un costado y parte de la sección Huellas, dedicada a los grandes maestros, se suceden obras de Manuel Montilla, Nessim Bassan, Brooke Alfaro, Alicia Viteri y Coqui Calderón. Más adelante se les suma Tabo Toral.

También hay piezas contestatarias como la de José Braithwaite, “un cuestionamiento sobre los derechos humanos y la libertad” que se reflejan en un soporte completamente en blanco. “Es como el nuevo vestido del Emperador”, sugiere López. Se refleja algo que no existe.

En primer plano, escultura de Bárbara Cartier

Gabriela Esplá participa con una obra, especie de arquitectura en papel denominada Planta Carnívora, Christian Pérez Vega, con un dibujo corporal “con gran maestría”. Achu Kantule, Sergio Smith y Ricardo Mejía se suman con sendas piezas, mientras que Humberto Vélez presenta un corto, originalmente producido Super 8, transportado al soporte de video llamado The Last Builder. Teniendo como tema el autorretrato, visto desde el performance, Diego Lacayo presenta una serie fotográfica, mientras que Jorge Ledezma ofrece una de sus obras de arte generativo impresas en aluminio.

También hay obras de Momo Magallón, cargadas en color, Enrique Jaramillo Barnes, Gianna de Dier participa con uno de sus prolijos collages, mientras que Darién Montañez presenta un tejido elaborado con materiales publicitarios.

Detritus corporal es el nombre de la sección fotográfica que ofrece un recorrido por el performance centroamericano a través de 14 fotografías, dos por país mostradas en un monitor. En vivo, en la sala, se suman fotos de Rachel Mozman, Ricardo López Arias, Carlos Agrazal, Sandra Eleta y Alfredo Martíz, entre otros.

Destacan también Kansuet, el maestro Julio Záchrisson, Ana Elena Garúz, Bárbara Cartier con una escultura y Susana González Revilla con su obra Reiki para el planeta y Jhafis Quintero con una serie de retratos hechos por detenidos que dibujan sus recuerdos pues al no tener espejos ya no tienen la certeza de su imagen.

Nuevos formatos, nuevas propuestas con un enfoque novedoso y la oportunidad de aportar a los programas que buscan fortalecer el desarrollo del ecosistema e incidiendo en los ámbitos culturales, educativos o sociales

del territorio, mientras se generan nuevas oportunidades para los artistas.

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