Caso Facebook: la polarización informativa cruza los límites de Zuckerberg

Actualizado
  • 01/11/2021 00:00
Creado
  • 01/11/2021 00:00
El fundador y CEO de la red social más grande del mundo, Mark Zuckerberg, se encuentra en el medio de un torbellino de acusaciones y revelaciones sobre desinformación y promulgación de toxicidad en las redes sociales
Zuckerberg anunció el cambio de nombre de Facebook a Meta el pasado 28 de octubre.

A inicios de octubre, Facebook se vio envuelto en otro huracán de acusaciones y filtraciones de información delicada sobre el manejo de las publicaciones con mensajes tóxicos para adolescentes, la vacunación contra la covid-19 y protestas antigubernamentales en diversos países. Sin embargo, tras cuatro años de conflictos casi constantes, el guión de disculpas y promesas de cambios en la compañía se han cambiado por un discurso más agresivo y directo por parte del CEO de la plataforma, Mark Zuckerberg.

La exgerente de proyectos de Facebook, Frances Haugen se fue de Facebook en 2020, con miles de documentos que sirvieron como bases para las filtraciones sobre el “errado manejo” de la red social en cuanto a evitar publicaciones que aceleren una “desinformación masiva” en los usuarios internacionales y de EE.UU. “Han dejado de hablar de responsabilidad y una postura de disculpa a una que es mucho más agresiva, defensiva y despectiva de las afirmaciones de los denunciantes”, dijo a The Washington Post Brian Boland, un exvicepresidente de Facebook que renunció el año pasado por preocupaciones de una polarización acelerada.

Haugen, quien reveló su identidad como la principal denunciante de Facebook en '60 Minutes' de The Washington Post, presentó una denuncia formal contra la empresa ante la Comisión de Bolsa y Valores y testificó el siguiente martes en Capitol Hill. “Hubo conflictos de intereses entre lo que era bueno para el público, y lo que era bueno para Facebook. Y la empresa siempre abogó por lo que le beneficiaba, sin tomar en consideración que las publicaciones de odio, maltrato y desinformación crearon un ambiente divisivo en la plataforma”, apuntó la ex empleada.

“Facebook se dio cuenta de que si cambiaba el algoritmo para ser más seguro, las personas dejarían de usar la plataforma con mayor rapidez, se perdería ese enganche, y causaría pérdida de ganancias para la empresa”, explicó Haugen al diario estadounidense. Además, con la alta preocupación frente a los problemas de autoestima de las chicas adolescentes en EE.UU. un estudio de Facebook presentado por The Washington Post señaló que un 5% de las chicas adolescentes que utilizan Instagram apuntaron que “promovía o agravaba pensamientos negativos y de suicidio”, mientras que un 17% comentó que “Instagram agrava los transtornos de desorden alimenticio”.

Meta será una segmentación de la empresa basada en aplicaciones familiares y construcción de tecnología.

La falta de atención prestada por parte de Zuckerberg ha creado un sabor amargo en los empleados que comentaron, bajo anonimato por seguridad, que el CEO “se ha alejado de los problemas que aquejan a la empresa, para concentrarse en la Realidad Virtual” y demás ambiciones que presenta para mantener a Facebook como un jugador dominante en la industria.

La polarización que se presenta en el sitio web no es un problema exclusivo de Estados Unidos, ya que en febrero de 2019 un empleado de Facebook realizó un estudio sobre la experiencia de los usuarios de la plataforma en Kerala, India, al crear un perfil falso. Los resultados de su experiencia arrojaron una alta presencia “contenido nacionalista polarizador, desinformación, violencia y sangre”.

Esto sirve como un amplificador de las responsabilidades de la plataforma en otros países donde se encuentra disponible, ya que India, siendo su mayor mercado, se encuentra en una posición de conflictos internos sin supervisión en las redes sociales, dejando espacios abiertos para la desinformación, el odio, el racismo y movimientos civiles violentos organizados por grupos nacidos en la red.

En 'Los papeles de Facebook' (suma de documentos clasificados presentados por Haugen), se arrojan estudios de enganche sacados de Instagram, donde se revela una empresa que está luchando por retener, involucrar y atraer a los usuarios jóvenes. Los documentos fueron reportados por The Wall Street Journal y confirmados por Haugen durante su presencia ante el parlamento el pasado 5 de octubre.

La exgerente de proyectos de Facebook, Frances Haugen testificó contra la empresa el pasado 5 octubre y filtró miles de documentos de la compañía.

Si bien, los ejecutivos de Facebook tacharon la información de Haugen como “falsa”, los documentos plantean preguntas sobre el papel de Facebook en la desinformación electoral y el ataque pro Trump al Capitolio el pasado 6 de enero. Los documentos de la compañía muestran hasta qué punto Facebook sabía de los movimientos y grupos extremistas en su sitio que intentaban polarizar a los votantes estadounidenses antes de las elecciones. Según los documentos rescatados por The New York Times, los empleados apuntaron que “pudieron haber hecho más para evitarlo”.

Asimismo, los documentos arrojan que la plataforma permitió a políticos estadounidenses publicar información falsa y de carácter peligroso para los usuarios, pero no arrojaron nombres o apellidos de los responsables. De igual forma, decenas de estudios y memorandos escritos por los empleados de Facebook proporcionan una clara evidencia de una de las críticas más serias formuladas por activistas de derechos humanos y políticos contra la empresa: su llegada a un país sin comprender completamente su impacto potencial en la cultura y la política locales, lo que se agrava al no implementar los recursos necesarios para hacer frente a los problemas causados por esta disrupción.

“Sin la transparencia impuesta por el gobierno, Facebook puede presentar una imagen falsa de sus esfuerzos para abordar el discurso de odio y otros contenidos extremos”, dijo Haugen al Parlamento británico, recopilado por The New York Times. La compañía ha mencionado que el software de Inteligencia Artificial detecta “más del 90% de los discursos de odio”, pero Haugen apuntó que el número era “menos del 5 por ciento”. “Son muy buenos bailando con datos”, comentó.

Facebook cuenta con 3 mil 500 millones de usuarios, más de la mitad de los usuarios de Internet en el mundo, y su alcance es tan grande que la proyección de mensajes subliminales y directos de odio, violencia y agravantes para personas con trastornos mentales podría ser un detonante para futuras acciones civiles delicadas en países actualmente en conflictos sociales.

Otra de las problemáticas que se presentan en los 'Papeles de Facebook' es su falta de presupuesto para integrar supervisión anti-violencia en países como Afganistán, India, entre otros en el Medio Oriente. Según los documentos que describen la asignación de recursos de Facebook, el 87 % del presupuesto global de la compañía dedicado a clasificar la información errónea está destinado a los Estados Unidos, mientras que solo el 13% se reserva para el resto del mundo, pese a que los usuarios de América del Norte representan solo el 10% de los usuarios activos diarios de la red social red social.

Facebook comentó el pasado lunes a The New York Times que los ingresos aumentaron “un 35% ($29 mil millones) en el trimestre hasta septiembre” en comparación con el mismo período del año pasado, mientras que las ganancias aumentaron un 17% ($ 9.2 mil millones), una señal de la solidez financiera de la red social pese a la actual crisis de relaciones públicas que enfrenta la empresa.

Nuevos caminos

En medio de la actual problemática ética de la red social, Zuckerberg se distanció de lo que enfrenta su empresa, para dar el anuncio de transición de Facebook hacia un “metaverso”, siendo su primer paso el cambio de nombre de la empresa (que hasta ahora ocupaba el mismo que la red social) a 'Meta', según explicó Zuckerberg el pasado jueves.

“Estamos comprometidos a hacer realidad esta visión a largo plazo y esperamos aumentar nuestras inversiones durante los próximos años”, dijo la compañía en su declaración de ganancias recopilada por The New York Times. Asimismo, el CEO expresó que espera que el metaverso traiga una “economía creadora masiva” a largo plazo. “Los próximos años”, señaló, “se dedicarán a construir la infraestructura para respaldar nuestra visión”.

El cambio de nombre se reflejará en la bolsa de valores de Nueva York a partir del próximo 1 de diciembre, una vez que la empresa pase a cotizar bajo las siglas MVRS. Facebook, la empresa, es propietaria de las redes sociales Facebook, WhatsApp, Instagram, Messenger y la línea de realidad virtual Oculus.

“Con Meta lograremos encapsular todo lo que somos, nuestra misión para construir tecnología alrededor de las necesidades de las personas, y crear conexiones fuertes que traigan nuevos horizontes para las relaciones, la alegría y la innovación”, destacó Zuckerberg en su anuncio. Con 'Meta', la compañía da un paso más hacia la segmentación de sus servicios y productos: aplicaciones para la familia y espacios de construcción de tecnología para el futuro.

Si bien, la llegada de este nuevo cambio de nombre aparece como una “oportunidad” de Facebook, también ha sido catalogada como una “distracción planeada” por parte de Zuckerberg para alejar la atención de los 'Papeles de Facebook', y su impacto en los manejos de las informaciones personales de los usuarios por parte de las redes sociales.

El periodista de tecnología y escritor ('Out of Office', Penguin Random House), Charlie Warzel, describió en el blog especializado Galaxy Brain, que si bien las empresas tecnológicas han tenido un “impacto trascendental” en la forma de reimaginar los marcos culturales, económicos y políticos del mundo actual, no solo actúan como “reguladores” de estos elementos, dando un espacio de opinión a las poblaciones, sino que también se han “entrelazado terriblemente haciendo que cada nodo del enmarañado ecosistema sea ¿peor? ¿Más complicado? Puedes hacer que Facebook o YouTube sean más seguros. Pero no puedes cambiar las formas en que todo esto nos ha impactado o las formas en que seguirá distribuyendo/redistribuyendo el dinero, el poder, la influencia, la cultura y la información”.

Para Warzel, como para otros críticos del producto de Zuckerberg, probablemente se pueda dar un cambio para mejor en cuanto a las desigualdades, pero un “arreglo” implicaría un proceso mucho más complejo. Según comentó Warzel: “Podremos mejorar, pero 'arreglar' es una palabra pobre cuando se trata de Facebook. ¿Arreglar... qué exactamente? ¿Y cómo exactamente?”.

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