Reír para reflexionar sobre la depresión

Puras Cosas Maravillosas, la obra que se presenta en el Teatro la Plaza del 30 de noviembre al 5 de diciembre, es una pieza de vuelo existencial que narra con altas dosis de humor e improvisación la historia de una niña y la relación que entabla con la depresión de su madre.

La protagonista de este montaje, que se presentó por primera vez en Panamá en 2019 en la misma sala, es la actriz venezolana Erika De la Vega, cuya capacidad para medir el pulso de la audiencia e improvisar una ráfaga de escenas en cuestión de minutos, transforma la sala en un viaje imprevisto y a la vez íntimo, que celebra a fondo las alegrías y dificultades de la vida.

Cuando la gente se pregunta qué es ser un actor, comentó en una entrevista Michel Hausmann, el director de la obra 'Puras Cosas Maravillosas', uno suele pensar en una persona con dos grandes virtudes: una es saber pararse, hablar y moverse; y la otra, tener una conexión interna con una verdad. “Erika sabe cómo pararse y moverse. Y la sorpresa (en esta obra) es que Erika tiene una conexión grande con la verdad. No me imaginé que era de esta magnitud. Yo creo que el trabajo actoral que está haciendo en esta pieza es extraordinario”, dijo Hausmann.

El director recuerda que lo genial y único de esta obra es que tiene muchos personajes pero solo requiere una actriz. El resto de los personajes es interpretado por el público, por eso el montaje cambia radicalmente de una fecha a otra, particularmente en pandemia. “La pandemia nos hizo sentir muy alienados, guardados tanto tiempo en nuestras casas, y esta obra es un regalo a ese tiempo: todos juntos viviendo una misma experiencia, escuchando el mismo cuento, y como es una obra donde la audiencia participa, la hace más comunal”, explicó Hausmann en una conversación con La Estrella de Panamá.

'Puras Cosas Maravillosas', una adaptación de 'Every Brilliant Thing' de Duncan Macmillan y dirigida por Michel Hausmann, ha tenido 80 funciones en el Colony Theater de Miami (New Miami Drama) y 15 shows con unos 3,000 espectadores en Panamá.

Todos los fondos recaudados en esta nueva temporada de seis fechas en el istmo, serán destinados a los programas educativos y comunitarios de Casa Santa Ana, una fundación sin fines de lucro que conecta a las personas a través del arte contemporáneo.