Una completa expresión del terruño

Actualizado
  • 07/08/2022 00:00
Creado
  • 07/08/2022 00:00
Los vinos de mínima intervención se están haciendo notar en Panamá. Enoterra presentó productos de España, Portugal y Argentina, que hablan de su tierra
Lily Alemán y Andrés Martínez durante la presentación

“En este mundo de abundancia de vinos en los estantes, de saturación de mercado del vino, la única forma de diferenciarse es ser fiel al lugar porque el lugar no se repite, es único”, declara Andrés Martínez, quien junto a su esposa Lily Alemán presentaron recientemente las bodegas que formarán parte de su portafolio en Enoterra, distribuidora que se enorgullece en establecer que representa vinos de terroir, o que en cuyas bodegas se esmeran en destacar las cualidades más propias de cada viñedo.

“Si vendes lugar, vendes un producto único que no es igual a otro lugar en el mundo. Y esa es la forma de diferenciarse. Cuando hablo de mis vinos, hablo 80% del lugar y 20% del vino”, destaca.

La presentación, que agrupó a sommeliers, restauranteurs, chefs y aficionados presentó vinos portugueses, argentinos y españoles con características muy propias.

“Los vinos de las Azores son vinos oceánicos, volcánicos de baja intervención con un trasfondo cultural muy potente”, explica Martínez.

Vinos de las Azores, volcánicos y con notas salinas del mar.

De Azores Wine Company, el Branco vulcánico, con aromas frutales y notas salinas; el Arinto dos Acores, frutal, pero con un acento mineral y también notas salinas; el Verdelho o Original, muy frutado, destacando la piña y con intensa acidez cítrica y el Terrantez do Pico con notas fritales, florales y con un toque de vainilla.

Los vinos de la región de Alentejo, también en Portugal, se destacan por ser “vinos mediterráneos de calor, muy tradicionales”, detalla Martínez. De Fitapreta Vinhos pudimos degustar el Fitapreta tinto, blend clarificado con claras de huevo a la manera tradicional, en el que destacan las notas de frutos rojos y negros, especias y untoque de toffee; el Palpite reserva tinto, selección de mejores parcelas en el que destacan frutos rojos y negros, especias, cuero y toffee. sabor robusto y taninos potentes.

La estrella de bodega española Frontonio the garage wine, es la “garnacha pura de monte”. Degustamos Botijo rojo “elaborado en un garaje y criado en cemento”, de rojo rubí pálido y notas de grosella, rosa roja y orégano; Microcósmico, garnacha criada 12 meses en cemento subterráneo, con notas a grosella y orégano; Telescópico, de garnacha, garnacha peluda y mazuela con notas a cerezas silvestres, pimienta y pétalos de rosa, sobre notas de tomillo y ahumados: Las alas de Frontonio, blend con crianza de 14 meses en boticella y una rpoducción limitada de 3,000 botellas. Seco, de cuerpo ligero y acidez fresca y El jardín de las iguales, elaborado con uvas de viñedo histórico con crianza de 14 meses en toneles usados, especiado, sedoso y de final largo.

De la denominación de origen Priorat, Terroir al limit ofrece, de acuerdo con MArtínez, “de los primeros priorat de baja intervención elegantes. estilo Borgoña”. Terroir Históric es un blend de nueve pueblos con agricultura ecológica. Notas de frutos rojos de granada e hibisco, hinojo y mora y taninos finos.

Vinos de la bodega Terroir al Limit

En Terra de Cuques la fruta se cosecha a mano, se fermenta todo el racimo y luego se deja más o menos sola antes de ser transferida a fudres y cemento durante 14 meses de envejecimiento. Frutos negros y rojos, acidez persistente y toques herbales. Arbossar, 100% cariñena, de viñedos de más de 100 años, Elaborado mediante fermentación de racimos enteros, vinificación y crianza de 16 meses en cemento. Notas de frutos rojos y azules y hierbas como romero y salvia.

Les Manyes, garnacha peluda de su viñedo grand cru logró 100 puntos Parker en 2016. Cereza negra, hierbas de montaña, toques ahumados y minerales.

La bodega argentina Zorzal crea “los primero vinos de terroir en Gualtallarí. Es una de las bodegas que empezó a definir el terruño”, asegura Martínez.

Eggo Blanc de Cal, elaborado con fermentación espontánea con levaduras nativas a 15ºC promedio y crianza en huevos de concreto durante 11 meses. Su color es brillante, con tonalidades verdes, en nariz es austero, con notas minerales, hierbas, piedra mojada. acidez elevada y final largo.

Vinos de la bodega Frontonio

Eggo Tinto de Tiza es un vino de parcela única fermentado con levaduras nativas y crianza en huevos de cemento por 12 meses. Frutal y terroso, destaca la expresión calcárea y salina de los suelos.

Zorzal Terroir único es un malbec fermentado con levaduras naturales con crianza de 6 meses en tina de concreto. En nariz es muy fresco, con frutos negros, lavanda y tierra negra. En boca de amplitudredonda y taninos finos.

Zorzal gran Terroir es un malbec con fermentación espontánea con levaduras nativas y crianza en barricas francesas usadas y algunos toneles de 500L. Rojo profundo con tonalidades violáceas, herbal y floral en nariz y buen volumen en boca.

Zorzal Piantao es unc abernet franc , vino de autor en cuya elaboración entran en juego tinas de cemento, barricas de primer y segundo uso y más viejas, además de lo mejor de la sala de barricas (malbec, cabernet sauvignon y syrah). en nariz, Fruta negra, flores azules, herbáceo y notas que aporta la barrica. En boca, intenso y jugoso.

El jardín de las iguales, garnacha

Rocamadre es un proyecto joven de mínima intervención de Mendoza que ha apostado por la cepa criolla. Criolla, es elaborada por uvas de parrales de 80 años, con levaduras nativas, mitad criado en tanques de acero y mitad en huevos de cemento por 6 meses. La criolla da tintos ligeros, notas de fruta roja, hierbas con acidez y cierta mineralidad.

Passionate Wine, es el proyecto de un enólogo argentino pionero e innovador. Nos ofrece el malbec Esperando a los Bárbaros, fermentado y criado en hormigón, un vino ue pretende ser preciso, y reflejar su lugar de origen.

De PerSe está el malbec Inseparable, de producción limitada, fermentado en tinas de cemento, maceraciones extendidas y crianza en tinas de cemento por 12 meses.

Vinos de mínima intervención

Una veintena de especialistas se reunieron para la presentación de vinos

“Cuando se intenta que el vino sea lo más fiel posible a lo que viene del viñedo, sin intervención de insumos que pueden alterar su aroma y su sabor, el proceso de llama de mínima intervención”, explica Martinez.

De todos estos insumos, estos elementos, el más importante es el roble (de las barricas), pero también el uso de levaduras compradas en laboratorio, en lugar de las levaduras nativas que vienen del viñedo, el añadido de ácido tartárico, o de muchos sulfitos, toda intervención que altere el producto, que no lo haga ser original.

La intención es que el producto, en este caso el vino, sea la máxima expresión posible de su terruño.

Para ello, enólogos ensayan el uso singular o combinado de recipientes inertes y, en algunos casos, la vuelta a procesos tradicionales que aporten singularidad a cada etiqueta.

“A mí me gusta pensar que yo vendo lugares, más que vinos. Me gusta pensar que cada uno de los vinos que traigo es fiel al lugar”, asegura el sommelier.

“Vendo las islas volcánicas de Azores, patrimonio de la Unesco de la humanidad pro sus corrales de piedra del siglo XV, vendo los montes de Zaragoza, España donde crecen garnachas muy especiales; vendo Gualtallary, al pie de la cordillera de los Andes, con su suelo único de canto rodado manchado de tiza, con frescor, vendo vinos que huelen a montaña”, concluye.

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