Un tobogán natural en lo recóndito de Sorá

A dos horas de la ciudad capital se encuentra un destino poco frecuentado, pero que aquellos que tienen el placer de conocerlo resaltan por su magia y paz. Se trata de la cascada El Manglarito, ubicada en Sorá, distrito de Chame, provincia de Panamá Oeste.

Es una verdadera aventura para aquellos amantes del deporte y el senderismo. Muchos lugareños, además, la consideran una de las perlas del pueblo Manglarito. 

El "Charco de las Golondrinas" y el "Tobogán" son otros nombres como también se le reconoce a este paraíso natural ubicado en un área muy rocosa, con una brisa espectacular que ayuda a olvidarse de cualquier estrés o preocupación. Definitivamente, un ambiente poco común para los capitalinos. 

Al llegar al centro de Sorá, lo primero que apreciamos es una estación de la Policía Nacional y justo enfrente unos cuantos pick up que transportan personas hasta alguna de las cascadas que posee el corregimiento.

Normalmente este tipo de transporte conduce a grupos grandes debido a la dificultad del camino. También se cuenta con transporte público, que cobra un pasaje de $1.25, pero en esta ocasión optamos por iniciar nuestra travesía caminando. 

Unos cuantos minutos después, nos encontramos con Miguel Pinto, un lugareño que nos guió y acompañó durante todo el viaje.

Desde el centro de Sorá cruzamos dos pueblos, el de Loma Larga y luego el Manglarito, nuestro destino. Este recorrido toma alrededor de una hora y cuarenta minutos. Primero por carretera y luego senderismo.

En todo el trayecto se puede disfrutar de una vista montañosa, con el típico sol de verano y la brisa fresca que identifica estas tierras. El sendero tenía gran dificultad por lo que había que pisar con mucha seguridad para evitar algún accidente, para ello contamos con la ayuda de nuestro guía, que conoce por completo estas áreas.

Luego de un largo camino entre pláticas y fotos para el recuerdo, llegó el momento de admirar un paraíso escondido de la naturaleza, un tesoro inmerso entre rocas y una gran vegetación: El Charco de las Golondrinas.

Miguel nos explicó que este nombre se debe a la antigua presencia de un gran nido de golondrinas en un orificio de este lugar, aunque hoy ya no frecuentan el charco.

Con aguas muy cristalinas, este destino pareciera guardar grandes recuerdos. En uno de sus costados se enmarcan diversos nombres de personas que lo llegaron a visitar y desean marcar una huella.

Esta cascada brinda su mayor esplendor a inicios del invierno, ya que su caudal aumenta y el chorro de su cascada se dispara provocando una mayor belleza.

El Charco de las Golondrinas de Sorá es una muestra de que Panamá es privilegiada con hermosos lugares que irradian paz.