Historia en altares, iglesia de San Francisco de la Montaña

Actualizado
  • 16/11/2020 00:00
Creado
  • 16/11/2020 00:00
El templo, ubicado en la población de San Francisco de la Montaña, provincia de Veraguas, comienza a construirse en 1630, pero la talla de los altares ocurre en 1773. Hay nombres, como el de fray Adrián de Santo Tomás, que se relacionan con la confección de estas excepcionales obras de arte
Historia en altares, iglesia de San Francisco de la Montaña

Si viaja por Santiago prográmese, desvíese y visite la población de San Francisco de la Montaña con su iglesia y sus maravillosos altares de más de 200 años de antigüedad. Recuerde llevar mascarilla y alcohol. Guarde la distancia y viaje en su burbuja familiar.

No es muy lejos el recorrido, es de tan solo 19 kilómetros, con una duración de 25 minutos y enseguida encontrará una iglesia poco ostentosa, que tras sus puertas guarda obras de arte únicas que representan el pasado colonial de la región. Se asombrará, se lo aseguro.

La colonia es una etapa histórica que termina en el siglo XIX, más precisamente en 1821 cuando Panamá se independiza de España. Son más de tres siglos de íntima relación que nos dejaron temas de profunda religiosidad, y los altares son una gran prueba de ello.

Son nueve y cada uno tiene múltiples piezas que hablan por sí solas. Es el momento de observar y disfrutar detenidamente. Están llenos de colores. En el altar mayor predomina el rojo el oro, y es la mejor muestra del estilo barroco churrigueresco español del siglo XVII.

Según registros, la iglesia comienza a construirse en 1630, pero la talla de los altares ocurre en 1773.

Allí encontrará en cada pulgada, querubines rubios, músicos, flores, hojas, arcángeles con corazas militares y las famosas cholas. Estas son únicas, ángeles con caras aindiadas y cabello oscuro. También hay flores y frutas tropicales, como la piña. Eso demuestra que los sacerdotes utilizaron el talento de los indios para ornamentar los altares.

Es que San Francisco fue una población importante, y en siglos pasados se constituyó como la capital provincial de Veraguas. Su economía se basaba en la agricultura y la explotación de minas de oro. El rico material fue mencionado por el almirante Cristóbal Colón en su cuarto viaje cuando tocó las costas del Caribe de Veraguas.

Se menciona que la iglesia comenzó a construirse en 1630, pero la talla de los altares ocurre en 1773. Hay nombres, como el de fray Adrián de Santo Tomás, que se relacionan con la confección de estas excepcionales obras de arte.

Los altares, adornados con paneles de oro, son tan importantes que fueron declarados Monumento Nacional en 1937.

No he podido confirmar su orden religiosa, pero pudo pertenecer a la de los dominicos.

Los altares, adornados con paneles de oro, son tan importantes que fueron declarados Monumento Nacional en 1937. Puedo dar fe de los trabajos de restauración por la reconocida restauradora mexicana Ángela Camargo. Su trabajo fue meticuloso y lento. En alguna de mis visitas la encontré trabajando.

Son más de tres siglos de íntima relación que nos dejaron temas de profunda religiosidad y los altares son una gran prueba de ella.

En el altar de la crucifixión fueron plasmadas todas las herramientas que utilizaron los romanos para crucificar a Cristo, y otros artículos que recuerdan su juicio, como la escalera, la lanza, el gallo de Pedro, el cáliz de la última cena, una calavera, los dados con los que los legionarios se jugaron sus vestiduras. También se aprecia la analogía del pelícano que se hace sangrar para alimentar a sus polluelos.

Son muy comentados el altar de la Virgen del Rosario, el de San José y el altar de las Ánimas. El de la Purísima tiene esculturas de la Santa Familia con peces maravillosos.

Las esculturas talladas en cedro atestiguan que en la región hubo una fuerte actividad de la Iglesia católica, y que sirvió de base española para la dominación de los caminos a través del istmo. Hoy todavía hay una numerosa presencia indígena de los Ngäbe Buglé.

Para los estudiosos del arte, se puede observar cómo el estilo artístico barroco llegó a Panamá. Es una muestra de arte producto de: “Un periodo histórico, artístico y cultural caracterizado por una gran exuberancia ornamental que se manifestó en el arte, la literatura, la música y la arquitectura, abarcando los siglos XVII y XVIII. El barroco surgió en Italia, se extendió al resto de Europa y fue traído a la América por los españoles. Se puede notar en la arquitectura civil y religiosa”.

Además de ser atractivos culturales, los altares constituyen un motivo para hacer giras turísticas. Esta gira a San Francisco puede combinarse con un desayuno típico en alguna fonda del lugar. O puede hacerlo en alguna de la ciudad de Santiago.

Incluya la visita a la iglesia de Santiago Apóstol, al parque del lugar, al edificio de la escuela Normal que también tiene mucho interés arquitectónico; allí podrá ver los bonitos murales de Roberto Lewis.

También hay un plan B: una vez en San Francisco, puede regresar por otro camino y visitar la población de Calobre; sube a La Yeguada para disfrutar de magníficos paisajes, regresa, y sale a la carretera Panamericana por Coclé, y así ahorra camino.

Aquí sin quererlo, amigo lector, en este artículo he trazado una ruta turística en Veraguas que ya es conocida, pero poco practicada. Puede ser una gira de un solo día y tiene en el regreso a la ciudad de Panamá muchos atractivos. Lo que le recomendamos es salir temprano y que verifique los horarios en que la iglesia esté abierta.

La iglesia de San Francisco de la Montaña es un templo católico ubicado en la población de San Francisco de la Montaña, provincia de Veraguas. Fue declarada monumento histórico nacional mediante Ley 29 de 1937.

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