El Guaviare, donde hay delfines rosados y ríos de colores

Actualizado
  • 25/01/2021 00:00
Creado
  • 25/01/2021 00:00
Son pocos los lugares en el mundo que pueden presumir de una fauna o flora exótica y endémica, y el Guaviare es uno. Esta zona amazónica no escapó de los tristes episodios de la guerra de guerrillas, pero ahora se abre al mundo para ofrecer la belleza de su naturaleza
A las cascadas el Arco Iris, Las Delicias y del Amor, consideradas como santuarios de vida natural, se realizan caminatas ecológicas.

En el sur de Colombia, a 400 kilómetros de Bogotá, hay un departamento (provincia) que territorialmente es más grande que Costa Rica, y que posee ríos de colores con delfines de agua dulce de color rosado. Es el amazónico departamento de Guaviare, integrado por cuatro municipios.

La Puerta de Orión es una formación rocosa emblemática de la ciudad, con 12 metros de altura.

Un departamento que no escapó de la violencia generada por la guerrilla, pero que ahora su mayor arma es el turismo, incluso excombatientes forman parte de su desarrollo. En palabras de los protagonistas de la historia, “el proceso de paz fue fundamental para el desarrollo del turismo de estos territorios que estaban un poco abandonados por el Estado”.

Delfines rosados son una gran atracción turística en San José del Guaviare.

San José de Guaviare es la capital, con temperatura promedio de 28 grados centígrados, flanqueado de bosques y del río Guaviare que resguardan uno de los mejores atractivos de la naturaleza amazónica. Para llegar a la zona se puede tomar un vuelo desde Bogotá que tarda unos 45 minutos o por tierra, por un poco más de seis horas.

Con una biodiversidad única, San José del Guaviare es un destino para disfrutar el turismo de naturaleza.

Un recorrido virtual ofrecido por Procolombia nos llevó a conocer las bellezas naturales del Guaviare, explicado por los guías turísticos de la turoperadora Guaviare Biodiverso Travel: Miguel Martínez, César Arredondo y Marcel Reina, unos apasionados de su región y de la naturaleza.

La belleza natural se conjuga con la multiculturalidad de la zona. En el departamento existen unas 20 comunidades indígenas y una de ellas, los Nukak, es nómada y tuvo su primer contacto con colonos no indígenas hace 30 años. De ese intercambio cultural, explicó Redondo, los Nukak fueron contagiados con la gripe que acabó con el 40% de la población.

Los pozos naturales son formaciones rocosas antiguas que forman piscinas de aguas cristalinas de diferentes colores, debido a la riqueza vegetal y mineral del entorno.

Los Nukak, como el resto de las comunidades indígenas y campesinas, han jugado un papel fundamental en la relación ser humano-naturaleza que ha ayudado con el desarrollo del turismo. Navegando aguas abajo unas dos horas por el río Guaviare o con un recorrido por el bosque en auto 4x4 por dos horas y media, desde San José, se llega a la laguna Dama de Nare para observar los delfines de agua dulce, cuyo nombre científico es Inia geoffrensis, que cuando llegan a la edad adulta se pueden tornar rosado.

La laguna Dame de Nare se conecta con el río Guaviare, lo que permite el flujo de los delfines entre estos ecosistemas acuáticos. Los turistas pueden bañarse en la laguna, y si andan con suerte, “jugar” con los delfines.

A 15 minutos desde el casco urbano de San José de Guaviare se encuentra la serranía la Lindosa, que abraza otros dos grandes atractivos turísticos naturales de la región. Los ríos de colores Caño Sabanas y Rincón de los Toros.

Durante el recorrido virtual, Redondo, quien es biólogo de profesión, mostró imágenes de los ríos en las que se aprecia el color rosado de estos y explicó que el fenómeno es producto de una planta llamada Macarenia clavigera, endémica de Colombia.

“Nos da mucho orgullo porque nos ofrece estos colores tan hermosos, pero eso también conlleva una gran responsabilidad que es protegerla, porque si desaparece de Colombia, desaparece del mundo entero”, aclaró.

Los turistas no pueden bañarse en estas zonas porque implicaría la destrucción de la planta que crece entre las rocas bajo el agua y con exposición al sol. “Son lugares para la fotografía, para la admiración y para tocar la planta y sentirla”, indicó Redondo.

Si la intención es darse un chapuzón, los propios ríos te ofrecen opciones un poco más abajo. En la misma zona también se encuentran los pozos naturales con profundidades de hasta cuatro metros.

En Guaviare la oferta de turismo natural es diversa. A unos 30 minutos de la capital y sobre una llanura están los túneles naturales formados por material rocoso que se asemejan a figuras de animales. Una de las rocas, conocida como la Puerta de Orión, tiene 15 metros de ancho por 12 metros de alto y posee una abertura en el centro.

En la zona hay tres grandes parques naturales: Reserva Nacional Natural Nukak, Parque Nacional Sierra la Macarena y Parque Nacional Natural Serranía del Chiribiquete, este último declarado Patrimonio de la Humanidad.

El recorrido por el Parque Chiribiquete solo se hace por aire y el servicio forma parte del paquete turístico al que pueden acceder los visitantes. Marcel Reyna explicó cada accidente geográfico del área protegida que también se puede observar desde el aire.

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