‘Mi casa se convirtió en mi oficina’

Muchos padres de familia se ven en la necesidad de optar por desarrollar su vida laboral desde casa. Las razones son casi infinitas: los niños están pequeños, el estrés se ha apoderado de todos, hubo reducción de personal en la empresa donde se trabajó durante muchos años o simplemente han descubierto que es posible generar un mayor ingreso por medio de esfuerzos individuales, gozando de más tiempo libre.

Mi amiga: la agenda

Como se dice comúnmente, ‘todo tiene un costo’. Pero, ¿cuál sería el de trabajar en casa? La organización más impecable. Y si tiene niños pequeños o que asisten a la escuela todavía el asunto se hace más importante.

Si es posible contar con una área reservada para diseñar o colocar una oficina básica, la mitad de ‘la batalla’ estará ganada.

Podrá disponer de una zona para concentrarse, hacer llamadas telefónicas sin interrupciones, disponer de equipo como computadora, impresora y otros, y sus documentos estarán lejos de la curiosidad de los pequeños.

Si los niños están en la escuela o la guardería durante toda la mañana, para usted ese espacio será el de mayor productividad.

Es mejor iniciar desde muy temprano para sus llamadas telefónicas o visitas, si tiene que asistir a reuniones de trabajo. Fíjese un horario, de acuerdo a la situación o actividades de la familia. En la tarde, cuando los chicos ya están en casa, puede realizar tareas que no impliquen demasiada concentración o salidas constantes.

Lupe P. compartió con Ego su propia experiencia: ‘Trabajo en casa desde hace tres años y mi esposo se me unió a esta actividad hace seis meses. Al principio no fue nada fácil, pero todo se logra si uno se lo propone. Tenemos una bebé de un año. Está en una edad que demanda mucha atención. Dos veces al día toma siestas y en ese momento, aprovechamos el tiempo para realizar los pendientes de nuestra pequeña empresa. Tengo la ayuda de una niñera solo en las mañanas y eso realmente nos permite salir a realizar ventas y cotizaciones. El secreto de esto es organizarse lo mejor posible, usando el tiempo al máximo para que rinda. Me encargo de llevar la agenda de la semana, y trato de hacerla los días viernes. Así todos disfrutamos el fin de semana en familia, sin pensar en que tenemos cosas pendientes’.

Los contactos

Tener la casa como oficina no significa alejarse de los conocidos de las empresas donde haya trabajado. Antes de empezar, siéntese con tranquilidad y piense en todas las personas que ha conocido y que podrían convertirse en sus clientes o están en la capacidad de referirle prospectos.

Ningún contacto es menos importante que el otro. Donde menos lo espera, puede encontrar oportunidades para hacer negocios.

Y mucho ojo con las distracciones. Muy cerca están la televisión, el equipo de música, las redes sociales y otros elementos que gustan mucho para el entretenimiento. No deje para mañana lo que puede hacer hoy.