Nicole Puga ‘Es muy fácil criticar por las redes y no aportar'

Nicole Puga (Panamá, 1984) aprendió a cantar antes que hablar. Es una cantante de médula, de esa raza olvidada por el ‘hasta abajo, mami' y ‘a mí me gustan mayores'. "Cuando yo canto, es una manera de sentirme invencible", matiza. Y es que Nicole posee un timbre de voz privilegiado, un agudo, casi perfecto, que la convierte en una de las sopranos más importantes de nuestra región. Quienes han tenido el privilegio de escucharla quedan cautivados. Hay que decirlo, sin ánimos promocionales: Nicole canta como si se acabara de enamorar y como si el significado de la música fuese delirio.

La amiga cercana de Gilberto Santa Rosa, a quien le pide "su bendición" cuando desea emprender algún proyecto, empezó cantando en la sala de su casa y ya ha llegado a ser una voz imposible de obviar en nuestro universo musical. Su madre y una vecina descubrieron su talento y la impulsaron a transitar en la academia musical. Es egresada de la Escuela de Canto del Conservatorio Superior de Música del Liceu en Barcelona y fue allí donde, además de especializarse, descubrió su amor por la docencia, faceta que hoy disfruta con los más pequeños. En esta entrevista, Nicole se olvidó del reloj. Hablamos más de lo pensado. La música nos hizo personas de confianza. Perdió un poco su timidez, aunque la asaltaba a ratos. Sin embargo, demostró que a todo cantante le gusta hablar de su virtud. Un gesto aprovechable. Hicimos las preguntas y aquí van sus respuestas...

Puedo contra todo. Puedo cantar contra cualquier adversidad. Contra la tristeza. Contra la soledad. Cantar te hace sentir realizada.

Pues no tengo ni idea de cómo se hace, de cómo se logra. Pero qué bonito es enseñar tu técnica a los niños y que desarrollen su talento... Las personas tienen mucha timidez, algo que yo trabajo muchísimo. Cantar es una forma de liberarte. De liberar tu estrés. No importa si lo haces bien o mal, ¡hazlo!

( suspira ) ¿Desafinar? Tú desafinas siempre en la vida. Eso es parte de ella. Si no te caes, si no desafinas, no vives, no aprendes y no intentas reponer tu voz para que suene mejor.

LA MAYORÍA DE LAS VECES, ¿A QUÉ LE CANTAS MÁS: A LA ALEGRÍA O AL DESAMOR?

Casi siempre le canto a alegría, porque canto muchísimo en eventos privados, sobre todo, en bodas. Allí veo amor de verdad. Pero, ¿te confieso algo? me fascina cantarle al desamor. Se hace con mayor pasión.

ENTONCES, ¿HACE FALTA UN BUEN DESPECHO PARA ENTONAR CON EL ALMA?

No necesariamente, pero sí es importante vivir experiencias de todo tipo. Sí es verdad que mezclas sentimientos, tanto tuyos como de alguien cercano. Es saber interpretar.

CAMBIEMOS DE TEMA... ¿QUÉ ECHA DE MENOS DE LA TELEVISIÓN PANAMEÑA?

Me encantaba ser maestra de canto de reality shows. Tú ves crecer a niños, desarrollarse y explotarse en el escenario. Es una experiencia mágica. Espero que vuelvan los concursos de canto, aunque sé que ahora están en otras modas.

HABLANDO DE MODAS... ¿POR QUÉ EL REGUETÓN ENGANCHA TANTO?

Es un género que lo han sabido mercadear, y muy bien. Si es lo que escuchas siempre, al final te va a terminar gustando.

¡Exacto! Ahora ves a niños cantando ‘Cuando calienta el sol'. Les encanta... todo es cuestión de marketing .

NO SÉ QUÉ LE PARECERÁ EL CUESTIONAMIENTO SOBRE EL DESARROLLO CULTURAL EN EL PAÍS. MUCHOS ARTISTAS (PINTORES, CANTANTES, MÚSICOS, NACIONALES) HAN DICHO QUE NO EXISTE...

En la medida que los gobiernos comprendan que el desarrollo de las artes y de la cultura es lo más importante, tendremos nuevas generaciones. No quiero decir que se les inculque ser artistas, se trata de educar en principios. La educación hace al ciudadano.

Muchas veces los panameños somos muy pasivos, muy tranquilos. Nos hace falta reaccionar más. Tenemos esa mentalidad de que si yo estoy bien, no me importa que el mundo se caiga. Nos falta compromiso. Es muy fácil criticar por las redes y no aportar. ¿Qué haces tú para que las cosas cambien?

CUÉNTEME SOBRE OTRO TEMA QUE ESTÁ EN LAS CONVERSACIONES MODERNAS DE TODA MUJER. ¿HABLAMOS DE FEMINISMO?

( sonríe ) No me puedo llamar feminista porque me parece una palabra excesiva. No somos mejores que los hombres, somos iguales.

¡Claro! La sociedad las ha hecho así. Por eso, me gustaría enseñarle a mi sobrina a decir que no. A las mujeres nos han acostumbrado a decir siempre que sí, a aceptar todo y a quedar bien con la sociedad.

Yo siempre he pensado que hay que tener los pies sobre la tierra, creo que a veces abuso de eso. ( risas )

DÍGAME UNA FRASE QUE PAREZCA LO QUE PIENSA DE LA VIDA.

No hagas lo que no te gustaría que te hicieran a ti.

( Supira ) Es luchadora, emprendedora y dedicada a su familia.