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- 10/07/2010 02:00
CHIRIQUÍ. El agradable aroma de la naturaleza está insertado en cada esquina del ‘Jardín Mary, el preferido’. Y es que un mosaico de flores y plantas medicinales que llama la atención de propios y extraños engalana una hectárea de terreno en Guadalupe, Cerro Punta, en el distrito de Bugaba, a una hora de la ciudad de David.
Hace 43 años, Edilberta Vinda concibió la idea de construir un jardín con el propósito de vender flores y de esta manera generar ingresos adicionales para el sostén familiar y la educación de sus seis hijos.
Muchos años después de haber puesto en marcha la genial idea, su forjadora se siente satisfecha de haber alcanzado los objetivos que se propuso. ‘Eduqué a todos mis hijos, gracias a esta actividad’, comenta Vinda, que tuvo que asumir toda la responsabilidad de su hogar tras el fallecimiento de su esposo.
Doña Edilberta asegura que vivir rodeada de flores le inyecta una alegría diaria, ‘no hay tiempo para enfermarse; ni para deprimirse menos’, dice muy segura mientras sonríe.
El cultivo de flores le ha dado una inmensa satisfacción. Tanta que no duda ni un segundo en decir que si volviera a nacer, se dedicaría a esta misma actividad, aunque aclara que lo haría mucho antes.
AL JARDÍN MARY
En el jardín, ubicado en las faldas del volcán Barú, inmerso en un agradable clima, se encuentran hermosas flores como el agapanto, el jade, así como la cala, que es la más solicitada para bodas, quince años y recepciones.
La cala se ha convertido en la planta insignia del jardín, por ser las primeras que se sembraron y además porque son las que más se venden.
También se puede apreciar una gran variedad de plantas medicinales como menta, albahaca, romero, tomillo, ruda y eucalipto, entre muchas otras.
En ciertos senderos que atraviesan el jardín, es común encontrarse con arbustos exóticos. Es probable que al visitante le pueda sorprender la presencia de un papiro, planta que, cuenta la historia, fue usada en la antigüedad para la escritura.
La gran diversidad de rosas no puede faltar en el ‘Jardín Mary, el preferido’, que liberan un grato aroma que enamora a los visitantes.
El inventario también incluye diversas variedades de cactus, helechos, pinos, cipréses, entre otros; incluso parcelas de cebolla y apio, para que los turistas puedan apreciar la forma de cultivo.
Los visitantes también tienen la oportunidad de comprar la planta de su agrado, ya que una sección del jardín están los viveros, donde hay variedades que se encuentran distribuidas a lo largo del jardín.
Al Jardín Mary han llegado personas de distintos países como Inglaterra, Estados Unidos, Italia, Holanda, Canadá, así como figuras del mundo político nacional y de la televisión panameña.
MUCHO MÁS QUE PLANTAS
Hoy día el Jardín Mary es mucho más que plantas. Mientras las personas admiran la belleza de las flores, también pueden disfrutar de un delicioso jugo natural de las frutas que se cultivan en el mismo lugar, como fresas, tomates de palo, zarzamoras, duraznos, entre otras.
‘Alimentamos el espíritu con las flores y el cuerpo con los batidos’, señala doña Edilberta con la calidez que la distingue.