Los miedos se apoderan de las sociedades del siglo XXI

Actualizado
  • 24/03/2014 01:00
Creado
  • 24/03/2014 01:00
Fobias, ataques de pánico, agresividad y ansiedad descontrolada son las enfermedades de la nueva era. Expertos opinan

Según un informe reciente de la Organización Mundial de la Salud (OMS), tres de cada diez personas en el planeta sufren en la actualidad de trastornos de ansiedad, lo que representa una cifra alarmante y sin precedentes. La datos son graves en especial en países con grandes poblaciones y mucho movimiento comercial. En la Argentina, por ejemplo, más de 6 millones de personas ya padecen algún tipo de síntoma, y alrededor de un millón sufre concretamente el trastorno de pánico.

Lo más serio es que las cifras van en aumento. Es por eso que se habla de una pandemia característica de este tiempo, signado por la velocidad y la hiperexigencia del siglo XXI.

Anticipándose, el padre del psicoanálisis, Sigmund Freud, ya había identificado y definido a finales del S. XIX la llamada ‘crisis de angustia’ -decía que ‘el sujeto entra en pánico cuando se proclama que el trono y el altar peligran’, refiriéndose a los valores, necesidades o ideales que cada persona considera imprescindibles y su reacción ante la posibilidad de perderlos-, los especialistas coinciden en que las rutinas de las grandes ciudades sirven de caldo de cultivo a una patología del ‘panic attack’- que tiene su origen en una predisposición genética y psicológica, pero que se ve potenciada por las exigencias que impone la vida moderna. Además uno de los datos llamativos que se registra en la última década, es el aumento de jóvenes que presentan síntomas patológicos de ansiedad.

Esto indica que la mayoría de los trastornos de ansiedad aparecen por primera vez durante la infancia y la adolescencia, lo que hace que estos grupos de edad sean un objetivo importante para la prevención primaria.

‘Entre los niños, los trastornos de ansiedad representan la forma más común de psicopatología con tasas de prevalencia anual que van de 5.7 a 17.7%, la mayoría por arriba de 10%’, señaló el informe de la Organización Mundial de la Salud.

La evidencia indica que una alta proporción de ni ños no superan sus trastornos de ansiedad, que se manifiestan con mayor énfasis en la adolescencia y adultez.

Algunos ejemplos de poblaciones en riesgo incluyen a niños de padres ansiosos; víctimas de abuso de menores, accidentes, violencia, guerra, desastres naturales u otros traumas; refugiados; y profesionales en riesgo de ser víctimas de robo o tratados por trauma.

Cifras que ponen en la palestra las consecuencias de un mundo en crisis.

La ansiedad, protagonista de la época actual

Le palpitaba con fuerza el corazón y estaba segura que la multitud de personas iba a atacarla. Eso fue lo que sintió Laura la primera vez que le dio un ataque de pánico. Hoy tiene 38 años y hace 14 años está medicada por este trastorno.

Ella es parte del 10% de la población mundial que sufre de diversos trastornos de ansiedad fóbicas.

¿Panamá ansiosa? El crecimiento económico y la construcción de grandes estructuras, sumándole la mala planificación vial hacen de la ciudad de Panamá un espacio estresante, que se manifiesta en conductores agresivos y horas de vida perdidas en ‘tranques’ interminables.

Es por ello, que Panamá puede ser un espacio de caldo de cultivo de personas con trastornos de ansiedad.

La Estrella, consultó a especialistas que explicaron que, ‘las fobias, ataques de pánico, agresividad, estrés agudo, de posparto y depresión; son en su conjunto muy amplio llamadas, ‘Trastornos de ansiedad’ o ‘Enfermedades del siglo XXI’; las cuales tienen como síntoma común la ansiedad’, aclaró la siquiatra panameña, Juana Herrera.

¿Qué las provoca? ‘Existe predisposición genética, y la vinculación del individuo con el ambiente, especialmente los cinco primeros años de vida’, explicó Herrera.

Coincidiendo con el informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Juana Herrera también remarca que los niños y jóvenes son los socialmente más vulnerables de sufrir un trastorno de ansiedad fóbicas.

DEJELOS ‘SER’

Dirigiéndose al ¿Por qué del asunto, señala, ‘No hay que ser neurotizantes con los niños y aprender a respetar sus periodos de aprendizaje, ya que de lo contrario esto puede traer consecuencias negativas en el futuro del infante’.

Cuidar el ¿Cómo? ‘Respeto y optimismo con la base de una buena educación, por ello es fundamental prestar atención en cómo se transmiten los mensajes a los pequeños. Hay que recordar que los niños aprenden por imitación’, remarcó la especialista.

Y haciendo énfasis en este punto Herrera remató, ‘recuerde que su hijo es un ser humano. Muchas veces los padres regresan a la casa y pretenden descargar con sus hijos lo que nunca hicieron con sus jefes. Gritandoles para luego abrazarlos. Esto es un error, ya que su hijo se merece respeto y su actitud genera un ambiente agresivo y contradictorio al gritar para luego abrazar sin explicación o una disculpa de por medio’.

CARGADOS DE ESTRÉS

Por su parte la socióloga Enriqueta Davis, señaló que el incremento de las llamadas, ‘nuevas enfermedades de la sociedad contemporánea’, obviamente tienen relación con el ritmo de vida tan agitado que impone dicha sociedad y, que somete al conjunto de la sociedad a permanentes situaciones que pueden generar estrés; entre ellas, las largas horas que se pasa fuera del hogar y que afectan de manera especial a las madres de familia.

La especialista señaló que parece paradójico que viviendo en una sociedad con una avanzada tecnología en comunicación, resulta que en una gran cantidad de hogares, se ha perdido la comunicación cara a cara, con la pareja, con los hijos, con los familiares.

Es común que todos los miembros de la familia tengan celulares o tabletas y estén permanentemente pendientes de dichos aparatos, incluso cuando están cenando o cuando podrían compartir el tiempo juntos, hablando de las cosas cotidianas, pero también de los planes, los sueños y las esperanzas que se deben compartir con las personas a quienes más queremos.

En palabras de Davis ‘La responsabilidad como adultos es recordar que todos los días se juega diferentes roles de acuerdo al entorno: en el trabajo, con las amistades y con la familia; y hay que comportarse como compete: con respeto a todos los demás, con afecto a los más cercanos, sobre todo con nuestra familia, estar siempre aptos para demostrarles el amor que se les tiene, con gestos, palabras y miradas’.

‘Si a pesar de todo el esfuerzo que haga sigue sintiendose muy presionados socialmente, entonces busque ayuda profesional por su bien y los que interactúan con usted’, aseguró la socióloga.

Para cerrar, ambas especialistas señalaron que es crucial combatir el consumismo en la familia para que los niños entiendan que no se es por lo material, sino por lo que se es como persona; ya que el valor de lo material impuesto por el mercado, crea necesidades y la ansiedad de tener, provocando así una sensación de insatisfacción permanente y por consecuencia un trastorno de ansiedad fóbico.

Lo Nuevo
comments powered by Disqus