Después del embarazo, el camino a la recuperación de la sexualidad

Actualizado
  • 09/07/2020 00:00
Creado
  • 09/07/2020 00:00
Tras el nacimiento de un bebé, la intimidad en pareja continúa, pese a que la madre está en un periodo de recuperación, con sus variantes. Un especialista analiza los cambios físicos y psicológicos más comunes

“Después del embarazo mi vida sexual cambió drásticamente. Ya no tenía intimidad con frecuencia. Durante los seis primeros meses, mi libido disminuyó significativamente. Luego que di a luz en parto natural, quedé con muchos dolores, sobre todo por el tamaño de mi bebé. Fui recuperando mi apetito sexual a medida que transcurrieron los meses”, comparte Emma Urrunaga.

“Al principio, esta situación me causó un choque emocional muy fuerte y pensé ir al psicólogo. Después del parto, mi cuerpo se transformó, y esos cambios me causaron mucha inseguridad. Me daba vergüenza que mi pareja me viera desnuda, porque llegué a creer que no era lo suficientemente atractiva”, relata.

Pese a esta historia, Urrunaga decidió fortalecer su autoestima. “Hoy me miro al espejo y digo en voz alta: Eres bella, y no dejo que ninguna situación me afecte. Para mí el apoyo de mi esposo ha sido fundamental; él se encargó de recordarme todas las mañanas lo hermosa que era y hoy todavía lo hace”, cuenta mientras sonríe.

Historias como las de Emma son una muestra de los desafíos a que se enfrentan las parejas para reacomodar su sexualidad a una nueva etapa de sus vidas.

Pedro Rondón, psicólogo especialista en sexualidad, comenta que la experiencia íntima después del embarazo dependerá de cada pareja. “Si has tenido una buena vida sexual antes y durante el embarazo, no debería presentarse ningún problema. Evidentemente hay un período de cuarentena (tiempo de abstinencia después del parto que generalmente va de 30 a 40 días, según la recomendación de los médicos), pero los encuentros sexuales no involucran solamente el coito (penetración), ya que pueden usarse otras variantes íntimas como caricias, masturbación y sexo oral”, sustenta.

Rondón argumenta que cuando la relación no ha sido satisfactoria antes, durante y después del parto, por lo general se utiliza al recién nacido como pretexto. “Colocan al bebé en el medio de la cama, el progenitor varón va a dormir en otra habitación 'para que descanse', cuando todo debería ser una labor compartida, ya que es tarea de ambos”.

“Los primeros días hay una etapa de adaptación; es lógico que la madre no sienta deseo de tener actividad sexual, pero después de un período razonable se puede recuperar la intimidad”, reconoce.

Cambios en la libido

Una publicación del diario El País recoge un estudio (realizado en 2016 en Australia) sobre la actividad postparto. En este se analizó aproximadamente a 1,507 madres. La prueba consistió en darles seguimiento a los 3, 6 y 12 meses después del parto.

Los resultados de la prueba arrojaron que el 89% de las mujeres tenía problemas de salud sexual en los 3 primeros meses después de dar a luz; y que el 51% continuaba sin deseo a los 12 meses.

En este periodo se presentan cambios y desajustes hormonales.

Otro de los aspectos que resaltó el estudio es que las participantes denotaron incertidumbre con relación a temas como: dolor durante el coito, falta de lubricación y disminución en el deseo sexual.

Rondón apunta a que durante este periodo se presentan cambios en diversas variables, como la libido.

“En los primeros días, el deseo prácticamente es nulo. Hay que aceptar que habrá cambios, que la recuperación será paulatina y aunque no siempre habrá ganas, esto no implica que la pareja deba pasar dos o tres meses sin acercamiento de ningún tipo. El deseo se va a incrementar cuando ambos se adapten a los cambios producidos por la llegada del bebé, pero hay que fomentar y tratar de mantener la intimidad de la mejor manera posible”, arguye.

El sexólogo apostilla que los cambios hormonales influyen, por ejemplo, en los bajos niveles de testosterona, estrógeno, progesterona y altos niveles de prolactina.

Igualmente, señala que el estrés causado por las preocupaciones del futuro y la presión de ser padres pueden tener un impacto.

Para Rondón ante el descenso de la libido, “es vital que se cultive el erotismo. Los encuentros sexuales hacen que ambas partes se sientan deseadas, a pesar de los cambios, y esto ocasiona que la pareja se mantenga unida”.

Además “hay que recordar que los beneficios de las relaciones sexuales, con y sin penetración, elevan la autoestima, favorecen el descanso y el sueño, generan una serie de hormonas y neurotransmisores que nos hacen sentir bien y combaten el estrés”, puntualiza.

El psicólogo agrega que los padres deben compartir todo lo que implica el cuidado del recién nacido, y hablar con honestidad sobre los miedos con la llegada de un nuevo ser en la vida de pareja, añadiendo que no deben permitir que el bebé se instale en la cama. “Los primeros meses debe estar en su cuna y luego en su habitación”.

¿Cuándo es seguro retornar al sexo?

El sexólogo reitera que no hay recetas, porque cada uno retoma la intimidad cuando se siente tranquilo y sin presiones. “Puede ser a los pocos días, con variantes que no incluyan penetración, hasta que el organismo de la madre se recupere”.

En cuanto a las posturas, explica que si no hay ninguna contraindicación médica, las personas pueden aplicar las posiciones habituales que solían practicar.

Con relación al uso de lubricantes y juguetes sexuales, considera que previo acuerdo de la pareja, pueden incorporar vibradores, masturbadores para el hombre, succionadores de clítoris, plumas, guantes y masajeadores.

Por otra parte, el sexólogo manifiesta que luego del parto se presentan cambios físicos en la madre, y uno de los aspectos que se deben tomar en cuenta al momento de retomar la intimidad es la preparación psicológica.

“La naturaleza es sabia y el cuerpo se recupera prontamente, si no hay patologías asociadas. Lo importante es aceptar los cambios físicos de la pareja para que se lleve el acto de manera placentera. Los ajustes a veces toman tiempo para volver a la normalidad”, afirma.

El especialista asegura que la práctica de los ejercicios de Kegel ayuda a recuperar la tonicidad muscular, “es otra actividad para realizar previamente, pero antes se debe consultar al médico”.

Rondón señala que para fluir en el coito, lo importante es relajarse, disfrutar sin presiones, aceptar que habrá cambios, pero que serán superados con una actitud positiva. “Hay que entender que las relaciones sexuales no son únicamente penetración; muchos hombres desean reanudar su vida sexual, pero tienen miedo de dañar a su pareja, a la vez muchas mujeres quieren estar con su cónyuge, pero tienen miedo de que eso afecte su salud. La solución es utilizar las distintas variantes sexuales y sobre todo, ser creativos”.

Por último, el sexólogo concluye que el recién nacido debe unir y no interferir en la sexualidad, recordando que “habrá transformaciones, pero eso no implica que deba haber un distanciamiento o postergar los encuentros sexuales, mucho menos que desaparezcan las demostraciones de afecto”.

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