Panamá, a la vanguardia con investigaciones sobre covid-19

  • 29/12/2020 00:00
En el país se han realizado varios estudios en torno al nuevo coronavirus. Científicos han evaluado desde la seroprevalencia de covid-19 en la población, la adecuación y la producción masiva del medio de transporte viral, entre otros aspectos, a fin de fortalecer la capacidad de contención de la pandemia dentro y fuera de Panamá.
Los estudios de seroprevalencia se realizaron en cuatro hospitales públicos y privados de la ciudad de Panamá

Tras casi un año de que se detectara el primer caso del nuevo coronavirus en Panamá, las investigaciones y estudios sobre el virus no han cesado en el país.

Actualmente, Panamá es la nación con la incidencia más alta de contagiados en Centroamérica y el Caribe, sin embargo, se mantiene como el segundo país del continente, después de Estados Unidos, con el mayor número de pruebas aplicadas para la detección del nuevo coronavirus, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Panamericana de la Salud (OPS).

De hecho, estos aspectos sirvieron para que el istmo se convirtiera en el primer país de Centroamérica y el tercero en América Latina en realizar investigaciones científicas con respecto al SARS-CoV-2. Esta labor fue liderada por el Instituto Conmemorativo Gorgas de Estudios de la Salud (Icges), a través de sus científicos en virología y genómica.

Otro aspecto importante es que los científicos panameños pudieron plantear la posibilidad de realizar estudios que podrían ayudar a otros países de la región a estar mejor preparados y así enfrentar la enfermedad.

Juan Miguel Pascale, director del Icges, aseguró en un comunicado de prensa que el instituto realiza muestreo aleatorio en los 20 corregimientos con mayor número y aumento de casos desde el 21 de noviembre hasta la fecha, ya que estos representan el 50% de los casos positivos en el último mes. “Con este estudio se pretende encontrar presencia de la nueva variante del síndrome respiratorio agudo severo coronavirus 2 (SARS-CoV-2) y buscar muestras positivas de personas que han estado en Europa o específicamente en Inglaterra, durante el último mes” aseguró.

Alexander Martínez, jefe del departamento de Investigación en Genómica y Proteómica del Icges, explica que se mantiene la vigilancia de las mutaciones secuenciando el genoma completo de virus de manera más activa, durante los últimos meses.

Según Martínez, para este muestreo se utilizan las muestras con mayor cantidad de virus o carga viral, ya que esto ofrece mayor seguridad y eficiencia en la secuenciación. “Esta nueva variante hace que el virus aumente su capacidad de transmisión y lo hace más eficiente. Sin embargo, no se ha demostrado que el virus sea más patógeno o cause más muertes”.

Pascale reiteró la necesidad de tener un abordaje científico y de hacer vigilancia activa, y la importante correlación entre la epidemiología de la población y la epidemiología molecular. Además, resaltó la importancia de la investigación científica para permitirle al sistema de salud dar respuestas más eficientes.

Mairim A. Solís Tejada, también miembro del Icges, lideró un proyecto de investigación sobre el potencial terapéutico de células madre mesenquimales derivadas de la placenta de donantes positivos al SARS-CoV-2.

A raíz de esta investigación, Solís resultó ganadora del Premio Nacional L'Oréal – Unesco: 'Por las Mujeres en la Ciencia', 2020.

Pero, ¿qué tipo de conocimiento científico puede aportar Panamá al estudio mundial sobre covid-19?

José Loaiza, científico del Instituto de Investigaciones Científicas y Servicios de Alta Tecnología (Indicasat-AIP), reconoce que los investigadores de esta institución han trabajado en modelos teóricos, experimentales y bioinformáticos sobre esta enfermedad infecciosa emergente, generando hasta el día de hoy más de 20 artículos científicos publicados en revistas internacionales con factor de impacto.

“Estos trabajos han sido multidisciplinarios y colaborativos, involucrando a más de 50 instituciones científicas nacionales e internacionales de elevado prestigio mundial. Con el apoyo de la empresa de comunicación estratégica J&J Strategic Communications, estos estudios han sido divulgados ampliamente, garantizando su popularización y su uso inmediato por parte del Gobierno Nacional y del Ministerio de Salud (Minsa) en la toma de decisiones contra la pandemia de la covid-19”, destaca.

Entre los temas que se han investigado y trabajado desde Indicasat-AIP, durante la pandemia, Loaiza menciona a La Estrella de Panamá que la seroprevalencia de la covid-19 en la población panameña; la adecuación y producción masiva del medio de transporte viral; la producción de ventiladores; los estudios de casos clínicos de coinfección por la covid-19 y VIH; los modelos de pseudovirus; la secuenciación del genoma del SARS-CoV-2; la estructura bacteriana de los tejidos infectados por el virus y las sindemias entre covid-19 y las enfermedades transmitidas por vectores como el dengue, la malaria y el virus del Nilo occidental.

Con todas las investigaciones y descubrimientos que ha desvelado la pandemia por la covid-19, los científicos se han topado con nuevos hallazgos sobre los efectos del SARS-CoV-2 y los procesos de coagulación en pacientes con comorbilidades. Factores como la etnia y la edad, incluso en las personas sanas, presentan impactos reales.

Sin embargo, dos nuevas publicaciones en donde participaron científicos del Indicasat-AIP ofrecen una posible solución. Se trata de los suplementos llamados beta glucanos, los cuales modifican la respuesta biológica del cuerpo ante el virus SARS-CoV-2 al modular los procesos de coagulación ocurridos gracias a la presencia de nuestro sistema inmunológico. Además, está el uso de la aspirina como medida preventiva para evitar la coagulación en pacientes de covid-19 y con alguna comorbilidad.

Para Loaiza, Indicasat-AIP ha jugado un papel clave en el establecimiento de un modelo de trabajo en equipo para el consorcio de vacunas.

“Los científicos de esta institución han establecido protocolos caseros de RT-PCR, análisis de suero, la plataforma Elisa, para respaldar los trabajos del Minsa. Finalmente, a pesar de algunas dificultades con el edificio, se ha intentado construir nuevas instalaciones con sofisticados equipos (RMN, GC-MS, espectroscopia electrónica y Raman, imagen confocal, citometría de flujo, pinzas ópticas, instalaciones para genómica) para la investigación sobre enfermedades infecciosas emergentes como la covid-19”, detalla el investigador.

Con impacto global

Durante los últimos 20 años, investigadores e instituciones panameñas han participado en múltiples estudios científicos para evaluar la eficacia y seguridad de vacunas, entre estas, la de rotavirus, influenza, virus de papiloma humano, neumococo, meningococo, dengue y poliomielitis. Los resultados de estos estudios se han traducido en la inclusión de vacunas en el sistema de inmunización de varios países a nivel global y de la región.

La población objeto de estudio estuvo formada por pacientes hospitalizados con diagnóstico de covid-19.

La participación del país en un estudio de investigación clínica es importante, ya que fomenta el avance de la ciencia y el bienestar de la humanidad.

Es necesario evaluar las vacunas en la población local para analizar si su seguridad y eficacia en nuestra población es la adecuada. De ahí la importancia de hacer investigación clínica en vacunas para que cuando se autorice su licencia y aplique de forma masiva, se disponga de información de que la vacuna es inocua y efectiva.

Con el aval de la Secretaría Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación (Senacyt) el pasado mes de julio se creó el Consorcio de Investigación de Vacunas Covid-19 Panamá, compuesto por el Centro de investigación Cevaxin Panamá y el Indicasat-AIP, con el fin de canalizar y priorizar las iniciativas de desarrollo de una vacuna contra la covid-19 en el país.

Pero mientras eso suceda, existe una luz de esperanza de aplacar la enfermedad viral en la población panameña, ya que el gobierno aprobó para uso de emergencia la vacuna de la farmacéutica estadounidense Pfizer y BioNTech, las cuales ya se están aplicando a miles de personas en los países que han aprobado su uso.

En el caso panameño, se espera que lleguen las primeras dosis en el primer trimestre del año 2021. Estas vacunas se aplican en dos dosis, con una diferencia de tres semanas en tiempo de aplicación entre la primera y segunda dosis, señala el Minsa en un documento de prensa.

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