La salud mental es clave para una sexualidad plena

Actualizado
  • 23/12/2021 00:00
Creado
  • 23/12/2021 00:00
Según expertos, el sexo y la salud mental están estrechamente relacionados; si se altera el bienestar emocional, es probable que las parejas no logren disfrutar de una sexualidad plena
Durante las relaciones sexuales se liberan hormonas y sustancias químicas, como la dopamina, las endorfinas y la oxitocina.

La salud mental frente a la sexualidad sigue siendo uno de los mayores retos para las parejas, sobre todo ahora con casi dos años de pandemia cuando los problemas psicológicos o emocionales (estrés y ansiedad) aún siguen afectando las relaciones.

Según expertos, el sexo va más allá del placer que se pueda sentir durante el orgasmo, ya que impacta de forma positiva a nivel físico y mental. Sin embargo, reconocen que al mantener un buen estado de ánimo las parejas podrán disfrutar de una vida sexual plena.

José Carlos Elías, psicólogo clínico y representante de Foreplay (el arte del juego previo), afirmó que durante las relaciones sexuales se liberan hormonas y sustancias químicas, como la dopamina, las endorfinas y la oxitocina, que producen una sensación de bienestar.

Además, el sexo reduce los niveles de cortisol, la hormona responsable de generar estrés, lo que hace que las personas se sientan más relajadas.

La sexualidad se expresa en lo que somos, sentimos, pensamos y hacemos.

A su vez, el experto resaltó que si el individuo ya tiene un diagnóstico de ansiedad o depresión, el tener sexo no curará estas condiciones psicológicas; las personas con estas condiciones tienden a disfrutar menos de las relaciones sexuales, por ello recomienda tratar el problema inicial con un profesional en la materia y así recobrar el equilibrio de una sana intimidad.

“La sexualidad se expresa en lo que somos, sentimos, pensamos y hacemos. La forma en que vivimos nuestra sexualidad puede tener un impacto directo en nuestro estado de ánimo, en nuestra autoestima, nuestra manera de relacionarnos e incluso en nuestra propia satisfacción como individuos”, indicó el experto según reseñó una publicación de Infobae.

Jamill Rivera Sánchez, psicóloga y especialista en conductas sexuales, afirmó a La Estrella de Panamá que “debemos entender que la salud mental es un componente esencial de la salud integral y, por ende, si se ve perjudicada también afecta nuestra sexualidad y el resto de nuestras emociones”.

A su vez, Rivera añadió que la salud mental es igual de importante que la salud física, una afecta la otra, y ambas son parte del bienestar de las personas. “Su promoción y protección es necesaria, así como crear entornos que se basen en el respeto. Entender la salud mental y su interrelación con la sexualidad es muy importante para lograr que las relaciones sean duraderas”, enfatizó.

Rivera insistió en que el balance emocional es clave para una sexualidad plena ya que esta se expresa en lo que “sentimos, pensamos, hacemos, y hasta en lo que expresamos”.

El manejo del estrés

De acuerdo con la ginecóloga Mayka Morgan, es importante hacer una pausa diaria ya que, si el estrés no se mantiene bajo control, puede provocar problemas de salud graves. “Como seres humanos debemos buscar un equilibrio entre lo laboral y personal para lograr la tranquilidad mental y desarrollar nuestras funciones diarias de manera óptima”.

Algunas recomendaciones que pueden ayudar a aliviar el estrés y la ansiedad son: Hacer ejercicio, tener una dieta saludable, encender una vela de lavanda, reducir la ingesta de cafeína, leer periódicamente, hacer yoga, meditación, reír más a menudo, ver el lado positivo de las cosas, pasar tiempo con amigos y familiares, aprender a decir no, escuchar música relajante, caminar y dormir lo suficiente.

Para la Organización Mundial de la Salud (OMS) la salud sexual es un aspecto fundamental para la salud y el bienestar generales de las personas, las parejas y las familias, así como para el desarrollo económico y social de las comunidades y los países.

“La salud sexual, considerada afirmativamente, requiere un enfoque positivo y respetuoso de la sexualidad y las relaciones sexuales, así como la posibilidad de tener experiencias sexuales placenteras y seguras, sin coerción, discriminación ni violencia”, detalló la OMS.

Según el organismo internacional, la capacidad de los hombres y las mujeres para lograr la salud y el bienestar sexuales depende de su acceso a información integral de buena calidad sobre sexo y sexualidad; el conocimiento de los riesgos que pueden correr y su vulnerabilidad ante las consecuencias adversas de la actividad sexual sin protección; la posibilidad de acceder a la atención de salud sexual; la residencia en un entorno que afirme y promueva la salud sexual.

Los problemas relacionados con la salud sexual son de amplio alcance y abarcan la orientación sexual y la identidad de género, la expresión sexual, las relaciones y el placer. También incluyen las consecuencias negativas o los trastornos tales como: infecciones con el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), infecciones de transmisión sexual y del aparato reproductor, así como sus consecuencias adversas (por ejemplo, cáncer e infertilidad); embarazos no deseados y abortos; disfunción sexual; violencia sexual; y prácticas nocivas (entre ellas la mutilación genital femenina).

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