La prevención, la clave para disminuir las cifras de cáncer colorrectal

Los médicos aseguran que la detección temprana disminuye el riesgo de padecer los carcinomas de colon y recto. En el 2020, unas 400 personas murieron en Panamá por la enfermedad
La prevención, la clave para disminuir las cifras de cáncer colorrectal

La planta baja del Instituto Oncológico Nacional (ION) se encuentra atiborrada de personas que esperan su turno para las diferentes atenciones que ofrece el lugar. Durante el 2022, unas 407 personas acudieron a este hospital para atenderse por cáncer colorrectal, aquel que se origina en el colon o el recto.

El cáncer de colon y de recto figuran entre las diez principales causas de morbilidad oncológicas atendidas en la consulta externa del ION. El de colon ocupa el quinto y el cáncer de recto el décimo lugar de las consultas durante los últimos 10 años, según cifras del departamento de estadísticas del ION.

El 40% de las personas que presentan estos carcinomas se encuentran en la etapa de metástasis al acudir al ION, asegura Yong Loo, oncólogo médico del ION durante una entrevista con La Estrella de Panamá.

¿Cuáles son los síntomas?

Los síntomas van a depender del lado en que esté el tumor, detalla Loo, ya que, “el colon se extiende desde el lado derecho y se pasa el lado izquierdo, siendo la última porción el recto”.

“Si son tumores del lado derecho, los síntomas que puede presentar el paciente es una pérdida sanguínea progresiva, debilidad, cansancio; por esa anemia que va desarrollando progresivamente”, explica Loo.

En cambio, cuando los tumores están del lado izquierdo, añade el médico, los “síntomas son más de tipo obstructivo. El paciente puede tener alteraciones de su hábito intestinal, estreñimiento, diarrea o sangrado digestivo bajo. Los pacientes ven estrías de sangre en las heces o un goteo cuando se limpia en el papel higiénico”.

Ambos sexos son propensos a padecerlo

En el cáncer de colon y de recto no hay una predisposición, tanto los hombres como las mujeres tienen incidencia y mortalidad, indica el especialista. “Sí, hay factores de riego que están asociados, principalmente, los de tipos de alimentación: los consumos altos en carne roja, los alimentos procesados”.

Pero, también están los factores de riesgo de tipo hereditario como “algunos síndromes hereditarios. Si una persona tiene uno o dos familiares que hayan desarrollado el cáncer de colon y recto, puede desarrollar un mayor riesgo de padecer la enfermedad”.

Los factores que pudieran incidir en el aumento de casos

“Existen factores de riesgo para el cáncer de colon que son modificables y otros que no lo son . Los modificables son aquellos que dependen de nuestro estilo de vida: la obesidad, el sedentarismo, el tabaquismo, el etilismo, consumo excesivo de carnes procesadas”, explica el jefe de la unidad oncológica del Hospital Regional de Azuero Anita Moreno, José Pinto Llerena.

“El problema en los países como el nuestro, en donde el poder adquisitivo de la población es cada vez más alto, es que comen peor, se alimentan de más comida chatarra o comida rápida, poco nutritiva, grasosa aunado a la falta de organización de tiempo para realizar actividad física diaria. Además, Panamá es reconocido como uno de los países latinoamericanos con mayor consumo de licor. Esto impacta negativamente; esto provoca que el número de personas con cáncer colorrectal vaya en aumento”, dijo Pinto.

Y los “factores de riesgo no modificables, aquellos que lamentablemente no tenemos manera de cambiar como: edad mayor de 50 años, antecedentes familiares de cáncer colorrectal, tener enfermedad inflamatoria intestinal, antecedente personal de cáncer colorrectal o sufrir de una enfermedad hereditaria que predisponga a sufrir esta enfermedad a edades tempranas tal como el cáncer colorrectal hereditario no polipósico o la poliposis adenomatosa familiar”.

Un carcinoma que aumenta

El especialista detalla que “el cáncer colorrectal representa en la región de Azuero el segundo cáncer que más consulta genera en nuestra unidad, sólo superado por el cáncer de mama, algo que no ocurre de la misma manera en el resto del país”.

“El 75 % de los pacientes tratados por esta enfermedad sufrían de alguna comorbilidad y, por tanto, llevaban un seguimiento por diabetes o hipertensión de forma ambulatoria por un médico de cabecera, que no solicitó a tiempo las pruebas pertinentes y, por tanto, no se realizó un diagnóstico oportuno de cáncer colorrectal. ¿Cómo sabemos que el diagnóstico no fue oportuno?, porque lamentablemente la mayoría de los pacientes son detectados en etapa III y IV, de forma tardía. Cuando un paciente con cáncer colorrectal es detectado por tamizaje, generalmente se encuentra en etapa I y II, esto implica que la mayoría de los médicos de cabecera no solicitaban las pruebas de tamizaje que estaban disponibles en nuestro sistema de salud”, explica el especialista.

Agrega que: “Un nudo crítico que hemos encontrado en el tamizaje y diagnóstico de cáncer colorrectal es porque no hay cupos cercanos o tempranos para realizarse colonoscopia, debido a la falta de colonoscopistas e insumos para poder tamizar, es un pilar en el cambio de la detección temprana el poder reforzar la realización de colonoscopias y dar cupos con mayor prontitud”.

Una detección que puede salvar vidas

Sobre la colonoscopia, Pinto, expone que este “examen va a permitir que el gastroenterólogo pueda mirar directamente dentro del colon (intestino grueso). Para ello, se utiliza un dispositivo endoscópico llamado colonoscopio”.

“La colonoscopia se hace a través de la introducción del colonoscopio por el ano y progresión del mismo hasta el inicio del colon y final del intestino delgado. En la extremidad del colonoscopio hay una microcámara que transmite las imágenes a un monitor, permitiendo que el médico vea y grabe lo que ocurre dentro del intestino grueso. Los últimos centímetros del colonoscopio son articulados y pueden girar en varios ángulos, a fin de facilitar la visualización de todo el interior del colon”, detalla Pinto.

Para Pinto, la colonoscopia debe realizarse como un método de tamizaje o detección temprana de cáncer colorrectal a partir de los 45 años si no tiene familiares de primer grado de consanguinidad que hayan tenido cáncer colorrectal y a partir de los 40 años si tiene familiares de primer grado de consanguinidad que hayan sufrido la enfermedad.

“Si los hallazgos de colonoscopia son normales y está libre de lesiones, debe repetirse cada 10 años, sin embargo, si hay presencia de pólipos es necesario repetir cada tres años para seguimiento de estas lesiones”, dijo.

Un síndrome que se detecta

Para saber si usted padece del síndrome genético hereditario del cáncer de colon, “lo primero es establecer si en la familia ya han existido casos de cáncer colorrectal, si la respuesta a esa pregunta es afirmativa, entonces tiene sentido solicitar pruebas para síndromes genéticos hereditarios de cáncer colorrectal, de lo contrario, hacer estas pruebas sin tener familiares con la enfermedad no estarían realmente justificadas”, recalcó Pinto.

“Las pruebas que se realizan se conocen como paneles de genes hereditarios de cáncer y se pueden realizar varias en nuestro país, las mismas no son cubiertas por la medicina institucional, es decir que el costo de la prueba debe ser cubierto por la persona que la solicita”´, afirmó.

“Entre las pruebas de genes hereditarios de cáncer colorrectal tenemos la prueba Kailos que se hace con células de una muestra de saliva. Es importante recalcar que la prueba debe ser vista y analizada por un médico que sea capaz de explicar los pros y contras de saber esta información y como afecta esta información al seguimiento de la familia y la detección temprana de cáncer ante un resultado positivo o negativo en estas pruebas”, advierte el especialista.

Vida saludable, para evitar una enfermedad

Maximino Peña, especialista en medicina interna y sub especialista en gastroenterología y endoscopia gastrointestinal de la Policlínica San Fernando, recomienda “aplicar las medidas de prevención tanto primarias como secundarias” para prevenir el cáncer colorrectal. “Medidas primarias como la alimentación con alto contenido de fibras, evitar el exceso de carnes rojas, ingerir frutas antioxidantes, comer bajo en grasa, evitar el sedentarismo y no fumar”.

El oncólogo Pinto también recomendó “ hacer ejercicio durante 30 minutos al día por tres días a la semana. Una alimentación balanceada rica en frutas, vegetales y fibras. El bajo consumo de carnes procesadas como los embutidos. Cese del tabaquismo y del alcoholismo”.

Cifras

En Panamá, unas 400 personas murieron por causa del cáncer colorrectal en el 2020, de acuerdo con el Registro Nacional de Cáncer del Ministerio de Salud.

El cáncer colorrectal es el cuarto cáncer más común en la región de las Américas. Cada año se producen en la región más de 240.000 nuevos casos y aproximadamente 112.000 muertes debidas a esta enfermedad, de acuerdo con la Organización Panamericana de la Salud.

El 31 de marzo se conmemora el Día Mundial contra el Cáncer de Colon y Recto con el objetivo de concienciar a la población sobre la importancia que tiene la prevención de esta enfermedad, promoviendo hábitos de vida saludables y el diagnóstico oportuno.

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