La nueva era de los usuarios

Escribo esta nota desde el salón principal del IV Congreso Internacional de Mercadeo y Publicidad Digital en la ciudad de Bogotá. Vengo a este tipo de eventos para escuchar otros puntos de vista y sobre todo para tener una idea de lo de lo que están pensando las mentes responsables de orientar a los demás en temas de innovación.

Los eventos de mercadeo y publicidad son interesantes para mi. En ellos es posible escuchar lo que tienen que decir aquellos cuyo trabajo es ‘leer' nuestras mentes. Resulta inspirador verlos entrar en nuestras mentes y analizar las respuestas que encuentran.

Este vez me llamó la atención la cantidad de conferencistas que, de una u otra forma, repitieron un concepto que muchas veces he comentado en mis escritos (cada vez que lo hago me acusan de hippie): ahora todo es orientado por el usuario, ya que la gente es, en última instancia, lo más importante.

Son muchos los que hacen referencia a las métrica, proclamando que lo importante no es el número de ‘clicks', sino pensar en quien tiene más ‘contactos reales'. Otra persona habló de que ‘menos es más' y que se quiero ‘menos cuento' y ‘más acciones'.

Si le cuento a alguien del mundo de los negocios estas experiencias lo más seguro es que pensarán que se trata de un encuentro de trabajadores sociales.

De los artículos que he escrito y que más comparte los lectores es uno que se titula ‘es la gente aunque no me lo crean'. Incluso en el capitalismo salvaje parece que cada vez son más las personas que se han dado cuenta que no tiene sentido vender cosas que nadie quiere, ni hablar de temas que a nadie le importan y que solo son relevantes para ellos mismos.

EL USUARIO COMO CENTRO

En última instancia, los llamados ‘productos' desarrollados desde el usuario, el famoso ‘desing thinking', se volvieron un canto de sirenas en las manos de los que yo llamo ‘sabios de revista', quienes perdieron su brillo y comenzaron a volverse ruido. Pero están generando cambios disruptivos que parecen referirse más a una realidad que a un futuro posible.

Uno de los expositores hizo un símil que me encantó: dijo que la luz del sol tarda 8 minutos en llegar a la tierra, así que si el sol desapareciera de pronto nos enteraríamos 8 minutos después. Así pasan con muchas cosas en nuestro mundo empresarial, publicitario o político: las cosas ya pasaron pero aún no hemos visto las consecuencias.

Siempre he tratado de hacer lo que hago porque creo en eso. Nunca he dejado de creer que las cosas tienen sentido si son relevantes para las personas y que la tecnología es una herramienta y no un fin.

Durante mucho tiempo me sentí solo en este argumento, pero parece que ahora aquellos que creía eran mis contradictores han reflexionado, redescubriendo su razón de ser (mejor dicho de innovar y crear tecnología con la gente y para la gente)... Para ser más humanos, en definitiva.

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Pedro Colmenares

ASESOR TIC Y GERENTE DE INNOVACIÓN