Planificación, apuesta a lo lento pero seguro

Una vez, durante una reunión, una persona con la que conversaba me dijo: ‘No creo en la planificación, yo soy un hombre de acción'. Muchas veces la planificación es confundida con la ‘falta de acción'. El estudio y la planificación están mal vistos, quienes se detienen a analizar un tema y quieren entender el porqué de las cosas no son tan aplaudidos como los anteriores.

Estudiar las cosas no es visto como algo positivo en nuestra sociedad. La gente prefiere a los líderes que salen a hacer cosas, quienes de forma impulsiva corren tras un problema y luego tras otro, dejando una estela de movimiento frenético, muy apreciada por la mayoría.

En un mundo tan complejo como el nuestro, con tantas interacciones, la capacidad de analizar y formular planes no solo debe alentarse, debe promoverse. Crear un plan, hacer el diseño de algo, pensar una estrategia... son cosas que requieren capacidad de análisis y entender cómo se ‘conectan los puntos' entre sí.

Tengo una amiga que está tratando de crear un lugar de encuentro para emprendedores. Me parece que la idea es buena y va en una buena dirección. Cuando la gente se encuentra, el conocimiento fluye. En la actual ‘economía del conocimiento' eso se traduce en oportunidades, proyectos, y dinero.

Mi amiga recibe constantes consejos de empresarios cercanos que le dicen ‘no te compliques tanto, aquí en el país el negocio es simple compra algo a un dólar y lo vendes a 3'... y tiene razón. El comercio es la base de la economía en Panamá, pero no siempre fue así y tal vez no lo sea en el futuro. No lo sabremos si no alentamos a personas como mi amiga, que están tratando de generar otras opciones.

El negocio del conocimiento es complejo. Hay una barrera de entrada que ser superada -como en todo negocio-. Los panameños suelen decir -con esa sorna genial que nos caracteriza- que ‘si quieres ser reina tira besitos'.

Así que si deseas ser el próximo ‘Steve Jobs' te va a tocar estudiar. Si el gobierno desea realmente promover la creación de empresas de alto valor, será necesario que inviertas en crear educación de alto valor. Si los empresarios optan por buscar nuevos modelos de negocios, será menester desarrollar productos un poco más complejos, pues eso de ‘comprar y vender' se hace en todas partes.

En los países donde ‘el saber' está en boga los emprendimiento se multiplican y las nuevas empresas de alto valor ayudan a crear ecosistemas donde la educación y el mercado modelan profesionales, técnicos y tecnólogos con altos estándares internacionales.

No hay nada que atraiga la mejor inversión internacional -pues también hay inversión internacional ‘pirata'- que un país con un buen sistema educativo, mucho capital humano y una robusta seguridad jurídica. Esta verdad ha sido desconocida en el último quinquenio, con un desenfado que asusta. Los altos centros tecnológicos comienzan con niños que aprenden matemáticas en el colegio y los capitales ‘inteligentes' arriban cuando existe un mercado igualmente ‘inteligente' esperándolos.

Creo que es un buen momento para pensar y planificar. No hay que olvidar que los entusiastas son necesarios para los ejecución de un plan.

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Pedro Colmenares

ASESOR TIC