El 'criptocrash' obliga a Panamá a replantear el uso de criptomonedas

Actualizado
  • 02/12/2022 00:00
Creado
  • 02/12/2022 00:00
La devaluación continua del bitcóin y el desarrollo de un proyecto de ley que regula los criptoactivos en Panamá, aviva el debate sobre estas nuevas tecnologías
Bitcoin, la criptomoneda más popular del mercado.

“La verdadera pregunta no es si los países adoptarán el bitcóin, sino cuándo lo harán”, dijo el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, en un artículo que escribió para Bitcoin Magazine, publicado a principios de noviembre.

Una postura que, para Rodrigo Icaza, director ejecutivo de la Cámara de Comercio Digital y Blockchain, debe tomarse con cautela pues es “muy relativa”.

“Panamá no puede adoptar el bitcóin como moneda de curso legal”, explicó Icaza, al hacer referencia al caso salvadoreño.

Esto en el marco de una devaluación considerable del criptoactivo, producto, entre otras cosas, del cierre del FTX, una de las mayores empresas de criptomonedas a nivel internacional. “El cierre de FTX abre la necesidad de una regulación clara sobre los negocios que operan con cripto”, alegó Icaza.

El bitcóin representa una ventana de oportunidades, pero hay que ser precavido.

El precio de bitcóin es “completamente volátil”, relató el especialista. “La primera vez que bitcóin tuvo un máximo fue entre 2012-2013, cuando llegó a $1.140, para después caer a $72. Luego, en 2017 subió a los casi $19.000, para caer a los $3.000”, añadió.

En épocas de pandemia el precio de este criptoactivo alcazó los $69.000, pero actualmente se encuentra en un precio que ronda los $17.000, según datos de la consultora de mercados Statista.

Estos cambios abruptos de precio han hecho que El Salvador pierda cerca de $70 millones, si nos basamos únicamente en los mensajes que el gobernante ha publicado en su cuenta de Twitter, cada vez que anuncia  una nueva compra.

Aunque algunos analistas señalan que también hay que sumar el dinero derivado de la aprobación de la ley, como la compra de cajeros especializados, el desarrollo de la cartera digital y otros elementos que pudieron costarle al país centroamericano unos $200 millones más.

Un joven latino realiza una transacción con criptomonedas.

Datos que, a criterio del presidente Bukele, son “a todas luces falsos”, puesto que ellos “no han vendido bitcóin”, así que no han perdido dinero. Así lo dio a conocer en su artículo titulado 'Deja de tragarte el cuento de las élites'.

Una encuesta realizada por el Instituto Universitario de Opinión Pública de la Universidad Centroamericana, realizada a 1.269 salvadoreños y compartida en octubre, señaló que el 75,6% de los consultados dijo no haber hecho compras en bitcóin, mientras que el 77,1% dijo que no está de acuerdo con que el gobierno invierta fondos públicos para comprar esa criptomoneda.

El pasado 17 de noviembre, el mandatario salvadoreño mencionó que su gobierno compraría un bitcóin todos los días a partir de esa fecha.

Aun así, Icaza menciona que “no es lógico adoptar un activo que es especulativo, sobre todo cuando es muy volátil como bitcóin o cualquier otro criptoactivo”.

El bitcóin en el mundo

“La adopción del bitcóin en cada nación va a depender mucho de las necesidades de cada país”, explicó el especialista a La Estrella de Panamá.

Icaza comparó el escenario salvadoreño con el de la República Centroafricana, segunda nación en adoptar el bitcóin como moneda oficial, que según datos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), es la segunda nación menos desarrollada del mundo.

“Cuando se adoptó esta moneda en la República Centroafricana, se vio como una oportunidad para el desarrollo de ese país”, dijo Icaza.

“Esta decisión coloca a la República Centroafricana en el mapa de los países más valientes y visionarios del mundo”, comunicó el Ejecutivo de esa nación, en el marco de la adopción del bitcóin como moneda oficial, en abril de este año.

Un escenario diferente al que encontramos en El Salvador. “Mayor cantidad de personas se han volcado por visitar El Salvador, para conocer un poco de la dinámica, algo que tiene un impacto positivo en los ingresos turísticos”, dijo Icaza a este medio.

Según Bukele, la incursión de este criptoactivo en El Salvador incentivó el crecimiento de los ingresos provenientes del turismo en 52%, el empleo en 7% y las nuevas empresas un 12%, en 2021.

En Venezuela, la utilización de criptomonedas también es una realidad, pues la nación sudamericana desarrolló una criptomoneda denominada 'Petro', para hacer frente a la hiperinflación que azota al país, desde hace años. “El ecosistema venezolano se ha volcado al uso de criptoactivos... igual ocurre con Argentina”, explicó Rodrigo Icaza.

Unas motivaciones muy distintas a las que pueden tener Panamá o Chile, donde el sistema bancario es 'sólido'. “En Panamá lo que se quiere hacer es modernizar el sistema financiero, porque tiene un sistema financiero sólido”, señaló el autor de 'Aprendiendo a usar bitcóin'.

Esto ha llevado a bancos nacionales como el Towerbank a declararse “amigable con el bitcóin”, durante el Blockchain Summit Latam 2022, y señalar que estos activos representan una oportunidad para atraer inversión.

Camino hacia la regulación

El diputado Gabriel Silva presentó en septiembre de 2021 un anteproyecto que busca regular la presencia de criptoactivos en el país, bajo el nombre de 'Ley de cripto', la cual fue vetada parcialmente por el presidente de la República, Laurentino Cortizo, alegando que pese a ser novedosa, esta debe estar acorde con los requisitos del Grupo de Acción Financiera Internacional (Gafi).

A finales de 2021, el Gafi presentó una lista actualizada de recomendaciones para la incorporación de los criptoactivos a nivel internacional, basándose en el riesgo que tienen estos activos virtuales y los proveedores de estos servicios (VASP).

Entre las recomendaciones que la entidad brinda se encuentran:

1. Aclarar las definiciones de activos virtuales y VASP.

2. Orientación actualizada sobre la concesión de licencias y el registro de VASP.

3. Principios de intercambio de información y cooperación entre los supervisores de VASP.

4. Orientación sobre cómo se aplican los estándares del Gafi a las monedas estables.

Para Icaza, la Ley de cripto debe basarse en la “neutralidad tecnológica”, es decir, que la ley regule la tecnología en general o las acciones que los usuarios realizan con la tecnología. “La ley no debe mencionar nombres específicos de tecnología”, alegó. Algo que sí hace el proyecto de ley, mencionando a bitcóin, ethereum y otros tokens. “Incluso no se debería mencionar el blockchain”, señaló, pues se trata de una tecnología de distribución de información, entre muchas otras, que no se encuentran del todo representadas en el proyecto de ley.

También es importante la separación de temas. “Ese proyecto de ley mezcló muchísimos temas que no necesariamente tienen que ver unos con otros”, añadió. Algo que facilita que se rechace todo el proyecto y su contenido.

Otro elemento que se tiene que acentuar, a criterio de Icaza, es la delimitación de las “reglas para empresas grandes y pequeñas”.

“Lo que vimos en este proyecto de ley es que no se hizo una delimitación de lo que ocupa una empresa grande y una pequeña”, dijo.

“No es lo mismo que yo regule una casa de cambio local, que tiene cuatro trabajadores, a que regule Binance, que es internacional; no tienen las mismas necesidades y alcances”, mencionó.

Tampoco se puede dejar de lado la transparencia, tanto local como internacional, al utilizar la misma tecnología. A la par de establecer “reglas claras”, en materia de impuestos, en materia comercial y laboral. “Hay empresas que le pagan a los empleados en criptomonedas y están felices, eso no puede suceder en Panamá, pues nuestro código laboral lo prohíbe”, concluyó.

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