Lulubit: la manera más fácil de operar entre criptomonedas y bancos en Panamá

Cuando Ianir Sonis llegó a Panamá desde Argentina en plena pandemia, comprar criptomonedas era una verdadera odisea: había que recurrir a anticuados e inseguros métodos como el P2P (Peer-To-Peer), ir a un OTC (Over-The-Counter) con efectivo físico o hacer costosas transferencias al exterior. Las criptomonedas parecían restringidas a un selecto grupo de conocedores y entusiastas.

Ianir junto con sus socios, Diego Cabrera y Alan Futerman decidieron hacer algo al respecto. No podían concebir la idea de que la fricción que existía a la hora de comprar o vender frenase la adopción de algo tan positivo para una sociedad como las criptomonedas. En pocos meses desarrollaron la app Lulubit, que en la actualidad, luego de 2 años de su lanzamiento, tiene más de 50.000 usuarios y permite comprar y vender criptomonedas depositando y retirando fondos desde cualquier cuenta bancaria de Panamá sin costo. De este modo, comprendieron que siendo las transferencias bancarias (ACH) uno de los métodos más usados de pago en Panamá, podrían crear un sistema que permitiera comprar y vender, utilizando estos métodos que miles de panameños ya usaban a diario para pagar sus compras habituales, impuestos, etc.

Luego de alcanzar sus primeros miles de usuarios, descubrieron una segunda problemática: ya habían solucionado la dificultad de comprar y vender criptomonedas desde cualquier banco, pero faltaba integrarlas a la vida cotidiana. Entonces, en conjunto con la empresa PayCaddy y Mastercard, lanzaron al mercado su tarjeta Lulucard, la cuál permite pagar en cualquier comercio del mundo o tienda online utilizando las criptomonedas que el usuario tenga disponibles en la app.

“Hay miles de personas en Panamá que desde hace un año pagan sus impuestos con criptomonedas, sus compras, sus viajes en metro, y usan la Lulucard como su tarjeta principal, dentro y fuera del país. De hecho, 1 de cada 4 operaciones no ocurre en donde la persona vive, sino en viajes!”, dice Ianir Sonis, CEO de Lulubit.

La tarjeta le permite al usuario seleccionar, a través de la interfaz de la app, qué moneda quiere que sea debitada en su compra, pudiendo elegir entre las más de 30 criptomonedas y monedas locales de cada país. La tarjeta también puede ser pausada y despausada desde la app, hecho que ayuda al usuario a controlar sus compras y que es un gran respaldo de seguridad en caso de pérdida o robo del plástico.

Aparte de la facilidad de comprar y vender criptomonedas y su tarjeta Lulucard, lanzaron al mercado otros 2 productos que en poco tiempo han logrado gran adopción de mercado:

La primera es una Cuenta Remunerada por la cual los usuarios pueden generar hasta 7 % de rendimiento anual con los stablecoins (criptomonedas estables que siguen el precio del dólar americano) que tengan en la app. A diferencia de un plazo fijo, los fondos estarán siempre disponibles para usar, sin necesidad de bloquearlos por periodos establecidos. Los usuarios que decidan invertir podrán enviar sus criptomonedas, venderlas, o pagar con su Lulucard sin restricciones. Mientras los fondos estén en la cuenta seguirán generando rendimientos, que la app obtiene a través de plataformas descentralizadas como AAVE.

La mayoría de los consumidores en Panamá, Costa Rica y Guatemala suelen obtener rendimientos bajos por sus ahorros en dólares a través de los bancos. De este modo, Lulubit le abre a los ahorristas una manera de obtener rendimientos superiores a los que usualmente tendrían acceso. Además, cuenta con seguros por sobre los fondos invertidos desde la app.

Un día, mientras Ianir hablaba con un vecino de su PH acerca de la app, este le comentó que se dedicaba al diseño gráfico para clientes que conseguía en internet, generalmente en Estados Unidos, y el problema que tenía era que gran parte de lo que cobraba se terminaba yendo en costosas comisiones por transferir internacionalmente a Panamá para poder hacer uso de sus fondos. Ahí fue donde Ianir comenzó a desarrollar su nuevo producto: que los usuarios puedan aperturar una cuenta virtual en Estados Unidos para poder recibir pagos locales en dólares, retirar de plataformas como PayPal, Wise o Stripe (muy utilizada por comerciantes y profesionales panameños) y recibir USDC en la app de Lulubit que luego podrían fácilmente retirar a su banco local o bien utilizar con la tarjeta Lulucard.

“Muchos emprendedores cobran en sus comercios con plataformas como PayPal y tienen un gran costo y complejidad al intentar traer ese dinero a Panamá para pagar sus gastos, ¡Venimos a ayudar a esos trabajadores a recibir su dinero de estas plataformas a bajo costo!”, indicó Ianir Sonis, CEO de Lulubit.

Desde hace algunos meses, Lulubit no solo tiene como cliente personas físicas sino que también han comenzado a registrar empresas, que han visto en Lulubit una manera de poder cobrar de manera más eficiente algunas de sus operaciones internacionales de jurisdicciones donde existe aún la restricción de movilidad de capitales. Estos pagos son directamente recibidos en la cuenta bancaria de la empresa, luego de que Lulubit lo recibe y convierte a dólares.

“Hay empresas, por ejemplo en Zona Libre, que tienen clientes en regiones donde enviar pagos en dólares es difícil, como en Venezuela. Por eso muchos eligen cobrar directo en criptomonedas y luego en Lulubit pueden venderlas por dólares y enviar a sus bancos locales. Lo mismo vemos con empresas que cobran en dólares localmente, pero sus proveedores les piden pagos en criptomonedas, ya que los costos son ínfimos por transferir y como mucho puede demorar 3 minutos en llegar a destino, muy distinto a las transferencias internacionales que en algunos casos demoran varios días”.

Si bien los días donde comprar y vender criptomonedas eran toda un desafío ya quedaron atrás, Ianir Sonis dice que aún hay mucho por construir en Lulubit: seguirán invirtiendo en desarrollar más herramientas para facilitar la integración entre los bancos y las criptomonedas en toda la región, democratizando el acceso a las mismas y eliminando las barreras que en algunos casos aún persisten.