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- 11/01/2013 01:00
- 11/01/2013 01:00
PANAMÁ. ‘Este año, no entra nadie’. Así de simple.
Más que un histórico portazo, el Salón de la Fama del béisbol de las Grandes Ligas cerró sus puertas a Barry Bonds y Roger Clemens... al menos, por este año.
También le tiró la puerta en las narices al Sammy Sosa y ya le ha dado varias negativas a Mark McGwire, con quien tuvo una histórica guerra de batazos, cuando el béisbol necesitaba oxígeno para sobrevivir.
Craig Biggio pagó los platos rotos. Sus 3 mil 60 imparables no le sirvieron para encontrar abierta la puerta de Cooperstown.
Podrían haber sido cuatro nuevos electos al templo de los inmortales de las Grandes Ligas; en cambio, se logró un año de castigo al uso de esteroides, que podría empañar futuras elecciones.
EN LA FILA
Por mencionar solo tres nombres que ingresarán a las boletas de elección del próximo año, aquí están Greg Maddux, Tom Glavine y Frank Thomas.
Maddux ganó 335 partidos, cuatro premios Cy Young y la Serie Mundial de 1995 con los Bravos de Atlanta.
Glavine, también con los Bravos y contemporáneo en actuación con Maddux, ganó el anillo en 1995, siendo escogido como el Jugador Más Valioso. Jugó en 9 partidos de Estrellas y también es miembro del exclusivo club de ganadores de 300 partidos en las Ligas Mayores.
Thomas fue un buen primera base y bateador designado con tres equipos, bateó para .301, sonó 521 jonrones y remolcó mil 704 carreras. Ganó un título de bateo, fue dos veces Jugador Más Valioso de la Liga Americana y ‘Todo Estrella’ en cinco ocasiones.
Añado un nombre adicional: Mike Mussina. Ganó 270 juegos, lanzó para los Orioles de Baltimore y los Yanquis de Nueva York. Fue un modelo de consistencia y efectividad.
La era de los esteroides le está flanqueando la puerta de entrada a notables peloteros de Grandes Ligas.