Belice, la cenicienta de los juegos

Casi siempre, miramos el entorno de nuestro deporte y criticamos a veces hasta el punto de la crueldad cuando las cosas no resultan en una competencia. Me pregunto si eso mismo sucede en Belice... saben por qué...He estado observando a los atletas de esta delegación en cada competencia donde he estado presente y me llama mucho la atención que acudan sin los soportes básicos del deportista en una competencia: su entrenador.

Brandon Terrell Jones era una de las esperanzas del pequeño país para conseguir una medalla de oro. Su especialidad es el salto triple, prueba que ganó en Panamá hace tres años, y donde era el favorito en esta oportunidad. Jones estuvo en competencia sin una técnica depurada, más bien, un hombre de gran estatura y largas extremidades, que por naturaleza hacía buenos saltos.

Sin embargo, en su cuarto intento, cayó mal y se lastimó la pierna derecha... retorciéndose de dolor, hizo de tripas corazón y se levantó ante el aplauso de la concurrencia en el Estadio Nacional de San José.

Nadie lo auxilió. No se vio a nadie de su delegación acudiendo en su ayuda. Solo, se las arregló para colocarse en una banca y un voluntario de los muchos que trabajan sin cobrar en estos juegos, le prestó el apoyo.

Al final de la competencia, el beliceño se colgó la medalla de bronce. Sonreía en el podio, tal vez dando gracias a Dios por salir con vida esta vez.

A veces, el deporte nos muestra estas caras, donde predomina el honor por encima del dolor.

PERIODISTA