Mal definido, Asociaciones Deportivas

Una de las razones por las cuales Cuba dejó de ser uno de los países latinos del ‘‘montón’’ en materia deportiva para convertirse en el número uno, fue por el cambio de actitud con el triunfo de la Revolución Cubana, de abandonar el conformismo y celebración exagerada de triunfos de poca relevancia. Se tomó esa decisión a partir de 1962, de erradicar ese criterio de ‘‘turismo deportivo’’ y conformismo, y buscar mejorar el nivel competitivo de los deportes. Esta es en gran parte la razón por la cual Cuba en la actualidad es el país latino con el mejor nivel deportivo.

Pese a más de dos décadas de intercambios, contratación de técnicos cubanos y la especialización de panameños tanto en el Instituto Superior de Cultura Física Manuel Fajardo como en la Escuela Internacional de Cultura Física y Deportes, queremos que nuestro deporte progrese como el cubano, pero sin imitar sus buenos ejemplos. Al asumir el Lic. Ricardo Martinelli el Gobierno en el 2009, la institución rectora del deporte ahora con el nombre de Pandeportes, a la fecha y faltando pocos meses para finalizar su gestión presidencial, los cuatro directores que ha tenido Pandeportes —Omar Moreno, Fary Levy, Rubén Cárdenas P. y Javier Tejeira—, en adición de dos interinos, Henry Poza y Augusto Batista, no han levantado un solo dedo para introducir correctivos en la legislación.

Me refiero a la Ley 50 del 2007 que rige el deporte, y el Decreto Ejecutivo 599 del 2008, que la reglamenta, plagada de errores, hecha en ‘‘petit’’ comité y al paladar del ‘‘emperador deportivo’’ del momento, Ramón Cardoze. Su mayor logro fue introducir ahora en el Punto 5º del Artículo 12 de la Ley 50, la modificación que elevó el manejo de fondos sin autorización de la Junta Directiva, de $50,000.00 a $300,000.00 y poder de convocar la Junta Consultiva de Pandeportes (Punto 3 del Art. 12) sobre el presidente que es el ministro de Educación.

Aunque en el Coctel lo he señalado en repetidas ocasiones, nada se ha hecho para corregir el párrafo Nº 4 del Capítulo I del Decreto Ejecutivo 599 (Definiciones Generales): ‘Asociaciones deportivas nacionales. Aquellas que por la naturaleza y características del deporte no cuentan con la representación mínima de cinco (5) provincias. Sin embargo, representan a nivel nacional una disciplina deportiva’. En el séptimo párrafo define el deporte federado a su criterio. No obstante, el Artículo 19 de la Ley 50, establece bien claro que las federaciones se constituyen por las ligas provinciales existentes a nivel nacional con representación de cinco (5) provincias como mínimo’. En verdad, no hay ninguna diferencia entre la palabra federación y asociación, que significan exactamente lo mismo. Ha sido un error garrafal crear ese privilegio ‘‘especial’’ a las asociaciones que ha sido objeto de abusos.

Sustento: Si el deporte panameño no progresa, gran parte obedece a ese privilegio especial y discriminatorio a las mal llamadas asociaciones deportivas. Por ejemplo, y cito a las de Pentatlón Moderno, Patinaje, Sambo, balonmano, bádminton, y muchos otros que no tienen una buena estructura ni se conocen todos sus directivos, pero gozan de privilegios. Reto a que señalen los que tienen un alto nivel deportivo. Ya es hora de eliminar ese privilegio, y exigir que estas asociaciones sean ‘‘comisiones’’ con un término para tener mínimo cinco provincias para existir.

Otro ejemplo, los países que están o estuvieron bajo el Imperio Británico y la Mancomunidad de Naciones, siguieron el ejemplo de Gran Bretaña cuyo Comité Olímpico se fundó en 1905 bajo el nombre de Asociación Olímpica Británica. Por ello hay países que formaron parte de esa Mancomunidad y cito a Jamaica, Irlanda, Suiza, etc., y sus CONs se llaman Asociaciones Olímpicas, que es lo mismo. Prueba de ello es que todos se rigen bajo la Carta Olímpica. Si no se elimina ese privilegio en Panamá, seguirán los abusos de estas asociaciones.

COCTEL DEPORTIVO