¿Hacía dónde apunta ahora el béisbol?

El béisbol es el deporte que más situaciones complicadas enfrentará, al normalizarse las relaciones entre Estados Unidos y Cuba.

Fiel a su política, las Grandes Ligas se mostraron muy cautelosos al comentar la decisión del presidente estadounidense, Barack Obama sobre el reestablecimiento de nexos diplomáticos en la isla del Caribe.

Algunos optimistas ya piensan en el establecimiento de academias de equipos de las Ligas Mayores en Cuba; otros, sin embargo, sienten que es muy prematuro hablar de eso, o siquiera pensarlo.

‘No hay suficientes detalles para una evaluación realista; mantendremos informados a nuestros clubes si este rumbo distinto impacta la forma en que realizan negocios en asuntos relacionados con Cuba’, señala el comunicado de Major League Baseball (MLB).

Debido al embargo comercial impuesto por Estados Unidos, un pelotero que deserta de Cuba tiene que obtener una licencia del Departamento de la Tesorería, mediante la Oficina de Control de Activos Extranjeros, para ‘desbloquearlo’, antes de que pueda firmar con una organización de MLB.

El anuncio de Obama no significa el levantamiento del embargo, algo que requeriría la intervención del Congreso.

Por su lado, el gobierno cubano ha aprobado una política que permite a los deportistas contratarse en ligas extranjeras y pagar impuestos por sus ganancias.

Y al establecerse en el 2017 el llamado ‘draft internacional’, el pelotero cubano quedará incluido en el grupo de otros jugadores de países como Puerto Rico, Venezuela o República Dominicana, terminando así un proceso que extinguirá las riquezas del mercado de agentes libres.

En la última temporada, hubo 25 peloteros cubanos en equipos de Grandes Ligas; uno de ellos, José Abreu, ganó el premio al Novato del Año, siendo un cotizado pelotero en su país.

¿Habrá más talento oculto en Cuba? La respuesta es sí, y que estará disponible.