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- 01/01/2018 01:03
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La llegada del equipo panameño de boxeo olímpico al gimnasio Nicarao, escenario de estas competencias en los XI Juegos Centroamericanos en Managua, Nicaragua, llamó la atención de los conocedores del pugilismo en aquel país, no por los atletas en general, sino por un personaje en particular.
Rigoberto Garibaldi se abría paso entre muchas personas, damas y caballeros, que se le acercaban para abrazarlo, darle la bienvenida e invitarlo a pasar unos momentos por sus casas.
Era evidente que Garibaldi había dejado hondas raíces en el país centroamericano, y que se convirtieron en árboles fuertes, sanos y agradecidos.
Y es que Rigoberto Garibaldi es una auténtica personalidad internacional para el pugilismo nicaraguense, al que le ha brindado muchas alegrías como entrenador, y al que le une un laso indisoluble.
‘Vine aquí a entrenar boxeadores y a convertirlos en campeones mundiales. Nicaragua es como mi segunda casa, mi segundo país. Aquí me siento tan bien como si estuviera en Panamá, la gente es muy amable y sobre todo, agradecida de lo que le has dado', destacó el ex boxeador, quien le trajo la medalla de bronce a Panamá en un campeonato mundial de boxeo hace ya 40 años.
Mientras entraba al pequeño gimnasio, remodelado y acondicionado para darle al boxeo pinolero el lugar y espacio adecuados para seguir generando buenos púgiles, la gente reconoció a Garibaldi y bajaba de las tribunas para saludarlo y como es de rigor, tomarse el respectivo ‘selfie'.
CON LOS CAMPEONES
Rigoberto Garibaldi ha tenido bajo su cuidado a un plural número de boxeadores a lo largo de una carrera como entrenador que comenzó hace muchos años, cuando tomó en sus manos a Edgar ‘Bambi' Monserrat, a quien luego dejaría en manos del desaparecido Pedro ‘Pellín' Ávila.
DEDICACIÓN Y COMPROMISO
Rigoberto Garibaldi ejemplifica al profesional que con su experiencia da frutos y campeones
en ese año, Garibaldi realiza su última pelea como profesional, una victoria por nocáut sobre Miguel Arcia en el Nuevo Panamá.
en el año que acaba de terminar, se le dedicó el XLIII Torneo Nacional Guantes de Oro, celebrado en el distrito de San Miguelito.
ha subido Garibaldi con boxeadores en busca de campeonatos mundiales; de Nicaragua, logró coronar a tres de ellos.
Entre los boxeadores que logró hacer campeones del mundo que figuran en su hoja de vida hay tres nicaraguenses: Rosendo Álvarez, Adonis Rivas y Ricardo Mayorga.
T'engo muy buenos recuerdos de Nicaragua', reiteró. Garibaldi fue invitado para acompañar al equipo de boxeo panameño que compitió en los Juegos Centroamericanos del pasado diciembre en la capital del país centroamericano, una oportunidad que aprovechó para recibir el cariño de la gente pinolera.
Una de las actividades que realizó fue la visita a la escuela de boxeo ‘Los Halcones de Diriamba', dirigida por el entrenador José Luis Ortiz.
Allí, por algo más de una hora, Garibaldi compartió sus conocimientos con jóvenes que practican el boxeo, con la ilusión de ganar un campeonato mundial y asegurar su futuro personal y familiar.
Durante su estancia en Managua, pudo reencontrarse con algunos de los pupilos que tuvo en este país. Ricardo Mayorga y Rosendo Álvarez estuvieron muy contentos de volver a ver a quien estuvo en sus esquinas al momento de coronarse campeones del mundo.
‘Para mí, el es como un padre. Siempre estuvo pendiente de mí y me atendió de una forma que nunca voy a olvidar', indicó ‘El Matador' Mayorga, quien abrazó a su entrenador, que el 25 de enero de 2003 noqueó técnicamente en tres asaltos al estadounidense Vernon Forrest, arrebatándole los campeonatos mundiales de la categoría welter, reconocidos por el Consejo y la Asociación Mundial de Boxeo.
‘Él está aquí, no puedo creerlo', reiteró Mayorga.
Acto seguido, Garibaldi le entregó una chamarra, que Mayorga llevó en varios eventos boxísticos de gran importancia en su carrera y que el panameño había guardado en su residencia.
Luego, en la jornada final del torneo de boxeo de los juegos, fue agasajado por Rosendo Álvarez, a quien ayudó a ganar la corona del peso mínimo en Tailandia, ante el local Chana Porpaoin por decisión dividida, el 2 de diciembre de 1995.
‘Estoy muy agradecido con Rigoberto. Es un entrenador muy riguroso que me dio mucho en mi carrera', destacó ‘El Búfalo' Álvarez.
PROFETA FUERA DE PANAMÁ
Después de varios días en Nicaragua, Garibaldi se alistaba para su retorno al país el 18 de diciembre, con los recuerdos de una cálida estancia en la tierra del volcán Momotombo, pero con un pequeño sentimiento guardado en su interior.
‘Mira como me atendieron aquí, te has dado cuenta de que me han tratado como una gran estrella del boxeo; ojalá que en Panamá sucediera lo mismo. Quiero mucho a mi país, pero en verdad, siendo que no me han reconocido todo lo que he hecho por mi país', destacó con algo de nostalgia en su voz.
Para un hombre que creció en el sector de El Marañón, que entrenó en el desaparecido gimnasio Pascual Ciela González, aquel que se colgó la medalla de bronce en el campeonato mundial de boxeo aficionado celebrado en La Habana, Cuba en 1974, y que es uno de los mejores entrenadores del boxeo panameño, darle en vida un homenaje será posible en algunos meses, cuando se concluya la construcción de un gimnasio exclusivo para el pugilismo en el sector de Gelabert, corregimiento Victoriano Lorenzo del distrito de San Miguelito, el cual llevará el nombre de Rigoberto Garibaldi.
La obra, iniciativa de la Alcaldía de San Miguelito, que regenta el alcalde Gerald Cumberbacht, es el mejor homenaje a quien del boxeo ha conseguido la forma de vida, y donde acumula los mayores tesoros de su carrera, dentro y fuera del país.