El Götze de Alemania en Brasil: conquistaron el mundo

Brasil-2014 escribió su historia con tintes dramáticos hasta la final, la misma que estuvo llena de coraje, de empuje, de fuerza y de emoción hasta el último minuto, ese en el que se oyó en el mundo el grito de campeón de Alemania, tras vencer 1-0 a Argentina.

El partido no tuvo mayores toques de brillantez, a lo mejor no sea el mejor referente de un Mundial con récords y anécdotas propias de un libro de fantasia, casi innenarrable e increíble. Una final marcada por la poca efectividad en los 90 minutos reglamentarios, en los que el único gol que se cantó fue el que le fue anulado a Gonzalo Higuaín al minuto 30 por fuera de lugar. El mismo ‘Pipita’, que merece el diminutivo por su poca eficacia, perdió una opción clara cuando quedó de frente a Neuer tras un mal pase de cabeza de Kroos. Pero no, la tiró desviada ante la incredulidad de los argentinos.

El primer tiempo, más animado por las ganas que por la claridad, tuvo esa y un par de opciones, como la del cabezazo de Howedes golpeó el horizontal y cuyo rebote pegó en el vertical izquierdo. Parecía que de nuevo la suerte rodeaba a los argentinos.

El segundo tiempo comenzó con una oportunidad inmejorable, un pase a profundidad y filtrado entre los defensas parecía el ascenso de Messi al Olimpo con pase directo, pero su remate se fue desviado, justo a centímetros del palo izquierdo de Neuer.

Si les dicen que hubo mucho más aparte de eso y un montón de pelotazos de los alemanes al arco de Sergio Romero exageran. Si mucho un tiro desviado de Kroos, que apenas le quitó el aliento a algunos.

El juego entró en letargo, como en esas obras interminables en las que ninguno daba con la nota correcta, en la que ninguno de los llamados a ser maestro de la obra ponía ese toque genial tan necesario en una final. Así que, el Mundial que parecía no querer acabarse, se fue a tiempo extra.

Brasil-2014 ponía de nuevo un relato intenso y la historia se escribía en medio de la ansiedad de ambos finalistas, de ambos continentes...del mundo que seguía esta emocionante definición.

Palacio la tuvo para llevarse la gloria, pero su tiro apenas superó en el área a Neuer, pero se fue desviado con puerta vacía, sin más que susto.

Esa grandeza estaba destinada para un alemán, que tras un pique imparable de Schurrle por izquierda recibió al minuto 112 en pase al pecho y definió con clase ante la salida inútil de Romero: ¡golazo!

Mario Gotze, a sus 22 años, fue el más grande de los alemanes y reeditó la historia con brillantez, aunque ni siquiera había nacido hace 24 años, en el título anterior de Alemania. En lo restante, los argentinos buscaron robarle esa felicidad a los germanos, pero ellos se vistieron con traje de campeón y no se dejaron ensuciar: ¡el Gotze del triunfo fue de Alemania!