La Policía Nacional aprehendió al alcalde electo de Pocrí por presunto peculado, tras una investigación relacionada con proyectos no ejecutados del Conades...
- 07/06/2019 02:00
‘Uruguay estrenó con bombos y platillos un monumental escenario construido en ocho meses. El estadio se llamó Centenario, para celebrar el cumpleaños de la Constitución que un siglo antes había negado los derechos civiles a las mujeres, a los analfabetos y a los pobres. En las tribunas no cabía un alfiler cuando Uruguay y Argentina disputaron la final del campeonato', con esas palabras el escritor uruguayo Eduardo Galeano se refiere en su libro El fútbol a sol y sombra , al legendario recinto deportivo inaugurado el 18 de junio de 1930 con motivo de la primera Copa Mundial de Fútbol denominada Jules Rimet, celebrada en Uruguay.
Declarado por la FIFA el 18 de julio de 1983 ‘Monumento Histórico del Fútbol Mundial', es el único estadio en el mundo que ostenta esta distinción. El Centenario de Montevideo es un coliseo sagrado para el fútbol uruguayo porque allí consiguió su primera Copa Mundial, como los campeonatos Sudamericanos de 1942, 1956, 1967, el Mundialito de 1980 y la Copa América de 1995. En él juega la selección charrúa sus partidos de local; al igual, sus dos grandes clubes y acérrimos rivales, Nacional y Peñarol, lo utilizan como su estadio sede.
Al técnico de la selección Julio Dely Valdés lo unen entrañables recuerdos con el Centenario porque allí consiguió gran parte de sus anotaciones cuando, jugando con Nacional, se convirtió en bigoleador del torneo local en 1991 (16 goles) y en 1992 (13 goles); pero particularmente, por el gol que le anotó al clásico rival Peñarol en la final de 1992, con el cual ‘el bolso' volvió a ganar el campeonato local después de 9 años sin alcanzarlo. Un hecho que lo convirtió en ídolo permanente del club uruguayo. Suficiente para que sus dirigidos jueguen con motivación extra.