El retorno de Platini

Actualizado
  • 02/10/2019 07:00
Creado
  • 02/10/2019 07:00
Vuelve Michel Platini dispuesto a retomar sus actividades dirigenciales, mientras acusa a quienes lo suspendieron de ser conspiradores e idiotas

El tiempo vuela cada vez más rápido. Después de cuatro años suspendido de sus actividades como dirigente futbolístico, vuelve Michel Platini. Viene dispuesto a retomar sus actividades dirigenciales, mientras acusa a quienes lo suspendieron de ser conspiradores e idiotas.

¿Te acuerdas?

Era un jugador especial. Un diez con muchísimo gol y un innato sentido de liderazgo. Ganó el Balón de Oro en tres años consecutivos (1983, 1984 y 1985) y en la votación para definir al Mejor Jugador del Siglo XX, el francés quedó en un muy honroso sexto lugar. Fue capocannoniere en la liga italiana jugando para Juventus durante las mismas tres temporadas en las que obtuvo el Balón de Oro.

Además, fue parte de la espléndida selección francesa que ganó la Eurocopa 1984 y alcanzó las semifinales de las copas del mundo de 1982 y 1986. Luego de su retiro, Platini fue entrenador de la selección francesa y miembro del comité organizador del mundial de Francia 1998.

Menos de diez años después, en 2007, fue electo presidente de la UEFA. Y apenas ocho años más tarde, en 2015, fue suspendido de su cargo (y de cualquier otra actividad oficial futbolística) debido a violaciones éticas relacionadas con la elección de Qatar como país sede del mundial 2022. No es nada inusual que los términos Qatar y corrupción aparezcan en la misma frase. Basta darle un vistazo al Mundial de Atletismo que se está celebrando actualmente en Doha para anticipar los horrores que nos esperan en el próximo mundial de fútbol.

Temperaturas insostenibles, horarios delirantes, escasez de público; y todo gracias a los millones de dólares salpicados a conspicuos dirigentes a cambio de sus votos favorables.

Obviamente, Platini afirma furibundo que él es inocente (todos los demás también, claro está) y proclama que fue la víctima de una conspiración orquestada entre la FIFA y el ministerio público suizo, buscando impedir que Platini fuese electo presidente de la FIFA. El francés cayó junto al entonces presidente de FIFA, Sepp Blatter, luego de ser investigados por aceptar dinero a cambio de votar favorablemente por Qatar como sede del próximo mundial. Platini no ha dudado en definir a sus acusadores como idiotas y conspiradores.

Ahora, y recién terminada su suspensión, Platini jura que volverá, aunque no queda muy claro ni dónde volverá, ni de qué manera logrará hacerlo.

Lo que está clarísimo es que el francés tiene ambiciones profundas. Desde que llegó a la UEFA intentó hacer visibles diversos proyectos e ideas, convirtiéndose en una especie de fuerza de cambio en el fútbol. Una fuerza que en muy poco tiempo pareció caer en las mismas trampas que contaminan a muchos directivos del fútbol.

Pese a sus deseos de retorno, no parece muy fácil que ninguna de las organizaciones que lo gobiernan, le presten mucha atención a Platini. En primer lugar, porque pese a cumplir su suspensión, el antiguo jugador todavía está siendo investigado por supuesta corrupción en torno al mundial de Qatar. Además, Platini ha interpuesto demandas contra todos aquellos que considera responsables de su suspensión. Estos cuatro años no han transcurrido en vano. La imagen de Platini suspendido se ha deteriorado muchísimo en su país natal.

Él, que fue considerado por muchos como un paladín justiciero, como una brisa renovadora en los rancios salones del mundo dirigencial del fútbol, como una promesa de limpiar la casa de las mugres multiplicadas de la corrupción, ahora es considerado “uno de ellos”, uno más de los corruptos.

Pero nadie, ni siquiera sus más ácidos acusadores, puede negar la fuerza de algunas ideas del francés en las estructuras de los torneos del fútbol europeo. Por contradictorio que pueda parecer, el Fair Play de los clubes de la UEFA, debe mucho a los esfuerzos e intenciones de Platini.

Otras de sus propuestas incluyeron la realización de la Eurocopa utilizando diversos países como sedes (la del próximo año se jugará siguiendo este formato, en apariencia, muy absurdo) y suya es también la sugerencia de que en cada final europea de clubes, el 75% de las entradas sea reservado para los hinchas, en vez de repletar cada estadio con dirigentes gordos, patrocinadores de alto perfil y gruesa billetera, estruendosos personajes de la farándula y manzanillos de la UEFA.

Sus ideas sugerían auténticos deseos de democratización en el fútbol europeo y quizás por eso, resultó tan chocante su suspensión. ¿Es legítimo preguntarse hacia dónde irá Platini en su retorno? No podemos descartar que vuelva a su rol (no importa si imaginario o real) de justiciero futbolístico. Aunque sus mejores momentos parecen haber quedado atrás, en el incierto mundo del fútbol, ninguna opción puede ser descartada.

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