El fútbol marca el arranque deportivo de Tokio 2020

Actualizado
  • 21/07/2021 00:00
Creado
  • 21/07/2021 00:00
Con la agenda del fútbol en curso, a partir de hoy en la rama femenina y mañana con el masculino, el deporte se adentra en unos Juegos Olímpicos sostenidos en el ingente y valiente esfuerzo de Japón, el país anfitrión
Ocho selecciones del continente aspiran al medallero en el fútbol de Tokio. En la competición femenina Estados Unidos, Canadá, Brasil y Chile; para el torneo masculino Brasil, Argentina, México y Honduras.

El fútbol da su puntapié hoy en Tokio 2020 con el inicio del torneo femenino que incluye actividad para las 12 selecciones participantes, en su jornada de apertura del calendario. La final se disputará el 6 de agosto. La versión femenina de este deporte se realiza desde Atlanta 1996, desde aquella primera ocasión es notorio el poderío estadounidense, cuatro oros olímpicos de seis posibles (1996,2004,2008 y 2012).

Y mañana lo hace el fútbol masculino, oficializado a partir de Londres 1908 cuando se le consideraba entonces Campeonato Mundial de fútbol. 16 naciones divididas en cuatro grupos de cuatro integrantes cada uno, parten en la búsqueda de plantarse el 7 de agosto en la final masculina a jugarse en el estadio Olímpico de Tokio.

Estados Unidos va por su quinta presea de oro femenina, después de ser relegado del podio en Río de Janeiro 2016. Estarán acompañadas en la representación de la Concacaf por Canadá, mientras que por la Conmebol participarán Brasil y Chile, como las aspirantes sudamericanas. En la disputa de las selecciones del orbe por las medallas, la gran ausente es Alemania, campeona en Río de Janeiro 2016 tras vencer a Suecia 2-1 en la final.

Para el anecdotario queda el hecho de que Estados Unidos debuta ante Suecia, precisamente el rival que las apeó de aquellos juegos al derrotarlas en los cuartos de final en la tanda de penales (4-3), después de empatar 1-1 en el tiempo de juego.

Estados Unidos debuta hoy ante Suecia, el rival que las dejó por fuera del podio femenino en Río de Janeiro 2016. Retomar su protagonismo en los olímpicos es la meta del fútbol femenino estadounidense.

A Canadá le ha tocado abrir nada menos que ante Japón, la selección anfitriona y una de las favoritas para reñir decididamente por el oro. Las niponas han realizado un extenso calendario preparatorio de duelos internacionales, buscando llegar a punto para este primer encuentro.

Chile enfrenta a Gran Bretaña en su primera participación en una cita olímpica. Para las australes su presencia es una suma en la búsqueda de fortalecerse en el fútbol femenino sudamericano. Aunque no reducen al mínimo sus expectativas, sobre todo después de la meritoria actuación en el mundial femenino Francia 2019, donde no desentonaron.

Brasil, que ha asistido a las seis competiciones olímpicas de fútbol femenino, pretende equiparar esta nueva presentación con la que hicieran tanto en Atenas 2004 como Beijing 2008; en ambas accedieron a la final aunque cayeron derrotadas (2-1 y 1-0, respectivamente) ante Estados Unidos.

El título superaría el amargo sabor de la última semifinal en su tierra y en El Maracaná, cuando fueron vencidas en la tanda de penales (4-3) por Suecia, en Río de Janeiro 2016. Abren con la República Popular China, una aspirante siempre de respeto y de renombre. En las selecciones de Estados Unidos, protagonista permanente y actuales campeonas mundiales del fútbol femenino, y en Brasil, recaen las mayores posibilidades del continente en el balompié femenino.

Para retener el oro olímpico alcanzado en Río de Janeiro 2016, Brasil se ha reforzado con Dani Álves, exBarcelona, Juventus y PSG; con todos ellos fue campeón en Europa.
El masculino olímpico, ¿un nuevo oro americano?

De las cuatro selecciones masculinas americanas: México y Honduras por la Concacaf, Brasil y Argentina por la Conmebol; solo la selección catracha no ha recibido sobre su cuello una medalla olímpica, aunque estuvo cerca de materializarlo en los juegos en territorio brasileño.

El dominio americano en el fútbol olímpico se ha visto plasmado en los últimos cuatro certámenes partiendo desde Atenas 2004. Al evento, celebrado en el territorio de los padres de los Juegos Olímpicos, asistió una generación de jugadores argentinos liderada por el entrenador Marcelo Bielsa, quien deseaba cerrar positivamente su círculo como conductor de la albiceleste con el anhelado oro.

Bielsa, después de haber conseguido con la selección mayor una clasificación brillante posicionándola como favorita para la Copa Mundo Corea-Japón 2002, había quedado eliminado ruidosamente en la primera ronda de la Copa. Un fracaso que marcaba como hierro candente.

Argentina tenía a su haber histórico dos medallas de plata. Una conseguida en Ámsterdam 1928 perdiendo la final ante Uruguay, y la otra en Atlanta 1996 cayendo ante Nigeria. Esta vez en Atenas 2004, con nombres que quedarían grabados: Lux, Coloccini, Ayala, Heinze, Mascherano, D'Alessandro, Saviola, Tévez, etc. vencían a Paraguay 1-0 para conquistar por primera ocasión el oro. “El título que faltaba”, según la emblemática revista deportiva El Gráfico.

Cuatro años más tarde, en Beijing 2008, dirigidos esta vez por Sergio Batista, repetirían el oro con una nueva generación venciendo en la final a Nigeria 1-0. Algunos de aquellos jugadores siguen vigentes como Ángel Di María, quien anotó aquel gol contra los africanos y el pasado 10 de julio hizo un gol, de factura parecida al anotado ante Nigeria hace 13 años, para darle a Argentina la última Copa América 2020, derrotando a Brasil 1-0. Estaban también en aquel equipo del oro olímpico en Atenas, Lionel Messi y Sergio 'Kun' Agüero.

Pero si Argentina ratificaba con estos dos oros consecutivos la categoría de su fútbol, la Selección de México iba a dar el gran campanazo cuatro años después en Londres 2012, el 11 de agosto, cuando en el estadio Wembley, ante 86,000 espectadores, derrotaba en la final a Brasil 2-1.

Una camada de jugadores talentosos dirigida por el entrenador Luis Fernando Tena, entre quienes se encontraban Jesús Corona, Oribe Peralta, Raúl Jiménez, Giovani dos Santos, Carlos Salcido, Marco Fabián, Héctor Herrera, etc., se quedaron con el único título del fútbol masculino que le faltaba en las vitrinas a Brasil. Una joven promesa del fútbol brasileño, Neymar, pasó desapercibida aquel día en Wembley.

Río de Janeiro 2016 serviría a Brasil para exorcizar sus fantasmas olímpicos y atrapar, por fin, la esquiva medalla de oro en su deporte predilecto. Después de dos iniciales e inquietantes empates 0-0, con Sudáfrica e Irak, una victoria al cierre del grupo A ante Dinamarca por 4-0, les encauzaría hacia el podio.

El 20 de agosto, Brasil se encontraría en la final ante Alemania, en el estadio Maracaná. El empate 1-1 en 120 minutos de juego, se quebraría en la tanda de penales con 5-4 a favor de Brasil. El portero Weverton le atajaría el quinto penal al alemán Nils Petersen y Neymar anotaría el último y decisivo cobro de Brasil. Samba y alegría en el mítico Maracaná.

Cómo llegan y cómo parten

México, ganador del torneo preolímpico de la Concacaf, está en el grupo A junto a Japón, Francia y Sudáfrica. Llega subido en una gran ola de entusiasmo de la afición mexicana que siente posible repetir la gesta de Londres 2012, tanto por la buena campaña de su selección como por la presencia de las tres figuras convocadas mayores de 24 años (que tienen derecho a incorporar las selecciones), cuya escogencia recayó en el portero Guillermo Ochoa (América), el delantero Henry Martín (América) y el mediocampista Luis Romo (Cruz Azul).

Juegan mañana ante Francia que busca resarcirse del duro golpe futbolístico sufrido en la recién pasada Eurocopa. Aspiran a una actuación que le iguale los méritos alcanzados en Los Ángeles 1984, cuando conquistaron el oro. Y precisamente, entre las tres figuras destacadas mayores de 24 años, los galos incluyen al célebre goleador del equipo Tigres de la liga mexicana André-Pierre Gignac, la receta francesa para contrarrestar el poder ofensivo mexicano.

Honduras fue el subcampeón del preolímpico y en su país también hay una enorme expectativa. Se da por hecho que varios de sus jóvenes integrantes, al regreso de Tokio, pasarán a formar parte de la selección mayor que competirá en la octagonal de las eliminatorias para Catar 2022. Están en el grupo B junto a Nueva Zelanda, Rumania y Corea del Sur. Abren ante Rumania.

Argentina clasificó a Tokio por haber sido el campeón del XIII Torneo Preolímpico Sudamericano celebrado el año pasado en Colombia. Dirigida por el entrenador Fernando Batista, se esperaba la incorporación de tres de sus estrellas mayores de 24 años, que pretendieran cerrar su ciclo deportivo adicionando a su currículo unos juegos olímpicos. Para el desconcierto solo llamaron a Jeremías Ledesma, de 28 años, portero del Cádiz de España.

La base es el plantel argentino que ganó el preolímpico y en donde el perfil más sobresaliente fue el de su goleador Adolfo Gaich, quien milita actualmente en el CSKA de Moscú. Está en el grupo C que integran también España, Australia y Egipto. Enfrentará en su primer encuentro a Australia. En los pronósticos de los clasificados, España y Argentina les llevan cuerpos de distancia a las posibilidades de australianos y egipcios.

Brasil, que se presenta como defensor del título, aparte de su riqueza en la producción de jugadores jóvenes, tiene entre los tres elegidos mayores al defensa Dani Álves, exBarcelona, Juventus y PSG, con un palmarés repleto de títulos profesionales quien quiere cerrar su carrera con la medalla de oro. Lo acompaña otro defensor, Diego Carlos, que juega en el Sevilla de España, y el delantero Richarlison, titular en el Everton de Inglaterra y en la selección mayor de Brasil que acaba de disputar la Copa América.

La verdeamarela afronta mañana al que se considera el compromiso más atractivo de la jornada inaugural del torneo masculino: Brasil vs. Alemania, en una reedición de la final de Río de Janeiro 2016, que podría marcar el paso del grupo D en el que también están insertados Costa de Marfil y Arabia Saudita. En el fútbol, a cualquier evento que llegue Brasil, por su historia y su presente se le incluye siempre en el pelotón de los favoritos; Tokio 2020 no es la excepción. Aunque en unos juegos olímpicos que han enfrentado unas particularidades y esfuerzos organizativos sin parangón, los protagonistas inesperados pueden hacerse con la última palabra del evento.

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