Pizza de lágrimas amargas

Italia dijo adiós hoy a la Copa del Mundo, derrotada 3-2 por Eslovaquia, en un resultado inédito y a la vez, sorprendente.

Italia dijo adiós hoy a la Copa del Mundo, derrotada 3-2 por Eslovaquia, en un resultado inédito y a la vez, sorprendente.

La imagen del desconsuelo y la frustración se apreciaba en el rostro de los jugadores italianos y de quienes les acuerparon en una aventura donde apelaron a su último recurso a la mano: el orgullo, para tratar de salvar el desastre... pero fue imposible.

Marcada por un escándalo de proporciones mayúsculas en el año 2006, por el supuesto arreglo de partidos en el campeonato local, un mes antes de comenzar este campeonato mundial volvió a estremecerse, cuando los medios italianos hicieron públicas las transcripciones de escuchas telefónicas que vinculan al Inter de Milán y otros clubes con el llamado ‘calciopolis’.

EL PARTIDO

A los 25 minutos de partido, la suerte italiana comenzó a caminar de espaldas. Daniele De Rossi falló una jugada en su propia área, que aprovechó Juraj Kucka, dominando el balón y pasándolo al delantero Robert Vittek, quien batió al guardameta Federico Marchetti.

Desesperado por el marcador en contra, el técnico italiano Marcelo Lippi hizo entrar a Quagliarela y Pirlo, en busca de salvación.

La estrategia hizo que Italia fuera en busca del encuentro; pero a los 73 minutos, cuando más dominaba las acciones, Vittek apareció y puso el 2-0, que parecía lapidario.

Los italianos no se amilanaron. A los 81 minutos, Di Natale puso el esperanzador descuento con un soberbio testazo.

Y nuevamente, un baldazo... con Kamil Kopunek aprovechando una descoordinación defensiva para meter el tercero de Eslovaquia a los 89 minutos.

El último aliento italiano lo dio Di Natale, cuyo disparo desde fuera del área venció al meta Mucha, pero ya no había tiempo para la remontada.

Italia cerró un ciclo sobre la cancha del Ellis Park de Sudáfrica. Al igual que Francia en el 2002, dejó la corona en la primera ronda, última en su grupo, con solo dos puntos acumulados.

Eslovaquia, único equipo de los 32 finalistas que no había jugado nunca un partido en esta instancia, se dio el lujo de echar fuera del torneo al último campeón.

Las ganas pudieron más que la experiencia. Italia tendrá que replantear su fútbol y alejarse del escándalo y la especulación, si quiere volver al protagonismo.

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