Lecciones de Carew

La presencia una vez más de Rodney Carew, en esta oportunidad con muchas más pinceladas decorativas, como lo suele hacer a las mil maravillas PanDeportes, al parecer, y por las palabras de Rodney, fortaleció su deseo y motivación por ayudar al béisbol de Panamá. Reitero, que se desaprovechó la oportunidad de inaugurar oficialmente el Estado Nacional de Mocambo, que desde el 15 de enero de 2004 lleva su nombre. Esto involucraba invitar a la ex presidenta Doña Mireya Moscoso que sancionó la Ley N° 2.

Reitero que no fue una sorpresa para este servidor, los consejos sanos de Carew a la juventud, en especial de no descuidar sus estudios, y mantenerse alejado de las drogas. Esto me hizo recordar esa expresión célebre de John F. Kennedy que dice: “No preguntes lo que tu país puede hacer por tí, pregunta qué puedes hacer tú por tu país”.

¿Y por qué? Explico: En mi querido Panamá tenemos un puñado de ex campeones mundiales de boxeo, que el país ha sido agradecido con ellos con una ley que les otorga un Beneficio Económico vitalicio de $300.00, y que inclusive el presidente Martín Torrijos habló de aumentar esa cifra. No obstante, no hay evidencias de una reciprocidad, o sea, que estas glorias del boxeo hayan contribuido o están contribuyendo al fortalecimiento del boxeo aficionado. Pese a la bonanza actual del boxeo profesional, Panamá está ausente y seguirá ausente en torneos regionales u olímpicos de boxeo aficionado, mientras se mantenga a las mismas personas al frente de PanDeportes.

Es llamativo que pese a sus 63 años, la contextura física refleja que Carew se mantiene cerca de los gimnasios y estadios. Todo lo contrario, pues, la protuberancia estomacal y peso excesivo de sendos ex campeones, alerta su divorcio con el gimnasio y ejercicios. Para los que no lo saben o recuerden, Rodney Carew tuvo su momento de vicisitudes, tristeza, y desafío a su fe cristiana. Muchos de los que hemos seguido la trayectoria de este extraordinario panameño, oramos por su hija Michelle que fue víctima de leucemia cuando tenía apenas 18 años en 1998. Fue difícil conseguir un donante de médula compatible con ella, quizás por el origen rusa-judío de su esposa, y Carew, su padre, un panameño negro.

Carew siempre ha puesto su vocación de servir, antes del aspecto económico. Una prueba fehaciente fue que no se nacionalizó ciudadano norteamericano que hubiese significado mayores ingresos económicos. Aún recuerdo que le confesó al destacado colega Edgar Tijerino que: “No trabajo por dinero, sino porque es el factor de motivación que necesito.

Siempre he trabajado y mientras tenga fuerzas lo seguiré haciendo”. Carew recibe una pensión anual de unos $180,000.00, o sea, unos $15,000.00 por mes. Esto indica que vive sin sobresaltos económicos, y su vocación es la de dar y servir. También dijo: “Aunque no tengo anillo de Serie Mundial, tengo el más grandes que es el del Salón de la Fama”. Ojalá la presencia de Carew inspire a los ex campeones de boxeo a ayudar a otros atletas.