El mejor jugador del planeta

PANAMÁ. El balón siempre pegado al pie. Una aceleración y reacción digna de un carro de Fórmula Uno. “La Pulga” deja rivales en el camino mientras cruza en diagonal de derecha a izquierda esquivando patadas y empujones, para luego o rematar con categoría o asistir a sus compañeros dejándolos de cara al gol.

En resumen, cuando Messi toma el balón, sea cual sea el lugar de la cancha, y comienza a tomar velocidad —siempre con el balón “atado” a su pie izquierdo— las posibilidades de que el esférico termine en el fondo del arco son muy altas.

Y ese estilo de juego, rápido y eficiente, con jugadas que desafían las leyes de la física, ha llevado a que el nacido en Rosario, Argentina, de 22 años haya ganado el premio al “Mejor Jugador del Mundo del 2009” de la FIFA.

Con el Barcelona, club que lo formó desde los 12 años, ha ganado todo. Cuatro títulos de Liga, una Copa del Rey, tres Supercopas de España, dos Ligas de Campeones, una Supercopa de la UEFA y el Mundial de Clubes. La única “deuda” que tiene es con la selección “albiceleste”.

Las comparaciones con Diego Maradona son inevitables. Una zurda mágica. La compostura física. El estilo de juego. La similitud en los goles. La única diferencia, en los pergaminos, es que el “Dios” le dio a su país la segunda Copa del Mundo en México 1986.

Pese a las críticas que ha recibido el barcelonista de parte de sus compatriotas en cuanto a su nivel con el seleccionado, Messi tendrá en Sudáfrica una gran oportunidad para llevar a la “albiceleste” a levantar su tercer trofeo mundialista y poner su nombre, si ya no lo hizo, junto al de las máximas leyendas en la historia del deporte que despierta pasiones en todo el mundo.