El deporte que sobrevive en los tiempos del terrorismo

Los Juegos Olímpicos celebrados en Munich, Alemania, marcaron un antes y un después en cuanto al manejo de la seguridad durante la presentación de eventos deportivos de alto perfil.

El atentado terrorista que lideró el grupo ‘Septiembre Negro' tomó once rehenes entre el equipo olímpico de Israel, a los que posteriormente asesinó.

Esta situación se produjo bajo una serie de condiciones muy particulares.

El ambiente en la Villa Olímpica era bastante liberal, a pesar de la existencia de una serie de señalamientos de parte de una facción de la Organización para la Liberación de Palestina, entonces liderada por Yasir Arafat, contra los israelitas.

A pesar del estremecimiento mundial que produjo este ataque terrorista, los Juegos de Munich solo se suspendieron un día.

Producto de lo sucedido, murieron tres levantadores de pesas, dos luchadores, un juez de halterofilia, un árbitro de lucha olímpica y los entrenadores de lucha, tiro, esgrima y atletismo.

43 AÑOS DESPUÉS

En años donde no existía la telefonía móvil celular, las redes sociales, y el ciber espacio y la nube era conceptos inexistentes, solo la voluntad del mundo impidió que la Masacre de Munich produjera el estallido de una tercera Guerra Mundial.

El pasado 13 de noviembre, los equipos nacionales de fútbol de Francia y Alemania se medían en un partido amistoso; de pronto, un estallido rompió el ambiente deportivo en el Stade de France.

Tan inesperado como trágico fue lo sucedido; un nuevo punto de inflexión, a solo nueve meses de celebrar los Juegos Olímpicos en Río de Janeiro, Brasil, y en medio de importantes competiciones como la Liga de Clubes Campeones de Europa, la Eurocopa y la Copa América Centenario, entre otras importantes citas deportivas.

CONTROLES Y MEDIDAS

A pesar de lo sucedido, y tal como se dice en el teatro, ‘el espectáculo debe continuar'.

Así que el deporte no detendrá su marcha.

El ministro francés del Interior, Bernard Cazeneuve, anunció el reforzamiento de la seguridad para la Eurocopa 2016.

‘La tragedia del 13 de noviembre tuvo lugar en las proximidades de un recinto deportivo, lo cual nos obliga a tomar todas las disposiciones que permitan que el evento se desarrolle en las mejores condiciones', destacó.

Y aunque en Brasil las historias de terrorismo son bastante contadas, la celebración de los Juegos en Río de Janeiro obliga a redoblar esfuerzos en seguridad.

El general Luiz Felipe Linhares, funcionario de la armada brasileña, quien está encargado de los preparativos para los Juegos de Río de Janeiro, asegura que el país ha organizado eventos de alto perfil, como el Mundial en 2014 sin problemas, de manera que la justa olímpica no tendrá problemas.

El deporte se empina, una vez más, sobre la tensión en el mundo.

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EL DEPORTE SIGUE FIRME

A pesar de la situación tensa en el mundo, el deporte se mantiene.