El deporte: un tema de trato obligado para estas elecciones

Actualizado
  • 18/03/2019 01:00
Creado
  • 18/03/2019 01:00
Ninguno de los siete aspirantes a la Presidencia de la República ha tocado en profundidad el tema de lo que harán respecto al deporte panameño en sus campañas electorales

¿Son los debates presidenciales importantes para determinar el talente o la capacidad de un candidato?

Realmente no, pero cómo ayudan al elector a conocer un poquito más sobre el carácter de la persona a la que le depositarán su confianza por los próximos cinco años.

Los temas a analizar en estos foros o debates son, en sentido general, muy variados, los cuales van desde inseguridad ciudadana hasta canasta básica, pasando por corrupción, empleo, salud, economía, educación, estabilidad social, etc., etc.

Pero, si son tan diversas las áreas, ¿no creen que podría incluirse en algún momento el tema sobre el deporte en Panamá; su presente y su futuro?

Quizás, utilizando como herramienta algún tipo de estudio, como el del FODA (Fortaleza, Oportunidades, Debilidades, Amenazas), por ejemplo, para debatirlo y analizarlo.

GUIONES IMPUESTOS

Es cierto que los presidenciales se ven ceñidos a un patrón o guión que les imponen quienes organizan estos foros.

Sin embargo, ¿no son ellos libres o sus partidos o grupos que los respaldan, lo suficientemente independientes, para programar sus propias agendas en esa dirección?

Claro que lo son. No obstante, es poco probable que lo hagan, porque son poquísimos los candidatos que dominan el tema.

El deporte es un renglón que para la mayoría de ellos, es una ‘jalada de pelos'.

Y la verdad, es que no son ‘químicamente' responsables, porque intrínsecamente no están obligados a conocer de todos los tópicos que implican dirigir un Gobierno; y aún así, los vemos hacer de ‘tripas corazón' en los mencionados foros y arremeter con total entereza, en lo referente a gobernabilidad, justicia, seguridad ciudadana, seguridad alimenticia, migración, seguridad social y otras tantas hierbas aromáticas.

Ahora, no hay que olvidar algo y es que el deporte es un conjunto de normas y acciones complejas.

Según un estudio presentado por la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito en 2003, esta actividad puede brindar más de una veintena de oportunidades al que las practica.

Estas pueden promover la vida social, establecer y vencer riesgos, fomentar la paz local e internacionalmente, aprender a respetar a los otros, fomentar valores culturales y mantener una buena salud mental.

Pero también nos ocupa en cosas tan superfluas como jugar y divertirse, evitar el aburrimiento, hacer amigos y estrechar las relaciones con otras personas y mantenerse en forma.

‘Los científicos no han estudiado todos los beneficios potenciales del deporte. Pero, de acuerdo con Wolfgang Brettschnneider (1999), que examinó los estudios científicos, las investigaciones han demostrado que el deporte para los jóvenes puede producir una mayor autoestima, capacidad para hacer frente al estrés, un mayor rendimiento en los estudios y mejores relaciones con la familia', reza el informe.

A pesar de ello, el deporte está en la cola entre las materias a tratar por cualquiera de los candidatos, porque aparentemente no es más importante que ninguna de las áreas marcadas en sus respectivas agendas.

DEPORTE E INSTITUCIONALIDAD

El deporte en Panamá, en estos momentos, no solamente concierne al renglón que habla sobre el desarrollo de los atletas y la construcción de infraestructuras, sino también a una de las más afectadas en los últimos años, la institucionalidad.

Esa institucionalidad que se ha estado perdiendo paulatinamente por diversas razones, entre ellas, la corrupción.

Uno de estos casos fue el de la construcción de las Ciudades Deportivas de Colón y David, en la administración pasada, donde se hicieron desembolsos por el orden de los 30 millones de dólares, y las pocas edificaciones levantadas, quedaron a ‘medio palo'.

La corrupción también alcanza a esta administración, en el escandaloso asunto de los aportes millonarios a federaciones y organizaciones deportivas, para el apoyo y desarrollo de sus respectivas ligas, sin la entrega de las obligatorias facturas y documentación que refrenden el dinero otorgado por el Instituto de Deportes.

Lo delicado en todo esto, es que en el caso de la administración Martinelli, estuvieron involucrados exfuncionarios de alto nivel; y en la de Varela, van añadidos, además, los nombres de diputados y políticos.

Hay un olor nauseabundo entre ‘tirios y troyanos', y el fantasma de la impunidad se cierne sobre ellos.

ALGUIEN PREPARADO PARA PANDEPORTES

Entonces, ¿es necesario que los aspirantes a la primera magistratura hablen sobre deporte?

Definitivamente, pero no solo para afirmar que investigarán los casos mencionados, sino también para conocer si en su proyecto de país está contemplado un plan técnico-científico para nuestros atletas, un proyecto que lleve al deporte istmeño a un verdadero desarrollo, y al irrevocable compromiso de sacar a Pandeportes de la miasma, en la que la tienen sumergida los políticos de turno.

Tal vez, un primer paso de ‘buena fe' por parte de los aspirantes presidenciales, sería que dieran a conocer el nombre o el perfil del posible escogido para dirigir los destinos del deporte panameño.

Saber si el ungido (hombre o mujer) en realidad conoce de deportes pero, sobre todo, de administración deportiva; y que llegue a esa posición más por sus méritos y experticias, que por compromisos políticos o amicales.

Tampoco sería una idea descabellada que llegaran a imitar al presidente mexicano Andrés López Obrador, quien al nombrar a su directora de deportes, una ex campeona mundial y subcampeona olímpica, dijo que lo hizo para que el ‘deporte sea una de las herramientas para combatir la inseguridad que azota al país, y la falta de oportunidades para los jóvenes'.

Leyeron: ‘inseguridad' y ‘oportunidades'; dos palabras que seguramente no se encuentran como sinónimos de deporte, pero como ven, de alguna forma se relacionan unas con otras.

EN LATINOAMÉRICA, EL TEMA NO SE TOCA

El detalle de no tocar el tema del deporte en las campañas políticas no es algo que solamente ocurre en Panamá.

En América Latina no es muy común que los candidatos a la presidencia de la República, se refieran al deporte en las primeras de cambio.

‘Las preocupaciones de los candidatos son otras y piensan que el deporte no va a redundar en la captación de votos',

GABRIEL CAZANAVE

PRESIDENTE DE AIPS, AMÉRICA

Es más, ni siquiera en las segundas o en las terceras y, a lo que más han llegado, es a mencionarlo en sus programas generales de trabajo.

Para el presidente de la Asociación Internacional de Periodistas Deportivos, región de América (AIPS América), el paraguayo Gabriel Cazanave, este es un ‘fenómeno' que, lamentablemente, se repite en casi todo el continente.

‘La causa es que en el momento preleccionario, las preocupaciones de los candidatos son otras y piensan, que si bien el elector es afecto a los deportes, esto no va a redundar en la campaña o en la captación de votos, por lo que hacen un tratamiento muy superfluo de lo que es el deporte, dentro de su programa de trabajo', aseveró Cazanave.

En Paraguay, durante las elecciones generales de 2018, tampoco se tocó el tema. ‘No hubo un debate para el tema específico del deporte; es más, la Secretaría Nacional de Deportes, que tiene rango ministerial pero no lo es, está en esas condiciones desde hace mucho tiempo y ninguno de los presidentes, ni el actual ni los anteriores, le han dado importancia', explicó.

Lo que sí hubo sobre el final de las campañas -destacó el periodista suramericano-, fue la entrega de unos libritos con los planes de acción de los candidatos, ‘pero nada importante, nada que apuntara a modificar sustancialmente la carencia de infraestructura, por ejemplo, que hay en Paraguay'.

Otro país que hace poco tuvo sus elecciones presidenciales fue El Salvador, donde la prensa deportiva criticó el hecho de que los candidatos tampoco trataron el tema en cuestión.

‘A la fecha, a ningún candidato presidencial se le ha escuchado una propuesta deportiva para el país, una política nacional que permita ayudar a tantas mentes insanas, violadas, secuestradas, desaparecidas, dañadas por la violencia económica, política y social que viven los salvadoreños', detalló en una de sus ediciones el periódico digital, elsalvador.com.

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